Mireia Belmonte no está atravesando un buen momento. Con una lesión en el hombro que le está dando más problemas de los esperados, intenta recuperarse para volver al agua y seguir cumpliendo sus objetivos de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio de este verano. Sin embargo, la mejor nadadora española de todos los tiempos sabe que no puede correr riesgos y que tiene que ir día a día.
Estar en esos juegos es básico y fundamental para ella, ya que podría ganarse un hueco muy importante en la historia del olimpismo español. Sin embargo, en estos momentos está llevando a cabo una preparación que está siendo muy complicada y en la que está encontrando muchos problemas, entre ellos la pandemia. Las próximas semanas y meses van a ser claves, no solo para intentar alcanzar el sueño olímpico, sino también para que su carrera tome un rumbo satisfactorio y no se ponga todo en peligro.
Así va la recuperación
Mireia Belmonte lleva mucho tiempo arrastrando serios problemas en un hombro. Los últimos meses los ha pasado completamente lesionada y sin poder competir, lo que se ha traducido también en un riesgo para su situación. Sin embargo, sus problemas con el hombro se remontan hasta 2015, cuando esa maldita lesión empezó a darle la lata. Aún así, ya en aquellos momentos demostró que puede sobreponerse a cualquier cosa, colgándose un año después el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La badalonesa padece una importante tendinitis en la articulación del hombro con acumulación de líquido, una lesión que ha pasado a conocerse como ‘hombro de nadador’. Un problema realmente complicado, que no tiene un sistema de recuperación claro y eficaz para erradicar la dolencia de raíz, y que puede prolongarse durante mucho tiempo, incluso durante toda su carrera. El único sistema fiable es reducir la carga física de entrenamientos y competiciones para poder llegar fresca a los momentos importantes y seguir con sus tratamientos habituales.
En estos momentos, Mireia Belmonte se encuentra en la fase final de su recuperación después de estar sin competir desde el pasado mes de enero. Una vez consiga reducir ese dolor y complete su plan de entrenamientos, tendrá que afinar su preparación de cara a esos Juegos Olímpicos de Tokio. A sus 30 años, podría ser su última gran cita a pleno rendimiento, a pesar de que en su cabeza todavía aparecen futuros retos.
Una preparación difícil
Además de esa complicada recuperación en la que Mireia está inmersa, tendrá que llevar a cabo esa preparación física y de competición necesaria para volver a las piscinas con garantías de ofrecer buenos resultados. Además, 'Miss Belmont' está obligada a dar el máximo porque todavía tiene varias pruebas en las que necesita obtener la marca mínima que le abra las puertas de los esperados Juegos Olímpicos de Tokio.
De momento, esa preparación no está siendo del todo fácil ya que Mireia ha elegido permanecer en el CAR de San Cugat, en Barcelona, para entrenarse en solitario y no junto al resto del equipo español de natación que va a acudir al Open de Primavera de Sabadell a finales de este mes de marzo. Belmonte ha preferido quedarse en el norte y no acudir a la concentración en el Centro del Alto Rendimiento de Sierra Nevada junto al resto del equipo.
Allí, en el CAR granadino, se encuentra también su entrenador, quien le está enviando diariamente sus entrenamientos y quien está en permanente contacto con la nadadora española. Sin embargo, esa distancia con su técnico también está suponiendo un hándicap y una nota diferente en esta complicada preparación que está llevando a cabo en un momento trascendental de su carrera deportiva. Aunque su participación estaba en duda, Mireia ha optado por este camino al no encontrarse preparada para acudir a ese Open de Primavera, el cual podría haber sido su regreso a la competición.
Una situación complicada
La natación mundial, al igual que muchos deportes, también dependen de cómo esté la situación sanitaria para saber qué pruebas podrán sobrevivir en el calendario mundial. La Covid-19 ha obligado a suspender muchas pruebas y a que los deportistas tengan miedo de acudir a ellas, salir de sus protocolos y ‘burbujas’ y exponerse a posibles contagios que rompan su preparación de cara a los juegos.
En estos momentos, Mireia Belmonte todavía no tiene certeza de cuándo podrá reaparecer. Esa renuncia al Open de Primavera ha sido su primera decisión, ya que la badalonesa tiene entre ceja y ceja el Campeonato de Europa. Esa es la única cita que tiene segura y marcada en rojo en su calendario y con la esperanza de que sea su regreso a las piscinas para volver a sentir la adrenalina de la competición.
Y es que adrenalina y emoción no van a faltar, ya que Mireia tiene todavía muchos deberes por delante, ya que su presencia en los JJOO no está garantizada en todas las pruebas que le gustaría hacer, pues a pesar de su lesión, no tiene previsto reducir su programa. De hecho, de momento solo tiene dos marcas mínimas aseguradas, las de las pruebas de los 800 y los 1500 estilo libre. Estas plazas las aseguró en el mes de diciembre en el Trofeo Internacional Castalia de Castellón. Sin embargo, todavía tiene que conseguir los billetes necesarios para las pruebas del 400 estilo libre, los 200 y 400 estilos, y los 200 mariposa, prueba en la que defiende el oro olímpico de Río, el metal más preciado de su extenso palmarés.
La campeona de Europa, del mundo y olímpica se encuentra en un momento de cierta incertidumbre porque seguramente se juegue sus opciones de estar en Río en esas pruebas a una carta, la del Europeo que se celebrará en mayo en Budapest, una tierra que le trae buenos recuerdos a Mireia ya que allí se proclamó doble subcampeona del mundo en las pruebas de 400 estilos y 1500 estilo libre, y campeona mundial de su prueba fetiche, los 200 metros mariposa. A pesar de que su hombro sigue maltrecho y de que tendrá que apurar esa recta final de su recuperación de aquí al mes de mayo, sus ilusiones, de momento, están intactas y su motivación es la mayor posible.
Récords o retiradas
Además de ese Campeonato de Europa donde necesita estar para obtener las marcas que le garanticen el billete a Tokio con más pruebas en la maleta, indudablemente, su gran objetivo de la temporada son los Juegos Olímpicos de Tokio que deberían haberse celebrado en 2020 y que se suspendieron por la pandemia.
Se trata de una cita olímpica muy importante en su carrera, ya que a sus 30 años, pueden ser los últimos en plenas facultades físicas, a pesar de que ella no le cierra puertas al futuro. Mireia sabe que, si consigue llegar en un buen momento de forma y con confianza en sus posibilidades, tiene serias opciones de medalla en pruebas como los 400 estilos, los 800 metros libres y, sobre todo, los 200 mariposa, donde ha conseguido ser dominadora mundial de la prueba.
Mireia tiene ante sí un reto muy importante que podría alcanzar durante los próximos juegos si consigue colgarse algún metal del cuello, el de ser la deportista, tanto femenina como masculina, con mayor número de medallas olímpicas en la historia de España. En estos momentos tiene cuatro, dos de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y otras dos de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Un oro, dos platas y un bronce que le hacen estar a solo una medalla del deportista español que más metales olímpicos tiene en su palmarés, David Cal, que ganó un oro y cuatro platas.
Además, ese reto puede ser mayor ya que, si Mireia consigue ganar algún oro, podría igualar a los deportistas españoles con más oros de la historia, que son Joan Llaneras y Saul Craviotto, que acumulan dos. Por lo tanto, retos ambiciosos no faltan ni mucho menos.
Sin embargo, por otro lado se encuentra la dichosa lesión en el hombro que tanto está frenando su progresión. Algunas voces han llegado a apuntar que, de no poder acudir a los Juegos Olímpicos, podría plantearse su retirada de la competición. No obstante, Mireia se ha encargado de salir al paso de estos rumores asegurando que no se plantea dejarlo ni antes ni después de los juegos y que incluso sería bonito poder llegar en plenitud a los Juegos Olímpicos de París del año 2024.
La ventaja es que esta brecha temporal entre cita olímpica y cita olímpica será un año más corta del normal. De momento, Mireia no mira a la retirada a pesar de su lesión y sí hacia unos récords que podrían encumbrarla como una de las mejores deportistas de la historia de nuestro país.
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