La vida de Conor McGregor suele estar rodeada de sucesos absurdos, surrealistas y de las más excéntricas experiencias. El dinero, el éxito y la fama pueden convertir la vida de una persona en una sucesión de hechos que no tienen explicación. Y, a veces, incluso puede que él no tenga la culpa de ello, como le ha pasado con su último encuentro con la USADA.
El mítico luchador de las artes marciales mixtas y que también ha coqueteado con el boxeo como en su mediático show con Mayweather, ha vivido un suceso de lo más gracioso y a la vez de lo más extraño en lo que ha podido ser un terrible despiste de la USADA o, quizás, un abuso de control.
Es habitual que la agencia americana antidopaje quiera tener un férreo control sobre sus deportistas para evitar que estos incurran en delitos como utilizar sustancias dopantes para mejorar su rendimiento deportivo, su recuperación o en el tratamiento de lesiones. Por eso, su labor es encomiable en pro de la limpieza del deporte. Sin embargo, a veces se extralimitan en sus funciones, como ha sucedido en su último encuentro con McGregor.
El icónico luchador se encontraba de vacaciones en la isla de Córcega junto a su pareja y prometida Dee Devlin cuando recibió una extraña sorpresa. Mientras disfrutaba del mar y del sol en su yate de 3,4 millones de dólares construído como tributo al boxeador Muhammad Ali, recibió una visita que no se hubiera esperado nunca.
Se trataba de la USADA, la organización sin ánimo de lucro que trabaja en Estados Unidos contra el dopaje. Habían llegado hasta Francia, hasta el yate de McGregor para realizarle un control antidoping como a cualquier deportista, lo que pasa es que habían olvidado un pequeño detalle que Conor se encargó de recordarles.
McGregor está retirado del mundo de la lucha y de la UFC, tal y como había manifestado el pasado mes de junio, por lo que, literalmente, es libre de hacer y tomar lo que quiera como deportista que ya no está en activo. Por ello, el propio luchador no daba crédito a lo que estaba viviendo, ya que no podía creer que no se hubieran acordado de ese pequeño detalle.
Sin embargo, McGregor accedió a someterse a las pruebas para después publicar en sus redes sociales lo que había sucedido en un encuentro que había sido de lo más surrealista y que había provocado la sorpresa del integrante de la UFC. No obstante, esta situación no restó ni un ápice de la carismática personalidad del luchador ni de sus planes de vacaciones, ya que, tal y como reconoció el propio McGregor, al día siguiente harían una travesía de 180 kilómetros por el Mediterráneo.
Las retiradas de McGregor
El pasado 7 de junio, Conor McGregor anunció su retirada de la lucha tras su victoria frente a Cerrone. Este anuncio suponía su tercera retirada oficial, aunque el luchador aseguraba que esta sí sería la definitiva a sus 32 años, a pesar de que pudiera hacer algún tipo de evento como la lucha que se especulaba frente a Pacquiao.
El anuncio de su tercera retirada, el primero había llegado en 2016, tenía una particularidad, ya que era el primero que realizaba tras una victoria. El primero llegó tras la derrota frente a Nate Díaz y el segundo tras la mítica pelea con Khabib, que terminó con tangana brutal en la grada.
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