Fernando Alonso llegaba a Bahrein sin hacer mucho ruido. Protagonista en España por su regreso a los circuitos de Fórmula 1, pero para la mayoría sin demasiadas opciones ante las potencias de Hamilton, Verstappen o incluso su compatriota Carlos Sainz, que quiere optar al título subido a su nuevo Ferrari. Sin embargo, el piloto asturiano sabía que podía dar guerra. Y la dio en una jornada de clasificación marcada por la tensión, la igualdad y por el golpe del piloto de Alpine.
Alonso fue mejorando paulatinamente y terminó la Q3 con un gran resultado. El asturiano logró un buen tiempo en la Q1, donde su compañero Ocon quedaba eliminado mientras él se marchaba con un puesto en la séptima posición. Sin destacar, pero presente entre los más rápidos de Bahrein. La Q2, por lo tanto, podía pintarse como la fase de eliminación para Alonso, pero de nuevo volvió a dar la talla. Manteniéndose siempre al ras, el piloto de Alpine se metió en la Q3 en la que no estaban otros favoritos como Pérez. Entraba justito, pero lograba su presencia en el último tramo.
Y en la Q3 llegó su gran confirmación. Lo más difícil ante los caballos ganadores de Hamilton y Verstappen. Este último daría la sorpresa para llevarse la pole en una gran batalla con Lewis Hamilton. Sin embargo, la guerra también estaba en la zona baja. Ahí Alonso logró el noveno puesto, quedándose a unos segundos su compatriota Carlos Sainz, que aunque sin quedar arriba también terminaba con buenas sensaciones. El 01' 30'' 595 de Alonso era suficiente: noveno en su vuelta a la Fórmula 1 y, lo que esperaba ser un escenario de pruebas, se convirtió en el circuito donde el asturiano volvió a saborear el éxito -a su manera-.
"Muy contento porque todo el fin de semana ha sido difícil. Tenía poca confianza en la parte trasera del coche. Sabía que iba a tener un reto, ha ido mejor de lo esperado. La primera crono del año nunca sabes donde estas, quinto o 17. Podías estar en cualquiera de los dos. Contento por ir progresando y mañana me toca una carrera, no de test, pero de muchas cosas de primera vez: primera salida, primera curva... Una cosa es entrenarlo y otra hacerlo en carrera. Voy a volver a hacer muchas cosas", recordaba al término de la clasificación en DAZN.
Advertencia cumplida
La jornada del viernes fue bastante buena para Fernando Alonso. El asturiano siempre ha sido muy claro y ante los medios lo volvió a repetir. Llegaba repleto de dudas. La edad, el tiempo, el coche. Podía ser un juguete roto. Un fracaso. Un proyecto que podría tardar en volver a obtener buenos resultados. "Oxidado", le decía al propio Carlos Sainz al terminar la clasificación. Y es que Alonso ha estado envuelto en el constante debate de su edad.
Hace unos días criticaba que se le pusiera en duda por ser un veterano. Apenas le saca unos años a Hamilton, el número uno, y a él nadie le preguntaba. "El tipo que domina el deporte tiene 36 años, así que no es que yo tenga 20 años más. No soy tan mayor como para que se repita tanto esta pregunta".
Tras las pruebas del viernes, Alonso dejó ver cierto optimismo. Y avisaba: "Tenemos algo guardado en el bolsillo". Es advertencia se cumplió el sábado. Luchó en la Q1, lo mismo en la Q2 y logró el noveno puesto en la clasificación del domingo. Consciente de que todo puede volverse negro en el Gran Premio, la carrera particular de Alonso está en no cometer errores y salvar los errores del que vuelve tras tanto tiempo.
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