Marc Márquez (Cervera, España; 1993) llegó al Mundial de MotoGP 2020 con el objetivo de ganar su quinto título consecutivo de mejor piloto del planeta. Sin embargo, una dura caída en Jerez y un error a la hora de planificar su recuperación torcieron por completo su trayectoria. Comenzó entonces el infierno del número uno, que llegó a ser intervenido del húmero en tres ocasiones y que, desde entonces, no ha conseguido ni terminar entre los tres mejores pilotos de la clasificación general.
El 19 de julio de 2020 quedará marcado en la retina de Marc. Jerez vivió por momentos una de las mejores remontadas nunca vistas en el circuito. Puede incluso que tampoco se hubiese disfrutado de algo similar en ninguno de los escenarios que componen el calendario. Márquez llegó a ir en la posición 16, pero tras recuperar velocidad y seguridad se colocó en la tercera plaza.
Márquez arriesgó. Un verbo intrínseco en el método del piloto cuando se sube a la moto. Sin embargo, en aquella ocasión la suerte quiso que esos riesgos tuvieran consecuencias negativas. Cuando rodaba tercero, un mal gesto de la moto lanzó a Marc Márquez por los aires y le provocó una dura caída con posterior lesión. El catalán no pudo seguir compitiendo y tuvo que ser intervenido.
El de Cervera se rompió el húmero y decidió pasar por quirófano. Solo seis días después, y con el visto bueno de los médicos, se volvió a subir a la moto para el Gran Premio de Andalucía. Pero tras unos pequeños intentos en la jornada de rodaje, Márquez se dio cuenta de que no estaba preparado. Finalmente renunció y, días después, se confirmó que sufría una nueva lesión de estrés que agravó su situación.
Era, esta vez sí, el inicio de su gran infierno. Dos semanas después de la caída, Marc Márquez fue operado por segunda vez. La baja para Brno era fija. Lo peor estaba por llegar. El mes de agosto le dejó fuera y la gran incógnita ya no era cuándo volvería, sino cómo lo haría. En diciembre, nuevamente y tras unos supuestos malos movimientos en casa, fue operado por tercera vez. Esta ocasión la intervención duró más de 10 horas y el parte médico confirmó que se perdería parte de la temporada 2021.
Miedo a la retirada
Marc lo pasó mal. No podía casi ni abrir una botella de agua. Y, de esa manera, fue imposible frenar los peores pensamientos. Se planteó la retirada, si volvería a subirse a la moto, si podría mover el brazo como se había acostumbrado toda su vida. Todo se lo planteaba después de tres operaciones. Sin Mundial 2020, el objetivo pasó a estar en reaparecer cuanto antes en 2021.
El de Repsol Honda se perdió las primeras carreras. Los rumores sobre si el equipo ficharía a un sustituto estallaron. Él, mientras tanto, esperaba en su casa trabajando con su grupo más cercano para volver de la mejor manera. Y por fin, en Portugal, hizo su reaparición la temporada 2021. Márquez corrió 14 de las 18 carreras. En cuatro de ellas logró el podio. En tres se trató de una primera posición: Alemania, las Américas y Emilia-Romaña.
2022, nueva vida
Sin embargo, una caída le impidió terminar el Mundial. Lo peor, además, es que volvió a sufrir una diplopía que en 2011 ya puso en jaque su participación. El infierno volvía para Márquez. Las dudas para el Mundial 2022 le acompañaron. Pasaron entrenamientos, dudas y cábalas sobre cuándo regresaría. Y por fin, este 2022, pudo iniciar la temporada.
Márquez no ha vuelto a ser el mismo. No lidera la clasificación y en las tres carreras que ha podido disputar no ha logrado ningún podio. Pese a ello, ni las lesiones que ha tenido ni el miedo a recuperar esa diplopía a la mínima caída le han frenado. Márquez confía en sus opciones de pelear por el título esta temporada. Y Jerez, donde empezó la tortura que le atormenta desde 2020, puede ser el punto de inflexión.
[Más información - Honda confía en Marc Márquez: "Cambiarle no es ninguna solución"]