Hizo todo lo que estaba en su mano para proclamarse campeón del mundo de MotoGP, pero el título tendrá que esperar hasta Valencia. Pecco Bagnaia sumó su séptima victoria del año en Sepang, aunque la tercera posición de Fabio Quartararo alarga la pelea por la corona de campeón hasta la última cita de la temporada. El italiano sólo necesitará sumar dos puntos en el circuito Ricardo Tormo de Cheste para entrar en la historia de Ducati y, de esta forma, suceder a Casey Stoner 15 años después. El que se marcha de Malasia sin opciones matemáticas es Aleix Espargaró, que terminó décimo tras un encontronazo con Franco Morbidelli en la última posición. El español tendrá como objetivo en Valencia conservar la tercera posición en la clasificación general porque Enea Bastianini, segundo en el circuito malasio, le pisa los talones y su distancia es de sólo un punto.
Bagnaia, que partía noveno, se la jugó en la salida y se situó segundo antes de afrontar la primera curva. También Fabio Quartararo hizo una gran remontada, pese a sufrir una fractura en el dedo corazón de su mano izquierda. El francés pasó de la duodécima a la quinta posición, situándose en el grupo de cabeza comandado por Jorge Martín. El español, que partía desde la pole, aprovechó su posición de privilegio para intentar la escapada y logró tener una ventaja de 1,2 segundos hasta que en la séptima vuelta se fue al suelo.
Con Martín fuera de combate, Bagnaia tomó la cabeza de la carrera hasta que Enea Bastianini le superó de forma sorprendente a falta de nueve vueltas para el final. El líder de Ducati volvió a recuperar el control a falta de cinco giros para el final, pero el que será su compañero de equipo la próxima temporada no se despegó de él y le metió presión en la última vuelta mientras las caras en el box de la fábrica de Borgo Panigale palidecían por momentos.
Con su séptima victoria del año, ahora Bagnaia necesita terminar decimocuarto en Valencia si Fabio Quartararo gana la carrera. Una situación casi imposible, pero cosas más raras hemos visto.