Dietrich Mateschitz, el fundador de la bebida energética Red Bull, falleció este sábado a los 78 años de edad. El magnate austriaco no pudo superar la batalla contra una enfermedad terminal que le venía mermando desde hace mucho tiempo y murió dejando tras él una carrera empresarial exitosa y una gran trayectoria vinculada con el mundo del deporte.
La revista Speed Week, propiedad de Red Bull, confirmó la muerte del empresario después de todos los rumores que se habían vertido sobre su figura en los últimos tiempos. Se conocía que su estado de salud atravesaba por un momento delicado, aunque desde la marca declinaron hacer cualquier tipo de declaración pública y pidieron respeto e intimidad para él.
Mateschitz se marcha dejando una marca reconocida a nivel mundial y una estrategia de marketing que le hizo meterse de lleno en el deporte. Red Bull cuenta con una gran vinculación con el mundo del motor, especialmente en la Fórmula 1, pero también con los deportes extremos y con el fútbol, donde tres equipos en diferentes ligas del mundo compiten bajo la denominación de esta marca.
Delicado estado de salud
Desde hace unos días, por el paddock de la Fórmula 1 se comenzó a deslizar la información acerca del estado de salud de Dietrich Mateschitz. Los rumores apuntaban que se encontraba en un mal momento, débil por su constante lucha desde hace más de un año contra una enfermedad de larga duración que no tenía vuelta atrás. Así, este sábado esos rumores se convirtieron en ciertos y se confirmó el fallecimiento del austriaco.
Desde hacía tiempo el empresario no comparecía en público. Se había reservado de aparecer en actos y desde Red Bull incluso llegaron a pedir respeto sobre su figura, ya que declinaron hacer cualquier tipo de comentario al respecto al tratarse de una cuestión privada.
En 1984, Mateschitz fundó la marca Red Bull. En aquel momento, un producto tan novedoso como esta bebida energética lo acompañó de una fuerte estrategia de marketing que le hizo posicionarse en diferentes campos con el paso del tiempo. Tanto, que según los informes de Forbes, se marcha siendo la persona con mayor poder económico de toda Austria con una fortuna que se valora en unos 16.500 millones de dólares.
Apasionado de los deportes de riesgo, la marca Red Bull lleva muchos años acompañando a este tipo de actividades en forma de patrocinios. Sin embargo, ha ido mucho más allá y las inversiones en otros deportes, especialmente los vinculados con el motor, han sido grandes.
En 2004 cogió las riendas del equipo Jaguar en la Fórmula 1 y más tarde terminó convirtiéndolo en Red Bull Racing, uno de los equipos más potentes de la parrilla del campeonato. Sus triunfos en los últimos años a cargo de Sebastian Vettel y Max Verstappen avalan la inversión realizada en este campo.
Pero sus lazos se extienden mucho más allá. Red Bull es propietaria de tres equipos de fútbol en diferentes países, el RB Leipzig, el Red Bull Salzburgo, ambos compitiendo en Champions League, y los New York Red Bulls, amén del conjunto de hockey sobre hielo EHC Red Bull Múnich. Recientemente, la marca también levantó expectación con su aparición en el casco del ciclista Wout Van Aert, uno de los mejores corredores del pelotón.