Max Verstappen se vio en el Gran Premio de Australia en un escenario distinto al que está acostumbrado a experimentar. El piloto neerlandés tuvo que abandonar la carrera en los primeros compases de la misma debido a un fallo mecánico que echó por tierra sus opciones de conseguir su tercera victoria esta temporada.
En un inicio, en los mentideros de la Fórmula 1 se llegó a comentar que la reacción del piloto con su equipo no había sido precisamente agradable. De hecho, una conversación de radio en el momento de pararse invitaba a pensar en ello, pero ahora ha sido el propio Christian Horner el que se ha encargado de desmentir esta versión y contar otra bien diferente.
El jefe de Red Bull, en unas declaraciones al portal Racing News 365, quiso dejar claro que Max Verstappen fue muy amable con todo el equipo y que su reacción en el momento de abandonar la carrera no fue en absoluto desproporcionada.
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"Fue realmente bueno. Fue muy amable con el equipo. Como él mismo me señaló, fue en Australia 2022 la última vez que no terminó la carrera debido a un fallo mecánico", aseveró Horner en su entrevista tratando de apagar el posible fuego.
Precisamente, sobre esta gran racha de carreras sin sufrir averías, el jefe de Red Bull sacó pecho: "Es un récord impresionante, pero no nos da excusas para Australia y es algo de lo que vamos a aprender. Eso sí, muestra lo medido que es Verstappen, ganas como equipo y pierdes como equipo", aseveró el mandamás.
Además, Horner siguió en su explicación y resaltando la manera de actuar que tuvo Verstappen cuando supo que no iba a poder seguir en carrera: "Fue muy amable en el garaje, apoyó mucho al equipo y se acercó al muro de boxes y le pareció bien. Obviamente estábamos tratando de entender cuando entró en el pit lane si se trataba de un incidente de retirada de carrera".
No cambia los planes
Este abandono de Max Verstappen en el pasado Gran Premio de Australia supone tan sólo una pequeña mancha en el brillante currículum que viene firmando el piloto neerlandés durante los últimos tiempos.
El de Red Bull sigue mandando en la Fórmula 1 con puño de hierro y no hay nadie que sea capaz de plantarle cara. Lo demostró el año pasado, y lo está haciendo también en este arranque de la nueva temporada porque ganó cómodamente los dos primeros Grandes Premios.
Ahora la hoja de ruta no cambia lo más mínimo y en Red Bull saben que no van a tener que hacer milagros para que el coche siga siendo el más rápido de largo de toda la parrilla. Del abandono de Verstappen se benefició Carlos Sainz, que en el año en el que tiene que reivindicarse para encontrar nuevo equipo, volvió a ser el único capaz de brillar en la tiranía de Red Bull.