El mundo del golf está de luto tras el fallecimiento de Jarrod Lyle, jugador australiano de 36 años que peleó durante varios años contra la leucemia. Lyle se sometió a dos operaciones recientemente para tratar una enfermedad en la que había recaído hasta en dos ocasiones.

Al no existir mejoría fue el propio golfista el que decidió arrojar la toalla, dejando el tratamiento y pasando a cuidados paliativos. Su situación era crítica y así lo reflejaron sus compañeros del circuito en el Bridgestone Invitational, que lucieron un crespón amarillo en honor a Lyle.

El drama del australiano comenzó al cumplir la mayoría de edad, cuando se le detectó leucemia por primera vez. Jarrod Lyle logró curarse, pero la enfermedad volvió a aparecer en el año 2012 y hace un mes, cuando el golfista tuvo que ser ingresado de urgencia. Recibió un trasplante de células madre pero su cuerpo no logró responder debido al rápido avance de la enfermedad. Fue entonces cuando Lyle decidió no seguir con el tratamiento porque "su cuerpo estaba muy cansado". 

Fue su mujer la que confirmó el fallecimiento del deportista a través de un comunicado: "Me rompe el corazón decirles a todos que Jarrod ya no está con nosotros", reza el escrito.

También varios compañeros del circuito han querido darle su adiós a Lyle de una forma muy especial. Justin Thomas, número dos del mundo, le dedicó la victoria del torneo WGC la semana pasada, mientras que Bryson DeChambeau, que ganó la competición de drive largo en el Campeonato PGA de esta semana, donó los 25.000 dólares del premio a la familia del fallecido.

A lo largo de su carrera, Lyle compitió en 121 torneos del circuito mundial de golf (PGA), siendo sus mejores resultados dos victorias que consiguió en en el Open de México y en el Open de Knoxville, las dos en el año 2008.

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