Marc Márquez tendrá que pasar por el quirófano por cuarta vez. El gravísimo accidente que sufrió en el Gran Premio de Jerez al comienzo de la temporada de 2020 introdujo al piloto de Cervera en una auténtica espiral de destrucción y malas noticias de la que no ha conseguido salir todavía. Más de dos años después de aquella tragedia, sigue sin haber rastro del mejor Marc y hay claras muestras de estar lejos de recuperarse.
Por ello, al piloto ilerdense no le ha quedado más remedio que pasar por el quirófano por cuarta vez. Marc recibió el consejo de los galenos que han descubierto cuál era el siguiente paso que tenían que dar para terminar con su calvario. Tal y como confesaba el piloto este fin de semana en el Gran Premio de Mugello, esta nueva operación no responde a una prueba ni a un experimento, sino que han descubierto qué es lo que tienen que hacer para corregir de una vez por todas sus problemas para volver a pilotar como lo hacía antes de aquella caída.
Desde aquel accidente, Marc ha vivido una auténtica pesadilla que parecía no tener fin. Ya no solo por los malos resultados deportivos, los largos meses de baja y sus caídas, sino porque nunca ha vuelto a pilotar como le gusta y porque tampoco ha podido correr sin ser torturado por los dolores. Por ello, ha decidido volver a pasar por el quirófano esta semana, aunque eso significaba decir adiós prácticamente a lo que resta de temporada.
Aunque Márquez lo ha estado ocultando, la realidad es que carrera tras carrera ha estado conviviendo con un problema que era insoportable. Él decía que poco a poco mejoraba, que iba encontrando sensaciones, especialmente cuando había un buen resultado que hacía poner el foco en otro punto que no fuera su brazo. Sin embargo, ha sido una masacre física constante ante la que ahora ha dicho basta.
Marc pasará por el quirófano este jueves en Estados Unidos, en la Clínica Mayo de Rochester, en Minnesota. No será ni mucho menos una intervención rutinaria, sino que será todo lo contrario. Tal y como informa el diario AS, el piloto de Honda sufre en estos momentos una desviación en el húmero de su brazo de un 33%. Un dato que sin duda deja sin aliento y que asusta. Pero sobre todo, que hacía imposible seguir encima de una moto e intentar pilotar con aspiraciones de ni tan siquiera de mantenerse en pie.
Los plazos de recuperación
Está previsto que el tiempo de recuperación tras la operación sea de unos cuatro o cinco meses, dependiendo de la evolución. Sin embargo, el propio Márquez confía en recortar esos plazos en varias semanas, intentando estar de vuelta en poco más de tres meses. Sin embargo, los médicos avisan de que la intervención no será ninguna broma y que las opciones de recortar esos plazos son casi inexistentes. La situación para el de Cervera es muy delicada.
La temporada de Márquez en este 2022 está siendo muy complicada. Como ya lo fue en el 2021. En 2020 ni siquiera pudo estar sobre la moto. En mitad de todo le han perseguido también esos graves problemas en la vista denominados diplopía. Todo provocado por las importantes caídas que ha tenido y que han estado provocadas por la debilidad de su brazo y por las dificultades que tenía para pilotar como lo hacía antes. Él ha intentado tirar como siempre, pero su cuerpo no le responde y el resultado casi siempre ha sido el mismo: sus huesos contra el suelo.
La desviación que ahora mismo tiene en ese maltrecho brazo le hace casi imposible realizar cambios de dirección de izquierda a derecha o ser agresivo por ese perfil en el que se ha vuelto vulnerable. Los pocos resultados positivos que ha conseguido últimamente han llegado casi todos en circuitos de izquierdas. Y él mismo ha terminado confesando que no está para pelear por el Mundial. Sin embargo, la realidad es que no está ni para pilotar una MotoGP de manera competitiva.
La situación se ha agravado tanto que incluso han sobrevolado por encima del seis veces campeón de la categoría reina los fantasmas de las secuelas en su vida normal y de la retirada: "Pilotando como estoy haciéndolo ahora podría hacer un año más, dos, no más. Porque no disfruto y sufro mucho. Pero con esta operación espero que mi situación cambie. En los dos últimos años mi vida no ha sido fácil".
La decisión de la operación
Marc contó en Mugello cómo fueron las negociaciones para esa cuarta operación: "Cuando me llamaron el viernes, me dieron los resultados y me dieron toda la información, respiré. Respiré porque existía la posibilidad de que viendo los resultados hubiesen dejado abierta la opción de que yo decidiese si me operaba o no".
"Pero me llamaron y me dijeron directamente: 'vente la semana que viene, esto es demasiado grande, no sabemos qué estás haciendo ahora, pero tienes que parar'. Y para mí la decisión fue fácil. El viernes fue uno de los mejores días del año. Fue una mala noticia porque me tengo que operar, pero en realidad una muy buena noticia para mí mismo".
Nada más recibir toda la información, Márquez quiso saber cuál era la confianza de éxito que tenían los galenos sobre esa nueva intervención: "Mi primera pregunta a los médicos fue: '¿Confiáis en la operación?' Y me dijeron que sí, que confiaban". Sin embargo, ellos mismos le quitaron de la cabeza la idea de ponerse una fecha de regreso: "La segunda fue que cuándo voy a volver. Y me contestaron: 'Si vienes con esta mentalidad, quédate en casa, no vengas'".
Marc sigue con la idea de reducir plazos, pero el objetivo está claro que es volver a estar al máximo, y competir por victorias y títulos, a partir del 2023, cuando espera tener también una Honda adaptada a su estilo de pilotaje. Todo hace indicar que podrá tener alguna carrera para rodarse a finales de este curso, pero lo más importante es poder cerrar de una vez por todas esta pesadilla abierta en Jerez 2020.
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