Fernando Alonso ha huido de Alpine. Solo tres horas más tarde de haber terminado su última carrera con la escudería francesa, el piloto español decidió hacer el traslado de sus cosas hasta el hospitality de Aston Martin. Ni siquiera quiso esperar a este lunes, cuando lo hará la mayoría de pilotos que como el español cambian de escudería.
Será, por ejemplo, el caso de Pierre Gasly, que pasará a ocupar su puesto en el garaje de la marca francesa. O el de Sebastian Vettel, que se marcha de Aston Martin tras haber anunciado su retirada. En el puesto del alemán llega el bicampeón español que parecía tener prisa por decir adiós a su todavía equipo.
La FIA le ha permitido participar en una serie de test que los pilotos realizarán este martes. Él como Pierre Gasly o como Oscar Piastri, estrenará equipo en 2023 y por ello podrá probar su nuevo monoplaza, es decir, el AMR22, pero lo hará con zapatos nuevos. La jornada de pruebas será para testar los neumáticos Pirelli del 2023. Sin embargo, a ellos les servirá para sentarse en sus nuevos monoplazas y empezar a preparar su nueva temporada.
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Hasta que no termine el año no será oficial la llegada de Fernando a la factoría británica. Pero cierto es que desde este martes ya se le podrá ver vestido de verde. Y él ha querido integrarse lo más rápido posible en su nueva familia a la que ha acudido en cuanto ha podido recoger y empaquetar los enseres que había traído hasta Abu Dhabi. Ayudado por personas de su máxima confianza y vestido todavía con los colores de Alpine le ha dicho adiós definitivamente a la casa con la que ganó sus dos títulos.
Otra carrera para olvidar
Alonso no solo abandonó su barco a la mayor prontitud posible. Si no que además lo hizo después de haber consumado sus últimos dos fracasos. El primero era el sexto abandono de la temporada que traía por consiguiente no pelearle la posición a Esteban Ocon en el Campeonato de Pilotos. El francés ha terminado 11 puntos por delante, pero entre ambos han conseguido poner a Alpine en el cuarto lugar del Campeonato de Constructores. Se podría decir que los primeros del resto ya que Mercedes ha terminando en la pelea por el subcampeonato.
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El piloto ovetense pasó por los micrófonos de DAZN para analizar un nuevo desastre, el último ya con Alpine, tras otro fallo de motor que resume a la perfección el calvario que ha sido este 2022 en el que a título individual ha rendido como nunca: "El motor una vez más. Creo que perdía agua y me mandaron parar. Es un poco el resumen del año. Creo que hemos sido rápidos todas las carreras y todo el año, pero han sido seis abandonos".
Fernando no quiso despedirse sin enumerar algunos de los contratiempos que ha tenido este año en un equipo en el que la fiabilidad ha brillado por su ausencia: "En Australia que el coche se rompió en la crono, en Austria que ni arrancó en la sprint race, en Canadá que me quedé sin batería... son nueve o diez abandonos".
Un nuevo proyecto
Sin embargo, Alonso ya mira al futuro y en el futuro está Aston Martin. O mejor dicho en el presente, ya que ya ha hecho la pertinente mudanza y este lunes empezará a preparar todo lo necesario para el martes estar listo y subirse a su nuevo coche: "Tengo ilusión de mañana hacer el asiento, empezar un nuevo proyecto que siempre es ilusionante.
"Será importante, pero no tanto en términos de rendimiento, ya que el coche será muy diferente para todos el año que viene. En cuanto a confort, asiento, volante, botones y cosas que me gustaría cambiar, es genial tener un día así con el coche".
"No creo que nadie en Aston Martin esté mirando mucho a los resultados. Es bueno ver las mejoras, pero creo que este equipo no está para acabar cuarto, quinto o sexto en el Mundial, está para ganarlo y eso es lo que intentaremos en 2023 y 2024 por lo que tengo muchas ganas de que llegue. Será un 2023 con mucha más suerte". Lo cierto es que con peor parece imposible.