La historia de Ricardo Ten con el deporte y con la discapacidad empieza muy joven. Desde muy pequeño siempre ha estado interesado en cualquier modalidad deportiva y fue a los ocho años cuando sufrió un grave accidente con un cable de alta tensión. Como resultado de ello, le amputaron los dos brazos y una pierna, sufriendo también grandes quemaduras en el 75% de su cuerpo.
Desde entonces, su vida cambia y pasa por momento muy complicados durante los meses siguientes. Pero con esfuerzo, y gracias al deporte, a sus familiares y a sus amigos, el valenciano, que este 11 de agosto cumple 44 años, pudo salir adelante para convertirse en uno de los mejores nadadores paralímpicos españoles de la historia, haciendo lo propio en el ciclismo.
Después de 21 años como uno de los nadadores paralímpicos más importantes de nuestra historia -tiene más de 100 medallas tras conquistar más de 100 títulos nacionales, 13 campeonatos de Europa, siete del Mundo, además de lograr tres oros, una plata y tres bronces en los Juegos Paralímpicos, Ten decidió dar un giro más en su vida: pasarse al ciclismo adaptado a los 42 años.
Desde que debutó con la selección española en el Mundial de carretera de 2017 en Sudáfrica, donde conquistó una plata, se ha colgado ocho medallas: tres oros, dos platas y tres bronces.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con Ricardo Ten y esta es la historia de un deportista que vivió momentos dramáticos, pero que al final se convirtieron en oportunidades para demostrar otras capacidades. Su siguiente objetivo: estar en Tokio, lo que serían sus sextos Juegos Paralímpicos.
Pregunta: ¿Cómo entró el deporte en tu vida?
Respuesta: Desde muy pequeño me ha encantado todo tipo de deporte. Siempre lo practiqué de modo amateur. Con 15 años empecé a competir en natación paralímpica sin ninguna aspiración. A medida que iba mejorando las marcas, empecé a ir a numerosos campeonatos, incluidos los Mundiales, los Europeos y los Juegos. En el año 1995 debuté con España y hasta 2016 estuve en natación. A partir de aquí me pasó al ciclismo para competir con buenos resultados.
P: Tokio serían tus sextos Juegos, pero cambiando de disciplina, ¿por qué decidiste hacer eso?
R: Decidí cambiar porque, tras casi 20 años compitiendo al máximo nivel en natación, te das cuenta de que tu forma deportiva como nadador va cambiando. La motivación y la ambición para estar arriba es cada vez menor y la vas perder, por lo que tu etapa como nadador se acaba. Lo normal era retirarse, pero el deporte me lo ha dado todo y decidí emprender nuevas aventuras.
P: ¿Qué te ha portado el ciclismo?
R: Cosas nuevas. Sentirme de nuevo competitivo, esforzarme por lograr un objetivo...
P: ¿Cómo has conseguido pasar tan rápido a la élite del ciclismo?
R: Siempre me he considerado una persona muy hábil y ágil. La natación me ha enseñado a sufrir en los entrenamientos y a darlo todo. La bicicleta no era muy desconocida para mí, ya me había subido en ella y por eso me costó todo menos.
P: ¿Has llegado al máximo de tus posibilidades?
R: Me siento capaz de seguir mejorando y hay que ver hasta donde somos capaces de llegar. Un gran objetivo es Tokio y estar en unos juegos más y en otra disciplina es especial para mí.
P: ¿Qué recuerdas de lo ocurrido a los ocho años con el accidente eléctrico que tuviste?
P: Cuando eres un niño y te sucede algo como esto, no te das cuenta de lo que te ha ocurrido. Tuve la suerte de que mis padres, amigos y hermanos me ayudaron a superar todo muy rápido y a tratarme como una persona más.
P: Cuando te ocurrió todo, ¿fue todo muy duro y un drama, no?
R: Sí. Es un palo muy gordo y pasé por momentos muy dramáticos, ya que mi vida, en los primeros meses, fueron un drama. Y hasta ahora que no había sido padre, no sabia lo que habían sentido los míos. Piensas que el más afectado eres tu y no es así, es la gente que tienes a tu alrededor apoyándote.
P: ¿Qué te hizo superar todo para salir adelante?
R: Las ganas de vivir. Al final la vida nos pone obstáculos, pero con actitud positiva se supera todo. Somos unos privilegiados, la vida es una oportunidad y no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos.
P: ¿Tu vida cambió mucho?
R: Sí. Ese accidente la cambió, pero no digo ni a peor ni a mejor. Después de ese momento tan dramático y difícil, me ha dado la oportunidad de vivir todo lo que he vivido. Me siento orgulloso de mi carrera deportiva y de todo lo que me ha dado el deporte.
P: ¿El accidente fue una gran oportunidad para demostrar otro tipo de cosas?
R: Sí. Cuando eres pequeño escuchas todas tipo de cosas y que no vas a poder hacer nada debido a ello. Pero conseguí ser uno más y sacar mi vida adelante.
P: ¿La necesidad hace milagros?
R: Desde luego. Mucha gente, cuando conocen mi caso, dicen que no saben si sería posible salir adelante. El ser humano tiene capacidad de adaptación increíble a todo.
P: Que te ocurriese tan joven, ¿afecta para bien o para mal?
R: Para bien. Me beneficio. Cuando eres un niño te das cuenta de lo que te ha sucedido y no le das tanta importancia como si te hubiese ocurrido de mayor. La discapacidad te hace madurar mucho antes te enseña a ser mas fuerte y a valorar más las cosas.
P: ¿Hubieses podido salir solo adelante?
R: No. Gracias a mi familia y amigos lo hice. También he de decir que tengo un carácter que me ayudó.