El Gran Premio de Australia fue mucho más accidentado de lo esperado. Sin duda alguna, más allá de los choques que se produjeron durante la carrera y que dejaron a varios monoplazas fuera de combate, la invasión de pista producida antes de que se terminase la prueba ha causado estupor dentro del mundo del automovilismo.
Aún así, una de las imágenes más sorprendentes en Australia la dejó un aficionado. Will Sweet tuvo el infortunio de ver cómo un trozo de coche impactaba sobre su brazo. Fue tras el accidente de Kevin Magnussen, que se estrelló con el muro. El piloto de Haas rompió la rueda trasera de su monoplaza y provocó que varios proyectiles del vehículo saliesen disparados más allá de la pista.
La mala suerte se cebó con este aficionado. Un trozo del Haas acabó impactando en su brazo y le produjo un corte de considerable magnitud. Debido a ello, tuvo que ser atendido por los servicios médicos que estaban en Albert Park. Pese a todo, Will Sweet presumió de su herida de guerra, que finalmente fue provocada por parte del neumático de Magnussen.
La FIA ya está investigando lo sucedido, pues el trozo de rueda del Haas voló más de 20 metros y superó las vallas de seguridad que hay en el circuito. Una acción que pudo acabar mucho peor tal y como aseguró el propio Sweet en unas declaraciones a 3AW Radio.
"Magnussen sale volando por la pista y luego, de repente, algo me golpea en el brazo y un montón de gente empieza a correr, a trepar", explicó Sweet, que estaba en la colina cerca de la curva 2 con su prometida y amigos. "Me dio un golpe en el brazo y estaba parado allí sangrando. Mi brazo cubría donde habría estado mi cuello, pero si eso hubiera golpeado a mi prometida, le habría dado justo en la cabeza", recalcó.
"Cuando recogí el trozo de rueda, alguien más logró dejarme sacarlo, me di cuenta de lo grande que era y de lo pesado que era. Parte de ella estaba triturada y muy afilada, si me golpeó en un ángulo diferente, podría haber sido horrendo. Nadie incluso vino y miró. Mi prometida estaba bastante asustada y al borde de la conmoción", concluyó.
Investigación en marcha
"Disponemos de un gran número de cámaras de videovigilancia y de una gran cantidad de imágenes que tenemos que examinar a lo largo de las próximas dos semanas", declaró el director de la prueba a la cadena australiana ABC. "El automovilismo es peligroso, podría haber sido terrible", añadió.
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) convocó a la organización de la prueba para pedirle explicaciones, estimando que el incidente constituye una grave violación del código deportivo.