Piastri se lleva la victoria con solvencia en el GP de Baréin en una carrera aciaga para Carlos Sainz y Fernando Alonso

No ha saltado la sorpresa en Oriente Medio y Oscar Piastri se ha llevado la victoria en el Gran Premio de Baréin en una carrera que dominó de principio a fin. El australiano no cometió ningún error: tras hacer una buena salida supo mantener a raya a George Russell y lideró la carrera sin ningún sobresalto.

Su compañero al otro lado del box, Lando Norris, se quedó con la miel en los labios después de obrar una gran remontada. El británico salió desde la sexta posición y tras realizar una gran salida consiguió ponerse tercero en las primeras curvas. Sin embargo, su carrera fue condicionada desde la salida puesto que recibió una sanción de 5 segundos por estar algo adelantado durante la salida.

En las últimas vueltas consiguió adelantar a Charles Leclerc en una gran disputa con el monegasco y estuvo muy cerca de arrebatarle la segunda posición a un George Russell que puede ser sancionado por haber abierto el DRS cuando no estaba en la zona habilitada para ello.

Le faltó picardía al piloto principal de Mercedes y se lo hizo saber a su ingeniero por radio, por lo que previsiblemente será sancionado por dirección de carrera. Charles Leclerc volvió a ganarle la batalla a un Lewis Hamilton que realizó una sólida carrera pero resultó insuficiente para luchar por el podio.

Verstappen, una vez más, salvó los muebles y consiguió un meritorio sexto puesto tras adelantar a Pierre Gasly a falta de una vuelta para el final del Gran Premio. De nuevo los pilotos españoles sufrieron la falta de rendimiento de sus monoplazas: Fernando Alonso fue 16º mientras que Carlos Sainz tuvo que abandonar tras un golpe con Tsunoda.

Una mala jornada para los españoles

Carlos Sainz protagonizó una gran actuación desde el inicio, colocándose sexto tras la salida y librando intensas batallas con varios pilotos, entre ellos Max Verstappen y Lewis Hamilton. Sin embargo, su carrera se vio comprometida tras un incidente con Yuki Tsunoda. El japonés lo tocó, causando daños en los pontones de su monoplaza. A partir de ahí, el ritmo se desplomó, recibió una sanción y, finalmente, tuvo que retirarse.

Algo parecido sufrió Alonso. El asturiano probó una estrategia diferente, salió bien y comenzó una batalla contra los elementos que jamás ganará. No se acercó a los Haas, no consiguió defenderse de los Williams, y tras el coche de seguridad cayó a las posiciones de cola. El Aston Martin solo es mejor que el Sauber y puede que estén igualados... El 17º final es el resumen de otra carrera para olvidar.