El mundo no se ha parado después de la derrota de Conor McGregor ante Dustin Poirier durante la UFC 264. Pero eso no quiere decir que el irlandés no haya estado en boca de todo el mundo desde entonces, quien ha sido víctima de críticas y de burlas por compañeros de profesión y archienemigos históricos.
Odiado y querido prácticamente a partes iguales, lo que es seguro es que 'The Notorius' no le es indiferente a nadie. El deportista mejor pagado del año 2020, se embolsó unos cuantos millones más en su cuenta bancaria y eso que perdió ante Poirier. Una derrota que puede ser un punto de inflexión en su carrera.
¿Por qué? Por la terrible lesión que sufrió al final del primer asalto. McGregor se rompió la tibia y el peroné, quedando su pierna absolutamente destrozada. Desde el suelo, Conor clamó contra la injusticia de que le diesen por perdida la pelea, ya que de no haberse lesionado, podía haber seguido adelante con el combate.
El enfado del luchador irlandés fue muy notorio y a raíz de esto, Poirier no se ha cansado de mofarse de él cada vez que ha tenido oportunidad, incluso fotografiándose con un muñeco de McGregor de dudoso gusto -aunque este tenga el buen final de servir para la caridad-.
La cuestión aquí no es la rivalidad o que el desenlace de la trilogía fuese justo o injusto. Pero sí es si puede producirse esa cuarta pelea que el mismísimo 'The Notorius' pidió nada más lesionarse y conocer la decisión de que le daban la pelea como perdida.
Un proceso largo
La operación del irlandés fue un éxito, pero su recuperación puede alargarse todo un año, tal y como ha dejado entrever Dana White. "Le llevará un año recuperarse de esto antes de que pueda regresar, así que no sé, ya veremos. El mundo de las peleas es un juego difícil y Conor ha creado un enorme legado y ganó mucho dinero, así que veremos cómo se desarrolla el resto de su carrera", afirmó el presidente de la UFC en declaraciones para Fox News.
"Veremos cómo se desarrolla el resto de su carrera". Esta declaración ha hecho saltar las alarmas entre los amantes de las artes marciales mixtas (MMA), de la UFC y, sobre todo, de Conor McGregor. Y es que un año fuera de la jaula es mucho tiempo para un luchador y más comprobándose el declive, por decirlo de alguna manera, de McGregor en los últimos años, en los que ha peleado muy poco y eso se ha notado en su competitividad.
Aunque 'The Notorius' ha dejado claro que su intención es volver y todo por una sed de venganza tras todo lo sucedido en el final de la esperada trilogía ante Dustin Poirier. Conor McGregor anhela una cuarta pelea ante el de Lafayette, que por su parte aspira a ganar el cinturón del peso ligero frente a Charles Oliviera a finales de este año 2021.
Sin embargo, el irlandés también tiene en contra su físico y todo por una enfermedad crónica que padece desde hace algunos años. Esta le ataca a las piernas. Su diagnóstico: artritis crónica en los tobillos. Algo de lo que habló Dana White tras la UFC 264: "Ha tenido problemas en los tobillos durante los últimos años". También McGregor ha hablado sobre ello y cómo ha tenido que cambiar su dinámica de trabajo para lidiar con esto.
"Necesitaba recibir tratamiento en mi pierna y nunca me hubiera comprometido a pasar por el quirófano a menos que hubiera sucedido algo como esto. Entonces voy a entrar y conseguir exactamente lo que necesitaba y lo que necesitaba era una espinilla de titanio. Así que ahora tengo eso en la rodilla hasta el tobillo y el médico dijo que es irrompible", ha revelado 'The Notorius'.
Aunque McGregor es muy consciente de que su recuperación será tan larga como intensa: "Salí de la cirugía y me sentía muy eufórico. El trabajo estaba hecho y yo estaba como, 'Sí, tengo esto. Será fácil. Puedo hacer esto sin problema '. Y luego choco contra una pared, tengo mucho dolor, mi movilidad va a ser así por un tiempo. No serán unos días o incluso algunas semanas, será un poco de tiempo".
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