"A ver si no acaba ganándolo al final...". Esas eran las palabras de Carlos Sainz en referencia a Sebastien Loeb antes de marcharse del Rally Dakar tras confirmar que no podía seguir en carrera por los daños sufridos en su Audi en la novena etapa. Si alguien sabe de este deporte y de esta carrera es el campeón español. Y se ha vuelto a demostrar.
Sebastien Loeb se ha llevado la victoria en la décima jornada de la carrera, la primera que se celebraba en el temido mar de dunas que es el Empty Quarter, uno de los desiertos más desconocidos del planeta. Con este triunfo ya son cuatro los que ha conseguido el francés en la presente edición de la carrera, más que nadie en la categoría de coches.
Por si fuera poco, sigue con su escalada en la clasificación general. Al comienzo de la edición de este 2023, cuando Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel todavía seguían inmersos en la pelea con Nasser Al-Attiyah, muchos dieron por muerto al nueve veces ganador del Mundial de Rallys. Sin embargo, el galo ha ido haciendo su trabajo sin hacer ruido y ahora sueña con una sorpresa que podría llegar en forma de milagro.
Tras los problemas sufridos, Loeb consiguió reparar su Hunter del equipo BRX y aunque estaba a más de una hora de la cabeza, se propuso no tirar la toalla y, de momento, centrarse en ir ganando etapas y que su velocidad y explosividad le fueran recolocando en la general. Un poco lo que esperaba Sainz, sin pensar eso sí en la general, las veces que ha intentado reengancharse a la carrera.
La constancia de Loeb
De hecho, 'El Matador', después de sufrir los problemas de su primer accidente, acarició hasta dos victorias. La primera se fue al limbo porque se paró a ayudar a su compañero Mattias Ekström que sufría problemas con su suspensión. La segunda, que sí consiguió materializar, la perdió por un problema con una penalización por exceso de velocidad. Ese triunfo fue precisamente a parar a manos de Loeb.
Antes de irse de Arabia Saudí, el español dejó abierta la puerta al milagro y Loeb parece decidido a pelear por esa campanada hasta el final. De momento, ya lleva cuatro triunfos parciales, tres de ellos de manera consecutiva, y ya es tercero en la general acariciando el segundo puesto. Nasser Al-Attiyah tiene en su mano su quinto Touareg, maneja casi 1 hora y 22 minutos de renta sobre el brasileño Lucas Moraes y 1 horas y 43 minutos sobre el propio Loeb, pero en el Dakar todo es posible.
El francés sabe que tiene que seguir apretando al máximo para ser segundo y ahí intentar aprovechar un hipotético problema que le pueda llegar al de Toyota. Lo que no puede permitirse es tirar la toalla sin haberlo intentado y que después llegue ese milagro en forma de avería o accidente de Al-Attiyah y no estar para aprovecharlo. Además, también tiene el reto de seguir sumando puntos para el Mundial W2RC.
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Duelo de estrategas
En la décima jornada de 114 kilómetros repletos de dunas entre Haradh y Shaybah Loeb, que abría pista, se ha aprovechado de las trazas de las motos para ser la referencia de principio a fin y conseguir un nuevo éxito. "Una buena etapa para nosotros, sin problemas ni errores. Era todo dunas, más de 100 kilómetros, por lo que se ha hecho exigente. He estado a gusto con el coche, éramos los primeros en pista, pero con las trazas de las motos hemos podido navegar sin problemas".
Los próximos días en el Empty Quarter se esperan etapas similares por lo que Loeb podría seguir sumando victorias a pesar de tener que abrir pista. Por si fuera poco, Moraes arrastra problemas de salud que este miércoles incluso le han hecho pararse, así que le sobran los motivos para seguir peleando con todo. Otro más son los problemas de amortiguación que están padeciendo los Toyota, en especial Lategan, y que han hecho saltar las alarmas en el bando de un Al-Attiyah que ha puesto el 'modo gestión de carrera' para manejar su renta sin sobresaltos.
Nasser sabe mejor que nadie que lo complicado del desierto llega ahora y que por eso no puede tomar riesgos o de lo contrario dará alas a un Loeb que llega lanzado: "Ahora empiezan las verdaderas dunas. Hoy ha sido un buen test para lo que nos espera. No hemos hecho errores, tenemos buen feeling y el Dakar hasta ahora nos va perfecto. No he apretado ni tomado riesgos, los dos próximos días son clave, con grandes dunas, la etapa maratón".