Toda una vida para este momento. Lo tiene muy cerca, al alcance de la mano, pero queda rematar la faena. El título de campeón del mundo le espera a Jorge Martín. Tanto al hombre de 26 años que vuela sobre todos los trazados del planeta como al niño que se subió por primera vez a una moto con la ilusión hacer historia.
Martín merece el Mundial como nadie. Ya se le escurrió en la última carrera de la temporada pasada y este año no ha dejado de ser un martillo pilón en cada una de las pruebas. Siempre con humildad y trabajo duro, los valores que le inculcaron Ángel y Susana, sus padres.
Ellos lo dieron todo por él y ahora Jorge espera devolverles su sacrificio. "Es evidente que si tu hijo no tiene talento, no vale la pena intentarlo. Es evidente que si hubiésemos tenido dinero, todo hubiera sido más fácil. Y, sí, al final el factor suerte cuenta mucho y deben alinearse todos los planetas para que, al final, tengas un campeón en casa", reconocían sus padres en una entrevista.
En 2012, cuando Jorge Martín llevaba ya años corriendo, sus padres perdieron el trabajo y empezaron a preguntarse si podrían seguir ayudándole. "Somos una familia modesta y cuando, de repente, te piden 200.000 euros para poder correr, ves que te vas a tener que ir a casa sin poder cumplir tu sueño, que no es ser campeón sino poder competir, correr en moto".
Acabaron saliendo hacia delante y su hijo terminó por darles la razón. Con lo logrado ya es más que suficiente, pero 'Martinator' está empeñado en escribir su nombre con letras doradas en la historia de MotoGP. Y también el apellido de sus padres.
Su motor de vida
Jorge Martín nació en el seno de una familia humilde. Ángel, su padre, era piloto aficionado y fue quien se encargó de transmitir en Jorge la pasión por las motos. También influyó el lugar en el que se crio, la urbanización Club de Campo, situada en la primera curva del Circuito de Jarama. Siempre acompañado del ruido de las carreras. "Me acuerdo de los sábados, cuando yo todavía ni corría, se oía lo que para mí era música celestial, el ruido de las motos"; declaró Martín en una entrevista.
Un niño inquieto, lleno de energía y con un claro enfoque hacia las motos. Durante su adolescencia, Jorge Martín compitió en diferentes campeonatos de motocross y mini-motard en su Madrid natal. No tardó en destacar, y con solo 12 años dio el salto a las competiciones en circuitos de velocidad, en donde su talento se hizo aún más evidente. El CEV (Campeonato de España de Velocidad) fue la primera plataforma donde sus habilidades se mostraron al mundo, marcando el inicio de una carrera que rápidamente se consolidaría a nivel internacional.
Quemó etapas a la misma velocidad en la que se mueve por los circuitos. En 2015 debutó en Moto3, pero no fue hasta 2018 cuando la estrella de Jorge Martín comenzó a brillar con fuerza. A bordo de una Honda del equipo Del Conca Gresini Moto3, el piloto madrileño protagonizó una temporada brillante, con 7 victorias y una consistencia notable a lo largo del año. Esta regularidad y su capacidad para manejar la presión de la lucha por el campeonato le llevaron a conquistar el título de Moto3, convirtiéndose en uno de los pilotos más jóvenes en conseguirlo.
Con el título mundial en su haber, Jorge Martín se vio obligado a dar un salto cualitativo. En 2019, dejó atrás la categoría de Moto3 y dio el salto a Moto2. Le costó adaptarse y ganó una carrera en sus dos primeras temporadas en la categoría, pero fue en 2021 cuando dio el salto definitivo. No logró el campeonato del mundo aunque sí se ganó un hueco entre los mejores pilotos del mundo.
De promesa a realidad
En 2021, el gran paso llegó: Jorge Martín debutó en MotoGP, el campeonato más exigente del mundo. Lo hacía con el equipo Pramac Racing, apoyado por la poderosa Ducati. En su primera temporada, pocos esperaban que el joven piloto madrileño se adaptara tan rápidamente a la clase reina, pero Martín no solo respondió, sino que impresionó al mundo entero.
A solo unas semanas de iniciar su andadura en la categoría, Jorge se convirtió en el primer piloto novato en conseguir una pole position en Qatar, un resultado que sacudió las expectativas de los expertos. Pero lo mejor estaba por llegar: en la segunda carrera de la temporada, en Estoril (Portugal), Martín logró su primera victoria en MotoGP, un hito histórico para cualquier joven piloto que acaba de llegar a la categoría. Aquel triunfo, en su primer año, fue una señal clara de su enorme talento.
Jorge Martín no dejó de progresar hasta convertirse en un claro candidato a ser campeón del mundo. De hecho, estuvo muy cerca de conseguirlo el año pasado, momento en el que se inició su rivalidad con Bagnaia. Una lucha infernal de tú a tú que acabó con el italiano como campeón.
No se rindió 'Martinator' y ahora está a un paso de ganar su primer Mundial de MotoGP. Lo tiene todo de cara y le basta finalizar por delante de Pecco Bagnaia en la carrera esprint para arrebatarle la corona. Sería la guinda a su gran papel con Pramac antes de marcharse a Aprilia.