El Gran Premio de Arabia Saudí era la penúltima prueba del campeonato, pero puede marcar un antes y un después en la historia de la Fórmula 1. Puede hacerlo, no solo por ser la primera carrera en una ciudad y un país nuevos, sino por los precedentes que se han sentado y que pueden jugar un papel clave en la resolución de la temporada más emocionante que se recuerda.
Antes de la carrera en Jeddah se recordó en multitud de ocasiones otras rivalidades históricas de la Fórmula 1, pero seguramente muchos lo hacían sabiendo que lo más probable era que nada pudiera pasar entre Verstappen y Hamilton. Más teniendo en cuenta que ya habían pasado incidentes como los de Silverstone o Monza.
Sin embargo, si algo ha demostrado la prueba que terminó venciendo Hamilton es que las dudas que podían surgir sobre una colisión provocada o no evitada ya no existen, se han transformado en una realidad. Ahora, la duda está en saber si la FIA y Michael Masi, el director de carrera y máximo responsable, estudiarán la creación de algún plan para lo que pueda pasar en Abu Dhabi, la carrera en la que se decidirá el nuevo campeón del mundo de Fórmula 1.
Batallas de una guerra
La batalla entre Max Verstappen y Lewis Hamilton ha dejado imágenes y decisiones para todos los gustos. Los seguidores de Red Bull se vieron beneficiados con algunas directrices, especialmente al comienzo de la prueba, y los partidarios de Mercedes vieron como al final la carrera y los puntos fueron para el británico mientras que el sancionado era Verstappen después varias acciones un tanto polémicas.
Los dos pilotos salen como líderes del campeonato mundial con 369,5 puntos y con Hamilton a solo un triunfo de los nueve que atesora Verstappen. Esto hace que, quien quede por delante, se llevará el título. Sin embargo, la posibilidad de que una colisión termine decidiendo el campeonato provocando un doble abandono sobrevuela el duelo entre los dos pilotos con cada vez más peso. Con los dos fuera, el beneficiado sería Max Verstappen, por lo que el neerlandés se proclamaría ganador en caso de que se produzca ese temido choque.
Hamilton y 'Mad Max' tuvieron varios encontronazos durante una carrera legendaria. El británico tenía todas las de ganar, pero los incidentes de Mick Schumacher primero y de 'Checo' Pérez después provocaron que el neerlandés tomará la primera posición. Ahí, el destino estaba marcado para el británico que tenía que ir a muerte a por su rival para evitar llegar a Abu Dhabi con casi todo decidido.
Así se produjo el primer encontronazo en la segunda salida, cuando Verstappen fue superado por el inglés en la primera curva y este hizo por fuera la segunda para intentar devolver el adelantamiento. Lewis se quedó aprisionado mientras Max se saltaba el segundo vértice, lo que provocó que Ocon también se le colara al inglés. Antes de que se tomara una decisión, la carrera se detenía de nuevo por otro accidente, esta vez de Pérez.
No fue hasta la segunda mitad de carrera cuando volvieron a coincidir en pista peleando por la posición. El primer intento de este segundo asalto se produjo en la vuelta 37 y ahí arrancó la polémica. En la curva número 1, Hamilton encaró la recta de meta con una posición ventajosa aprovechando el rebufo y la mayor velocidad punta del Mercedes. Se posicionó por el exterior para intentar pasar a su rival en la conexión con la chicane de la segunda curva.
Fue en ese momento cuando Verstappen sacó la primera de sus artimañas, cambiando de trayectoria en plena curva y cruzando la pista de lado a lado hasta salirse fuera, sin trazar el segundo vértice y haciendo un recto con el cual impedía que Hamilton le adelantase. El británico tuvo que levantar el pie para evitar la colisión, pero el ejercicio quedaba anotado para investigación. Además, el neerlandés estaba obligado a devolver la posición ya que se había protegido de un ataque saltándose los límites de pista y una de las curvas del circuito.
En vista de que Verstappen no cedía, Hamilton apretó con todo para intentar volver a la cabeza de carrera. Fue en ese momento cuando Verstappen, después de haber recibido la orden de que tenía que dejar pasar al británico, buscó el mejor momento para hacerlo. El de Red Bull tenía un plan y quería ejecutarlo a la perfección, pero era demasiado arriesgado y todo terminó saliendo de la peor manera posible.
La intención de 'Mad Max' era dejar pasar a Hamilton en la zona de DRS para acto seguido tirarle el coche de manera salvaje. Por ello, cambió varias veces de trazada y frenó de manera brusca. Hamilton, que no sabía qué estaba pasando, tardó solo unos segundos en percatarse del plan de Max, que intentaría devolverle el adelantamiento cuando este le pasara. Por ello, Hamilton también frenó, aunque estaba ya tan cerca del piloto tulipán que no pudo esquivarle y terminó golpeando al RB16B en la parte trasera.
Lo que todos temían ya había pasado. Al igual que en Silverstone y Monza, volvían a chocar, aunque sin graves consecuencias y sin que ninguno tuviera que abandonar la carrera. Eso sí, el alerón delantero de Hamilton quedó dañado en las pletinas laterales de su ala. La situación no pudo gestionarse de peor manera y cerca estuvo de consumar una tragedia. Fue el momento más caliente de la guerra entre ambos.
Pero todavía les quedaban un par de altercados. Verstappen tenía que seguir devolviéndole la posición a Hamilton, por lo que lo volvió a hacer unas vueltas más adelante. Lo grave fue cuando nada más recibir el adelantamiento Verstappen no dio tiempo a colocarse al corredor británico, que veía como el Red Bull volvía a asomar por el retrovisor y le devolvía la pasada. Una maniobra ilegal de un 'Mad Max' que empezaba a estar desquiciado. En Mercedes no podían creer lo que estaba pasando. Finalmente, Hamilton consiguió superar a Verstappen y llegar a meta en primera posición después de una carrera para la historia con multitud de altercados.
El desastre de FIA
Si la tensión en la pista fue grande, también lo fue en los despachos. Ahí se tomaron decisiones que marcaron el devenir de la prueba al mismo nivel de lo que sucedía en la pista. La primera de ellas fue totalmente contraria a Hamilton. Tras el accidente de Mick Schumacher se sacaron banderas amarillas y rápidamente se impuso el 'Safety Car' en pista. Muchos pilotos como Hamilton, Bottas o Fernando Alonso se apresuraron para cambiar sus neumáticos y aprovechar el parón. De esta manera, cedieron su posición de privilegio a Verstappen, que pasaba a liderar.
Fue el cambio de parecer de la FIA y de Michael Masi lo que arrancó todo el caos. Instantes después se optó por decretar bandera roja cuando muchos coches habían pasado por boxes perdiendo sus posiciones. De haber decretado la bandera roja desde el principio, Hamilton no habría entrado y no hubiera perdido su primer puesto. Más tarde, la carrera se relanzó con una mala salida de Verstappen que era primero por delante de los Mercedes. Una vez arrancó la prueba de nuevo, 'Checo' Pérez se veía involucrado en un accidente múltiple que obligaba a sacar una segunda bandera roja.
Durante ese parón, la FIA cometió la segunda de sus decisiones incomprensibles. Tras estudiar la situación y lo que había sucedido en esa primera curva con Verstappen ganando la posición por fuera, mantuvieron una conversación con Mercedes y Red Bull para terminar ofreciéndoles a los austriacos una situación que tenían que aceptar. En lugar de tomar una decisión que los sancionados debían acatar, negociaron como conformar la nueva parrilla de salida. Una decisión lamentable que volvía a dejar en evidencia al estamento de Masi.
Finalmente, Hamilton salía desde la primera plaza, la cual perdería en una mala salida, Ocon era segundo y Verstappen tercero. Desde ahí, el neerlandés dejaría su chispazo de genialidad con una arrancada que le volvía a poner al frente, esta vez sí por méritos propios, aunque después del bochorno de la FIA ofreciendo a los equipos negociar por una sanción y una decisión de carrera.
Más tarde llegaría el desastre con el frenazo de Verstappen, el choque de Hamilton y las devoluciones de posición que la FIA y Masi arbitraron tarde y mal. Max, cuando ya había perdido la posición con Hamilton, fue sancionado con cinco segundos por trazar por fuera de la pista la curva 2 en varias ocasiones aprovechándose de eso para no perder la posición con Hamilton. Una sanción de cara a la galería porque ya no servía para mucho. Después de la carrera, decretaron una segunda sanción para Verstappen de diez segundos que tampoco cambiaba nada como causante de la colisión entre ambos.
La FIA estudió la telemetría del monoplaza de Verstappen y, aunque consideraron que no hubo una prueba de frenado como tal, break test, el neerlandés sí redujo su marcha de manera brusca en una situación peligrosa y que además tuvo consecuencias graves en un rival. De nuevo, sanción de cara a la galería después de arbitrar muy tarde una situación grave que podría haber terminado en un accidente entre dos pilotos al límite y con las pulsaciones por las nubes.
Miedo para Abu Dhabi
Ya nadie podrá echarse las manos a la cabeza si en Abu Dhabi se produce un nuevo choque. Max Verstappen, con la permisividad de la FIA y con las incomprensibles decisiones de Michael Masi, ha demostrado que hará todo lo que esté en su mano para ganar el título, aunque sea jugar fuera del reglamento.
Sin límites de pista, con colisiones y juego sucio para no dejarse adelantar, porque eso es lo que ha demostrado tener en mente. Al igual que sucedió en Interlagos, donde cambió totalmente su trazada para sacar a Hamilton fuera del circuito y mostrarle que, o era realmente superior, o le sacaría de los límites de pista cada vez que intentara sobrepasarle.
El precedente que se ha creado en Arabia Saudí puede ser peligroso porque los dos llegarán al borde de un ataque de nervios. El título está en juego y es la última oportunidad, por lo que en Abu Dhabi muchos se esperan lo peor, algo que ya ha pasado en algunas otras ocasiones en el 'Gran Circo' incluso con leyendas como Michael Schumacher de por medio.
La FIA y Michael Masi tienen la obligación de estudiar todas las acciones y cámaras que puedan durante esta semana para no repetir los fallos y la demora en la toma de decisiones que pueda provocar una catástrofe en la definición más emocionante de un título de Fórmula 1 en años.
El cruce de ataques
Tras la carrera, la cosa no quedó ahí. Verstappen recogió su premio como segundo clasificado y desapareció de la escena visiblemente cabreado. No entendía las sanciones recibidas ni el golpe por detrás de Hamilton, por eso no quería estar en la fiesta de los de Brackey.
"Ha sido una carrera llena de sucesos. Han pasado muchas cosas con las que no estoy de acuerdo. Es lo que es, no quiero hablar de ello. No tenemos que buscar titulares, no se lo merecen. Mi opinión es distinta a la de los comisarios. Tenemos los mismos puntos y es emocionante para la Fórmula 1. Pero hablamos más de líneas blancas y penalización que de F1, y eso es una pena".
Sobre lo sucedido en el toque entre ambos, Verstappen volvió a barrer para casa: "Ralenticé porque le quería dejar pasar. Él no me quería adelantar y nos tocamos. No entiendo qué sucedió ahí". Quien no estaba de acuerdo con esas palabras fue, lógicamente, el propio Hamilton.
"No he entendido por qué ha pisado el freno con fuerza, le he dado desde detrás y ha seguido hacia delante, me han dicho que me tenía que dejar pasar, pero no ha sido fácil, Max estaba intentándome dejar pasar antes de la zona de DRS para luego usar él el DRS, pero no soy estúpido".
"Estoy agradecido porque no nos fuimos los dos fuera. Lo más importante es acabar estas dos carreras y será difícil, vistas las circunstancias. Tengo que mantener el coche de una pieza. Estaba claro que otros querían pasar a otro nivel a la hora de adelantar, así que quise mantenerme en la pista y librarme de problemas. Estoy agradecido por tener un alerón delantero al final. No nos rendimos. Hoy he visto una emoción y pasión en mi equipo que no había visto en los últimos 10 años".
Así llega la Fórmula 1 a su última carrera, con emoción dentro y fuera de la pista. Solo cabe esperar que los pilotos y su deportividad estén a la altura del riesgo que corren a velocidades superiores a 300 kilómetros por hora. Y que la FIA aprenda la lección para saber lo que es espectáculo y lo que es una temeridad por lentitud e inacción. Abu Dhabi dictará sentencia, pero pocos piensan ya que lo haga sin daños irreparables.
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