El adiós de Fernando Alonso y Alpine está cada vez más cerca. Apenas faltan unas semanas para el piloto y la escudería separen sus caminos una vez más. Y por delante todavía quedan dos carreras. Una despedida dura para los partes, pero que no ha estado acompañada de los resultados que se esperaban en 'El Plan'.
No han sido las dos mejores temporadas de Fernando Alonso en la parrilla de la Fórmula 1, pero no ha sido por él. El español ha mostrado un gran pilotaje a los mandos de su monoplaza, sin embargo, una y otra vez la mala suerte se ha cebado con el español debido a los fallos de su coche.
Aún así, Alonso es de esas personas que siempre se exigen el máximo sobre la pista. De esos que ansían ganar y aunque no lo consigan siempre da todo, pero hay veces que no se puede luchar frente a las tempestades solo. Y eso es lo que ha pasado en la escudería de Enstone.
Sin embargo, el asturiano no se va a marchar de cualquier manera de Alpine. Él lo dará todo en los dos últimos Grandes Premios, el de Brasil y el de Abu Dabi. Dos citas donde pondrá al servicio de Alpine sus manos a los mandos del volante. Un adiós que Fernando Alonso tratará de que sea por todo lo alto.
Pese a encontrarse con los problemas dentro de su equipo nuevamente en el trazado de Interlagos, donde Esteban Ocon le hizo perder gran parte de sus opciones en la carrera al sprint, luchará por realizar otra exhibición a los mandos del Alpine. Una manera de cerrar su ciclo de dos años de la mejor manera posible.
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El Mundial de Constructores
Con prácticamente todo decidido en la Fórmula 1. Todavía queda algún que otro frente abierto para Alpine y sus pilotos. El Mundial de Constructores es su principal lucha en estados dos últimas carreras, ya que mantienen una durísima pugna con McLaren por la cuarta plaza.
A priori, Fernando Alonso será uno de los grandes protagonistas en esa ardua batalla. Los franceses dominan por una exigua renta la cuarta posición, sin embargo, no deben descuidarse ante Lando Norris y Daniel Ricciardo. Para ello, es necesaria la cooperación entre el español y su compañero Esteban Ocon.
Además, el dos veces campeón del mundo llega completamente motivado a las dos últimas citas y en Brasil tratará de desquitarse de los problemas que le han azotado en las últimas carreras. En el Gran Premio de México no pudo terminar debido a los fallos del motor de monoplaza y en el de Estados Unidos se vio afectado por un golpe de Lance Stroll.
Así que Fernando Alonso buscará lamerse las heridas en el trazado de Interlagos. Pese a que no le han salido las cosas como esperaba a la hora clasificar en el Gran Premio de Brasil tras su incidente con Ocon, intentará desquitarse del mal sabor de boca que le ha azotado en sus últimas carreras.
Y sorprendentemente se mostró contento con el rendimiento del coche pese a lo ocurrido y mantuvo cierto optimismo de cara a la carrera del domingo. Aseguró que, con una "buena salida" y una "buena estrategia", podría acabar "sexto o séptimo" porque su monoplaza fue "sorprendentemente rápido".
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Una prueba de fuego para Alpine a la hora de cerrar su cuarta posición en el Mundial, donde saldrán con todo contra sus rivales, que han conseguido dar el primer paso al sumar tres puntos en la carrera al sprint gracias a Lando Norris.
Adiós con buenas sensaciones
Pese a que Fernando Alonso se va a despedir de Alpine con una amargura mucho mayor de la esperada, ha sido capaz de volver a ilusionar con su buen rendimiento sobre la pista. Pese a tener 41 años, se ha mostrado como uno de los pilotos más fiables del campeonato.
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Su problema ha sido, única y exclusivamente, la poca fiabilidad que ha sido capaz de proporcionarle su escudería a lo largo de todas las pruebas del campeonato. Como él mismo ha reconocido, todos ellos fallos en el monoplaza le han penalizado con más de 60 puntos en el Mundial.
Pese a su cercano adiós, tanto un lado como otro intentará despedirse por todo lo alto para cerrar un regreso a la Fórmula 1 del español marcado por los constantes vaivenes del coche. Para ello, es imprescindible que las dos partes aporten lo mejor de sí mismas.
En el caso de Fernando Alonso, eso es innegable. Él nunca se ha dejado ir y su voraz hambre siempre ha marcado su papel dentro del mundo del automovilismo. Quedando dos carreras, su postura no va a ser menos, por lo que se espera una nueva batalla en Brasil por hacer las cosas bien. Para ello le tocará remontar desde la decimoquinta posición, algo que ya está acostumbrado a hacer en estos dos últimos años.
Por su parte, Alpine buscará darle un coche fiable y que le permita aguantar durante todos y cada uno de los giros que realice en Interlagos. Ese ha sido el gran problema de la escudería, pero con la necesidad de amarrar esa cuarta posición se antoja casi obligatorio un paso adelante por su parte en este tramo final de campeonato.
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Por lo tanto, si ambas partes son capaces de enseñar su mejor cara en Brasil y, posteriormente, en Abu Dabi las sensaciones serán las mejores antes de decir adiós de manera definitiva a una unión que está a punto de romperse. Fernando Alonso se irá a Aston Martin y en su lugar llegará Pierre Gasly. Dos caminos que se separan, pero aún pueden completar la última misión en el campeonato.