Hace casi 21 años del “otro” Mundial de Sierra Nevada, ese que congregó en las laderas granaínas a leyendas de la talla de Alberto Tomba, Mark Girardelli o Picabo Street. Fue un Mundial, el de esquí alpino, que costó sangre, sudor y lágrimas, y que tuvo que retrasarse un año por falta de nieve. Cuando este martes el Rey Felipe VI de por abierto el Mundial 2017 de Freestyleski y Snowboard en el mismo lugar, las cosas serán bien distintas.
La decisión de otorgar este Mundial a España se tomó en 2012, en el Congreso de la Federación Internacional de Esquí (FIS, por sus siglas en inglés) y cuando aún presidía la Federación Española Eduardo Roldán. Casi cinco años más tarde, España se presenta con 10 riders a la cita mundialista y serias opciones de cuatro medallas.
“Hemos trabajado muchísimo en el programa deportivo de cara a estos Mundiales, y llegamos con grandes expectativas. Queralt Castellet, Lucas Egibar y Regino Hernández pueden conseguir medalla, y también podemos lograr una por equipos. No es descabellado, estamos hablando de opciones reales. Pueden hacerlo, aunque tiene que salir”, explica a EL ESPAÑOL May Peus, presidente de la Real Federación Española de Deportes de Invierno, y principal responsable de haber convertido a Granada en la meca del freestyle y el snow en este año.
Un trabajo para el que la Federación lleva años trabajando “especialmente en el programa deportivo, porque asumimos el compromiso de ayudar a nuestros deportistas para que lleguen a este Mundial en las mejores condiciones posibles”, resume Peus, que se puso como una de sus prioridades dotar a los riders españoles de mejores medios técnicos para garantizar su progresión deportiva.
Los 12 días de competición en Sierra Nevada tendrán como protagonistas a 777 participantes, procedentes de 50 países y, por primera vez, con representantes de los cinco continentes. Con un representante de Uganda, de Barbados o de Costa Rica, por citar algunos ejemplos que seguro suscitarán la atención de cámaras y público.
13 modalidades de freestyle ski y snowboard se disputarán en el Mundial, con diez participantes españoles: en snowboard, Josito Aragón, Queralt Castellet, María Hidalgo y Aleix López, en freestyle Javier Lliso, Martín Romero y Marina Terrón, mientras que en snowboardcross los representantes serán Lucas Eguibar, Regino Fernández y Laro Herrero.
Para tener todo listo, decenas de máquinas llevan meses preparando las seis pistas, construyendo obstáculos, baches y dejándolas impecables para el pistoletazo de salida, que dará el Rey el martes 7 de marzo. Pero la concepción del evento no es sólo para atraer hasta Granada a los mejores riders del mundo, sino también al público. La compatibilidad entre el esquí turístico y la alta competición se trasladará a la Loma de Dílar, donde el snowpark Sulayr, epicentro de los Mundiales, mantendrá abiertos para público tres de sus sectores.
Además, la estación abrirá al público el esquí nocturno y el mini snowpark durante nueve noches, aquellas en que simultáneamente hay actividad deportiva nocturna en los escenarios de competición (entrenamientos, clasificatorias y finales). Y será un evento que además de riders, público y televisiones de todo el mundo (30 confirmadas para retransmitir las pruebas, con Teledeporte y Movistar ostentando los derechos en España), tendrá un fuerte impacto económico en la zona. El Mundial generará 1.500 empleos directos para atender la preparación, desarrollo y montaje de los segundos mundiales que alberga Sierra Nevada, según el estudio de Impacto Económico del Mundial de Sierra Nevada realizado por el Grupo de Investigación de Economía Pública y Globalización de la Universidad de Granada.
El presupuesto de organización del Campeonato asciende a 6,62 millones de euros, que se distribuyen entre distintas partidas como las de promoción, acción comercial y producción de TV, ceremonias y eventos (1,86 millones), construcción y equipamiento de escenarios deportivos (1,55 millones), servicios federativos de organización de técnicos y equipos (1,24 millones), servicios de alojamiento y manutención (1,14 millones) y personal (0,83 millones).
Por el contrario, el sector turístico –sostienen los autores del informe- registrará un total de 12.820 pernoctaciones, con una estancia media de 7,7 días. El incremento de demanda, cuantificado en casi 8 millones de euros, generará un efecto multiplicador en la economía andaluza, impulsando un movimiento económico de 16,14 millones de euros, que tendrá su mayor impacto en el entorno próximo de Sierra Nevada, con 11,5 millones de euros.
Además, el impulso de la producción como consecuencia de la celebración del Campeonato, generará un valor añadido de 7,72 millones de euros, que equivale a la renta que percibirán tanto los trabajadores, en forma de sueldos y salarios, como los propietarios del capital, en forma de beneficios empresariales.