Emociones encontradas en un fin de semana en el que Marc Márquez cierra la etapa más importante de su carrera profesional después de ganar seis títulos de MotoGP con el equipo Repsol Honda antes de poner rumbo al equipo Gresini Racing con la esperanza de volver a recuperar ese espíritu ganador de antaño. Los últimos tres años no han sido fáciles para él. Cuatro operaciones en su brazo derecho para sortear la retirada dieron paso a una moto que había perdido la competitividad.
El podio de este sábado fue la antesala a una cena en la que las lágrimas y los abrazos fluyeron con los discursos de despedida. “Cuando ves lágrimas en los ojos de una persona como Alberto Puig y en los jefazos de Honda, te emocionas y se te remueve todo el cuerpo. Me he sentido siempre muy querido en el equipo Repsol Honda. Alberto ha sido una persona muy especial en estos últimos años y me ha aportado muchísimo”, destaca Márquez, que no cierra la puerta a un posible regreso.
“Nos hemos dicho hasta luego, porque nunca me gusta cerrar puertas. Espero que me queden muchos años de carrera deportiva, así que nunca se sabe. No me cierro ninguna puerta para el futuro, ni de Honda ni de ninguna otra marca, porque nunca lo he hecho y sería un error. Uno de los principales objetivos cuando comenzamos a hablar de separar nuestros caminos fue que ninguna de las dos partes iba a tensar la cuerda porque tenemos una relación de mucho respeto. Ambas partes sabemos que quizá en un futuro nuestros caminos vuelvan a juntarse. Si yo doy gas en pista, más puertas tendré abiertas. ¡Que nos quiten los bailado! Soy consciente de que será el equipo y los colores con los que más habré ganado en mi carrera deportiva porque, por mucho que me vaya bien, dudo que pueda ganar seis títulos más”, se sincera antes de comenzar este martes una etapa que se antoja crucial para sus intereses con el foco puesto en volver a ganar al menos un par de título más para poder superar los nueve entorchados de Valentino Rossi.
“El objetivo para la próxima temporada es volver a disfrutar y sonreír. Esto no significa ganar un título, sino sacar la cabeza por delante más constantemente. Este será uno de los objetivos, pero antes necesito ir paso a paso y tiempo. Necesito tomarme las cosas con calma y evadirme de toda la expectación. Ahora no estamos en las condiciones de pensar en títulos. Llevo dos años sin ganar una carrera y ahora toca construir desde abajo”.
Márquez se muestra optimista vista la progresión de su hermano Álex esta temporada, la primera con el Gresini Racing, aunque también sabe que debe ser prudente después de pilotar 11 temporadas la misma moto y trabajar con el mismo equipo humano.
“Lo principal es entender la moto y adaptarme. Vengo de pilotar 11 años la misma moto y de cuatro operaciones los tres últimos años. Aunque hayas ganado mucho en el pasado, esto afecta a tu confianza y te planteas muchas dudas en tu cabeza. Tengo que ir construyendo poco a poco porque también será un gran cambio el equipo humano porque llevo 12 años trabajando con el mismo grupo humano. Será un gran cambio”, zanja el español, al que le espera mucho trabajo por delante para volver a recuperar la sonrisa.