Sergio 'Checo' Pérez se ha llevado la victoria en el Gran Premio de Mónaco después de una carrera eterna que ha tenido absolutamente de todo. La prueba tuvo que detenerse durante más de una hora, retrasando su inicio por culpa de la lluvia. Una vez arrancó la pelea en el trazado del Principado, volvió a sufrir un gran parón con bandera roja incluida por culpa de un fuerte accidente de Mick Schumacher.
Esta victoria sabe especialmente bien en el lado del garaje del mexicano, ya que en Barcelona, cuando estaba siendo el Red Bull más rápido, se vio obligado a tener que dejar pasar a Max Verstappen para que este se lanzara a por la victoria. Un fallo de Ferrari con la estrategia de Leclerc provocó que el monegasco pasara de la pole a la cuarta posición.
Eso propició el segundo puesto de Carlos Sainz y el podio de Max Verstappen, que le mete más puntos al monegasco en el Mundial. No fue un día para nada positivo para el piloto más rápido del fin de semana que vivió en sus propias carnes la importancia de tener esa pizca de suerte tan necesaria. Fernando Alonso, que no tuvo una carrera especialmente movida, finalizó séptimo sumando puntos muy valiosos. Su compañero Esteban Ocon terminó noveno.
Jornada absolutamente caótica en el Gran Premio más glamuroso de la temporada. La Fórmula 1 volvió a naufragar a nivel organizativo y no supo dirigir con eficiencia el inicio de una carrera que se demoró más de una hora por culpa de la lluvia, torrencial eso sí, que cayó minutos antes de la salida. Los nervios se apoderaron de la situación y nadie supo muy bien qué hacer. Todos estaba en la parrilla con neumáticos de seco y la duda era si retrasar el inicio para salir con gomas de lluvia extrema o arrancar así y que cada uno hiciera lo que quisiera, y pudiera, en las primeras vueltas.
Sin embargo, la tormenta que cayó sobre el Principado y que dejó ríos por las calles de la ciudad terminó provocando que la FIA decidiera aplazar el inicio de la jornada. Finalmente, el Gran Premio de Mónaco arrancó con varias vueltas detrás del safety car para intentar evacuar la mayor cantidad de agua posible. Todos arrancaron con neumáticos de lluvia extrema, una condición que iría cambiando al cabo de pocas vueltas. El inicio, como no podía ser de otra forma, fue lento y sosegado, sin que nadie asumiera riesgos y a un ritmo muy bajo. Pero según fueron tomando confianza con la situación y distancias con los muros, los tiempos empezaron a bajar de manera alarmante.
Pierre Gasly y Sebastian Vettel fueron los primeros que se atrevieron a poner neumáticos intermedios cuando la pista había mejorado considerablemente. A las 10 vueltas, sus tiempos ya eran varios segundos mejores que los de los primeros de la prueba. El galo pasó a Ricciardo y dejó uno de los mejores adelantamientos de la carrera. La tendencia fue generalizada y Pérez fue el primero de los hombres importantes que se lanzó a poner los intermedios. Y todos fueron detrás.
Empezaban a producirse las primeras guerras, como el duelo entre Lewis Hamilton y Esteban Ocon en la vuelta 19. El francés casi termina en el muro tras un toque del británico. Tras este incidente se produjo una nueva entrega del caos. Ferrari mandó parar a Carlos Sainz y acto seguido a Charles Leclerc, cuando en realidad esta era su segunda parada. Cruce de mensajes al monegasco, primero para que entrar y después para que no lo hiciera, terminaron arruinando su carrera ya que ya era demasiado tarde para solucionar el problema.
Leclerc pasó de ocupar la primera plaza a ser adelantado por todos los hombres de punta, dejando a 'Checo' Pérez en una posición de ventaja por delante de Carlos Sainz. Por detrás, Fernando Alonso continuaba séptimo y ahora era él quien tenía una encarnizada batalla con Hamilton. En la vuelta 26, la lluvia ya era historia y todos estaban con duros o medios en pista.
Otro parón en carrera
Para colmo, llegó el accidente grave de Mick Schumacher. El joven piloto alemán perdió su Haas tras tocarse con el muro y salir despedido contra las protecciones. El golpe, que no parecía tan fuerte en un principio, provocó que el monoplaza se quedara partido en dos mitades. El hijo del 'Kaiser' estaba bien de salud. Esto provocó primero un virtual safety car y después una bandera roja que detuvo la carrera con más retraso. Esto provocó que la jornada terminara por tiempo, sin consumir todas sus vueltas.
Una vez se quitaron los trozos del coche de Mick y se limpió la pista, la prueba se relanazó como una mini prueba en la que hubo batallas en todos los frentes. Pérez, Sainz, Verstappen y Leclerc pelearon por la victoria y por el podio con mucha bravura, intentando ganar posiciones en cada hueco. Sin embargo, nada se movió hasta el final.
Por detrás, Fernando Alonso empezó a sufrir con sus neumáticos debido a la degradación. El asturiano llevaba medios y no duros. Pero sabía que en Mónaco era casi imposible adelantar. Hamilton lo intento de todas las formas, pero no pudo con el español que finalizó en una meritoria séptima posición y superó a Ocon, que fue noveno.
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