El inicio de la temporada 2024 prometía ser un paseo triunfal para Red Bull, manteniendo la racha dominante que caracterizó su rendimiento el año pasado. Sin embargo, conforme avanzan los Grandes Premios este curso, el equipo austriaco ha visto cómo su ventaja inicial se desvanece.
El RB20, el monoplaza del equipo este año sigue siendo una máquina competitiva, pero se ha sido superada en varias ocasiones por rivales como McLaren, lo que ha generado preocupación dentro del equipo. Parte de esta inquietud se debe a la pérdida de una de las figuras clave en su éxito: Adrian Newey.
Paul Monaghan, ingeniero jefe de Red Bull, ha expresado su pesar por la salida de Adrian Newey, señalando que su ausencia podría estar relacionada con los problemas recientes que enfrenta la escudería.
Monaghan destaca que, aunque la RB20 conserva muchas de las fortalezas de su predecesora, la RB19, la competencia ha logrado cerrar la brecha significativamente. "Nuestra máquina sigue siendo competitiva y comenzamos la temporada de manera fuerte, pero ahora estamos bajo mayor presión", explicó Monaghan.
El ingeniero jefe de la escudería austríaca reconoció que el equipo enfrenta los mismos desafíos que otros en la parrilla, con la diferencia de que en años anteriores, siempre encontraban una solución gracias a la intervención del gurú de la aerodinámica que este año se desvinculó del equipo de F1 hace ya varios meses.
La RB20 fue diseñada siguiendo el legado de la RB19, pero en un entorno donde las regulaciones técnicas ya han alcanzado cierta madurez, lo que ha nivelado las prestaciones entre las distintas escuderías.
Monaghan admite que, aunque el equipo cuenta con un talentoso grupo de ingenieros, es inevitable sentir la falta del "toque mágico" de Newey, quien tenía una capacidad única para identificar y resolver problemas de diseño que otros no podían. "Siempre sabía cómo resolver los problemas", comentó Monaghan, dejando claro el vacío que ha dejado el británico.
Por su parte, la situación con los pilotos tampoco ayuda. Max Verstappen, aunque sigue siendo una garantía de rendimiento, ha cometido algunos errores que reflejan la creciente competencia.
En cuanto a Sergio Pérez, su desempeño ha sido inconsistente, hasta el punto de poner en duda su permanencia en el equipo, a pesar de tener un contrato renovado. Esta situación agrava la crisis interna de Red Bull, que debe afrontar la presión de mantener su estatus sin contar con el apoyo de quien fue su pilar en los últimos años.
Aston Martín, a la espera
En este contexto, la decisión de Newey, aún por anunciar, de unirse a Aston Martin cobra aún más relevancia. El proyecto liderado por Lawrence Stroll no solo es ambicioso, sino que ha logrado atraer al ingeniero más exitoso en la historia de la Fórmula 1.
Con un contrato que se estima en cien millones de dólares por cuatro años, Newey no solo recibirá una generosa compensación económica, sino también autonomía total para liderar el desarrollo del equipo, un factor clave en su decisión de dejar Red Bull.
La oferta de Stroll no solo se centró en lo financiero, sino en garantizarle a Newey un entorno donde pueda trabajar con la exclusividad y confidencialidad que tanto valora.
Además, la alianza de Aston Martin con Honda a partir de 2026, como proveedor exclusivo de unidades de potencia, ha sido otro atractivo para el ingeniero británico, quien ve en esta colaboración una oportunidad de llevar al equipo al más alto nivel.
La visita secreta de Newey a las nuevas instalaciones de Aston Martin en Silverstone, junto con la visión clara y determinación de Lawrence Stroll, fueron decisivas para que el ingeniero aceptara el desafío de intentar ganar un campeonato con una cuarta escudería.
Aston Martin, por su parte, se posiciona como un contendiente serio para los próximos campeonatos, respaldado por una inversión multimillonaria y una visión ganadora que ha logrado captar el talento de primer nivel como Adrian Newey.
Stroll, conocido por su ambición y capacidad para atraer a los mejores, ha demostrado ser un visionario que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para llevar a su equipo a la cima.
La salida de Newey de Red Bull marca el fin de una era, pero también el comienzo de una nueva etapa en Aston Martin. La Fórmula 1, un deporte donde los detalles marcan la diferencia, está a punto de presenciar lo que podría ser uno de los movimientos más significativos de los últimos años. Red Bull echa de menos a su genio creativo, por la misma razón por la que Aston Martin celebra su llegada: "Siempre tiene la solución".