Hay Mundial de Fórmula 1. McLaren ha conseguido dar emoción al campeonato y trasladar la incertidumbre a Red Bull con su doblete conseguido en Hungría. Lo lideró Piastri por delante de Norris y con Hamilton cerrando su podio número 200, aunque el orden de las dos primeras posiciones no estuvo claro hasta el final de la carrera. La escudería de Woking pidió a Lando que le devolviera la posición tras haberla ganado con la parada en boxes y el británico no cedió hasta las últimas vueltas. [Así hemos vivido la carrera del GP de Hungría].
Cambio de color del Mundial para la segunda parte de la temporada. Pinta a naranja lo que antes era azul oscuro. Aunque para teñirlo por completo deberán reunirse y zanjar las tensiones escuchadas por la radio de Norris. El británico, que por quinta vez salía desde la pole y por quinta vez no llegó líder a la primera curva, se vio beneficiado de una estrategia orquestada y pasó a liderar de manera provisional.
McLaren le pidió que devolviese la posición a Piastri. Nunca se sabrá si la cabeza de Lando estaba por la labor desde el principio. Lo que se vio sobre la pista, como el algodón, no engaña. Norris, lejos de dejarle pasar, abrió más hueco con Piastri y llevó la situación al límite para tratar de forzar un error del australiano que le dejara en cabeza de carrera.
Los mensajes por radio se sucedían en busca del relevo de posiciones. "Recuerda las reuniones de los domingos, Lando. No ganarás el Mundial tú solo, necesitas a Piastri y al equipo". Finalmente, a tres vueltas de la final, Lando le dejó pasar en la recta principal mientras Verstappen perdía los nervios. El neerlandés minimizó daños con un quinto puesto que pudo acabar en saco roto.
Salió tras su parada por detrás de Leclerc, al que se quitó con relativa facilidad, y fue a por el último escalón del podio, en ese momento posesión de Hamilton. La estrategia le obligó a forzar sobre el asfalto y acabó volando por los aires. Enfadado con sus ingenieros. "Estoy tratando de recuperar lo perdido con la mierda de estrategia".
Se tiró desde el más allá para adelantar a Hamilton al final de la recta principal y ambos acabaron tocándose. La parte trasera del Red Bull voló, literalmente, pero la suspensión no quedó daña. Sin embargo, cedió la cuarta posición con Leclerc y a punto estuvo de hacer lo propio con Sainz, que finalmente cruzó la meta en sexta posición.
El piloto de Ferrari deambuló en tierra de nadie a lo largo de toda la carrera. Sin pelea alguna. Realizó una buena salida, pero quedó ahí. Mejor en cualquier caso que Fernando Alonso. Su rendimiento el sábado prometía alcanzar puntos, pero Russell y Pérez le dieron caza, y Tsunoda, con una estrategia a una parada, se coló por el medio.
En el tramo final dejó pasar a un Stroll cuyos neumáticos, con mejor vida, le permitieron tratar de dar caza a Tsunoda. Finalmente, no lo consiguió. Aston Martin cierra Hungría con un solo punto. No es el final esperado para un gran premio en el que han dado un ligero paso adelante.