Los 'Hispanos' volvieron hacer a toda España soñar. El Mundial de Egipto, que arrancó sin mucho ruido, acabó siendo la comidilla de la actualidad deportiva del país. Este fin de semana se termina el torneo y, aunque a todos nos hubiera gustado que fuera luchando por el oro, los de Jordi Ribera esperan colgarse el bronce en el cuello. Delante estará la todopoderosa Francia, pero si algo ha enseñado este equipo es que hay que creer.
Se despide el Mundial y se despide toda una generación bañada en oro. Se cierra un capítulo histórico con un grupo de jugadores que se han hinchado a medallas desde 2013, hace ochos años ya. Se ganó el oro en el Mundial de 2013 en España y en los Europeos de 2018 (Croacia) y 2020 (Austria, Noruega y Suecia). Casi una década de éxitos en la que se ha ido dando un relevo que llega a una parte crucial.
Todos saben que el Mundial es un final y los Juegos de Tokio, un epílogo. Raúl Entrerríos se retirará tras la cita olímpica y con él se irán algunos más y otros dejarán la Selección. Aitor Ariño, Joan Cañellas, Gedeón Guardiola, Jorge Maqueda, Viran Morros y Daniel Sarmiento estaban en 2013 (y antes) y están ahora en Egipto. No así Raúl, que se perdió la cita mundialista del oro por una lesión. Un ciclo se cierra.
José Manuel Sierra es de los que estaban en 2013 y con los años, por ciclo natural, fueron dejando de ir con los 'Hispanos'. Actualmente, con 42 años, sigue ocupando la portería del Bidasoa Irún y, como todos, ha vibrado con la Selección estos días: "Una auténtica pena por el campeonato que estaban haciendo de menos a más", dice a EL ESPAÑOL sobre la derrota contra Dinamarca que apartó al equipo de la final.
Sierra entiende lo que pueden sentir los que fueron sus compañeros: "Está claro que para muchos será la última. Tendrán los Juegos también y podrán llegar a algún campeonato más, pero muchos saben que para ellos será la última y de ahí la frustración [tras perder en semis]. Por la noche escuché en la radio a Raúl Entrerríos y estaba un poco hundido y creo que es por eso".
Aunque no será por el oro, España peleará por el bronce, que sería su cuarta medalla en un Mundial. Esto del confinamiento, del aplazamiento de los Juegos, no ha venido bien a esta generación. "Esto del confinamiento, del aplazamiento de los Juegos, no ha venido bien a esta generación", analiza Sierra, pero otra vez el equipo sacó "su casta y su competitividad" para cumplir el objetivo, que era llegar a semis.
"Siempre decimos que para conseguir grandes cosas hay que tener un gran grupo y España lo tiene. Esa es su fuerza", dice de un equipo que ha pasado por las manos de Valero Rivera, Manolo Cadenas y Jordi Ribera, ahora. "Jordi le ha dado su toque. Están trabajando muy bien tanto él como César Montes (su segundo)", añade Sierra.
Si le preguntamos sobre cuál es el secreto de esta generación de jugadores, él lo tiene claro: "Son jugadores que se han cuidado mucho y siguen siendo importantes en sus clubes. Al final, el club es la balanza [...] Esa es la base. Su trabajo, su buen hacer y que siguen estando al más alto nivel con esa edad".
De la Selección a la ASOBAL
Lo que mucha gente se pregunta es si con esta generación que ahora se va, se ha desaprovechado una ocasión única para llevar el balonmano a los focos. Solo la Selección "vende, llena pabellones y hay mucha gente viéndola en cada campeonato". "Es muy mediática y han sabido vender el producto. Se podría vender un poco más, a lo mejor, pero cada año hay más dinero, más sponsors".
Pero mientras los 'Hispanos' brillan, muchos de ellos fuera de la liga, la ASOBAL se apaga. "Lo de nuestro deporte es otra cosa", lamenta Sierra. "Los clubes sí que deberían, recibiendo ayudas o no sé cómo, vender más nuestro producto. Hay que hacer hincapié en la liga. No sé si la Federación tendría que ayudar más o ASOBAL venderlo mejor".
2013, cuando se hizo historia
Lo que está claro es que se va una generación dorada que Sierra conoce bien y en la que ha sido uno de sus héroes. Sus once paradas en los cuartos de 2013 contra Alemania quedarán siempre en la memoria. Y en la suya, el público de Zaragoza de aquel día y el de octavos: Fue un pabellón mucho más caliente de lo que estamos acostumbrados en España. El público de Zaragoza nos llevó en volandas los dos partidos que jugamos ahí".
Y el objetivo, ese año también eran las semis: "Lo más difícil fue la presión de llegar a semifinales. Siempre nos ponemos ese objetivo y ahí ya te liberabas un poco. Esa presión la teníamos dentro por estar en casa e intentar llegar a las semis. Yo creo que cuando el equipo llegó, se liberó y jugó mucho más tranquilo y los resultados fueron buenísimos". El 26-22 a Eslovenia en semis y, sobre todo, el 35-19 a Dinamarca enmarcaron aquel torneo.
A la Selección, tras el partido contra Francia de este domingo y los Juegos de Tokio, le tocará mirar hacia el futuro. Sierra confía en que "seguiremos siendo muy competitivos porque el balonmano español lo es". "Jordi (Ribera) ha hecho muy bien con que estos jugadores hayan compartido vestuario con los que entran, que hayan visto ese espíritu de competitividad, de lucha, de querer ser los mejores. El legado está ahí", analiza.
"La Selección lo puede acusar", avisa. "España tiene muy buena base. La portería es muy joven. Están los Dujshebaev. Los extremos están bien. Hace falta más gente, pero están trabajando y haciendo mucha captación de jóvenes", concluye. El balonmano español mira al futuro, pero este domingo se podrá tomar un respiro para disfrutar por (pen)última vez de los 'Hispanos' que tomaron Europa y el mundo.
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