A veces, los concursos de telerrealidad se terminan yendo de las manos. Es lo que ocurrió en el Gran Hermano italiano de este año, en el que el boxeador Clemente Russo, que logró la plata en Pekín 2008 y Londres 2012, tuvo que abandonar la casa por un incidente de violencia machista.
Todo se inició cuando un compañero del concurso, Stefano Bettarini, hablaba con Russo acerca de su relación con su exmujer, la actriz Simone Ventura. El púgil se posicionó inmediatamente del lado de Battarini y llegó a comentarle: "Me gustaría dejarla muerta en la cama".
Las reacciones se sucedieron de inmediato. La presentadora del concurso -y mujer del futbolista Francesco Totti-, Ilary Blasi, le comunicó su expulsión del programa: "Clemente, tu declaración ha violado las reglas y el espíritu del Gran Hermano. Las cosecuencias son inevitables, estás oficialmente descalificado, debes abandonar la casa esta misma noche".
Bettarini reconoció más tarde que Russo ya le había pedido disculpas por el incidente, que podría tener consecuencias más graves. El boxeador trabaja actualmente en el cuerpo de Policía Penitenciaria italiano, un cargo que podría perder en caso de que prospere la petición de expulsión que tendrá que valorar el ministro italiano de Justicia, Andrea Orlando.
"Se me ha entendido mal, Stefano estaba descargándose con un amigo y le di el apoyo. Me equivoqué. Estoy rodeado de mujeres en mi familia y pueden dar fe de mi comportamiento. Nunca he pegado a ninguna ni he cometido actos de violencia de género. Pido perdón a todas las mujeres del mundo y a Simona Ventura", dijo Russo tras el incidente.