Valentino Rossi ha vuelto a protagonizar un feo gesto un año después del incidente de Sepang, donde dio una patada a Marc Márquez. Un episodio que terminó con el piloto español rodando por los suelos, lo que provocó que el italiano fuera sancionado con la última posición en la parrilla de salida de la última carrera de la pasada temporada que se disputó en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. El trazado valenciano ha sido testigo este fin de semana de otro feo gesto de Il Dottore.
El paddock, esa zona de los circuitos donde se agolpan los fans para conseguir una foto o un autógrafo de sus ídolos cuando los pilotos entran o salen de sus hospitalties, se encontraba a rebosar el sábado. Los hechos sucedieron cuando Valentino Rossi, que circulaba con su scotter junto con Alen Bollini, su jefe de prensa en Yamaha, se encontró con una aficionada que estaba de espaldas haciendo fotos con un palo de selfies y que no se percató de su llegada. El piloto italiano, para poder seguir su camino, le dio una patada y un codazo para quitársela de en medio. Un gesto lamentable en el que volvió a sacar su pierna a pasear.