Valentino Rossi ya es leyenda de MotoGP. Lo era desde hace mucho tiempo, pero así lo decretó DORNA en la gala de Valencia con la que se cerró la temporada, la última del italiano en la élite después de 26 años dando espectáculo y magia en todos los circuitos del mundo que le han permitido labrar una carrera única con nueve títulos.
Sin embargo, todo tiene un principio y un final. Valentino, a sus 42 años, decidió con mucho esfuerzo y después de muchas horas de pensar y reflexionar que esta iba a ser su última temporada en MotoGP y, probablemente, en motociclismo. Pero no en el deporte de máxima exigencia.
Il Dottore se ve con cuerda para rato, pero ha decidido cambiar las dos ruedas por las cuatro, ya que ahora está imaginando su nueva vida en el universo de los coches. Ahí es donde tiene puesta su mente y su nuevo objetivo y para ello ya está barajando diferentes ideas hacia las que encaminar sus nuevos pasos.
Dentro de ser un gran campeón y de tener la certeza de que es un piloto total, Valentino Rossi siempre ha tenido mucho interés por el mundo de los coches y en especial por la Fórmula 1. De hecho, uno de sus grandes sueños siempre ha sido obtener una plaza en el 'Gran Circo', pero nunca ha encontrado el momento de dar el paso.
Ofertas ha tenido, pero no le llegaron en un momento que él consideraba oportuno. Y cuándo él estaba decidido, esas puertas que antes estaban abiertas, se cerraron como si una fuerte corriente de aire hubiera llegado para arruinar sus sueños. Lo cierto es que Valentino y su destino no se llegaron a poner de acuerdo y las expectativas siguieron creciendo a pesar de que su carrera se iba agotando.
Rossi sabe que ahora esa opción es imposible porque la Fórmula 1 está en otro universo diferente al que él se acercó, cuando no era tan exigente y cuando la lucha por ganar era mucho más tranquila. Nadie se imagina ahora mismo a un equipo de élite apostando por un personaje como Valentino, mediático y hábil, pero que necesitaría de muchos años para recorrer el terreno que otros pueden hacer en una simple sesión de libres. Y si de algo carece la actual Fórmula 1 es de tiempo para llegar a los objetivos.
Es por ello que los pasos de Rossi hacia su transición a las cuatro ruedas están encaminadas hacia otro tipo de pruebas y no hacia la Fórmula 1. Valentino apuesta ahora por las pruebas de resistencia y es ahí donde está jugando todas sus cartas y donde está moviendo todos sus hilos. No sería extraño verle, en un futuro cercano, batiéndose el cobre en un campeonato que en los últimos años han puesto de moda pilotos como Fernando Alonso.
Un talento único
El caso de Valentino Rossi es el de un rara avis del mundo del motor. Recuerda en cierto modo al del propio Fernando Alonso, personas que encarnan a la perfección la palabra piloto en todo su esplendor y en toda la inmensidad de su acepción principal. Así se siente el italiano gracias a su talento, un piloto con mayúsculas que puede acoplarse ahora a su nuevo objetivo, los coches.
The Doctor es uno de esos que llaman elegidos y que tienen una habilidad especial para marcar diferencias cuando entran en un circuito, sea cual sea. Así se explica que el italiano haya estado entre los mejores durante toda su carrera profesional con diferentes monturas y con diferentes estructuras de equipo y ante rivales de generaciones muy diferentes. El de Tavullia lo lleva en el ADN, en su sangre de competidor nato.
Así lo ha demostrado en casi todas sus excursiones fuera del universo de MotoGP, las cuales han tenido un denominador común, su pasión por las cuatro ruedas. Valentino se ha dejado ver en varias ocasiones cerca de la Fórmula 1 con resultados que no han trascendido demasiado, pero que son realmente sorprendentes y que demuestran ese talento especial que tiene el 9 veces campeón del mundo.
Su primer encuentro relevante con el 'Gran Circo' fue en el año 2006 tras un test con Ferrari. El piloto italiano sorprendió a todos con su rendimiento y con los tiempos que marcó para ser un neófito en la materia. Tanto es así que desde la escudería del Cavallino Rampante le propusieron una oferta para llegar a la Fórmula 1.
Sin embargo, Valentino, que estaba en lo más alto de MotoGP de manera indiscutida, creyó que no era el momento y declinó este ofrecimiento. Seguramente, esa oferta le hubiera puesto en el primer lugar para ser el sustituto de Michael Schumacher, cuya última temporada en Ferrari aquel año sería el principio de su primera retirada, ya que años después volvería para competir con Mercedes.
Sin embargo, aquel test encendió una llama en su interior que se fue avivando con los años. Nunca abandonó ese amor y esa pasión por los monoplazas más exclusivos del mundo. Años después participó en un curioso intercambio con Lewis Hamilton mientras el italiano ya estaba en Yamaha. El campeón de MotoGP se pondría a los mandos del Mercedes mientras que el piloto de Fórmula 1 lo haría sobre la montura más prestigiosa del campeonato, la M1 del de Tavullia.
Ese espectacular encuentro entre dos leyendas del motor tuvo lugar en Valencia y volvió a crear una sorpresa generalizada, ya que el rendimiento de Rossi sobre el Mercedes fue asombroso. En pocas vueltas registró tiempos que nadie esperaba, demostrando que tenía potencial suficiente para convertirse en toda una estrella de los monoplazas. Con el paso de los años, su llegada a la Fórmula 1 se esfumó, pero aquellos demostraron que había madera de piloto de élite, también sobre cuatro ruedas.
Pasados aquellos sueños de juventud, ahora Valentino ya no tiene el impedimento de ser una estrella en MotoGP y puede decidir qué hacer con su futuro. Su llegada a la Fórmula 1 está descartada, por ello el italiano sueña ya con otro tipo de competiciones y pone sus ojos sobre la resistencia. Sus sueños avanzan hacia la posibilidad de correr algún día pruebas como las 24 Horas de Le Mans.
McLaren o Ferrari
De momento, Valentino no ha desvelado qué va a hacer en el 2022 y en los próximos años, pero lo cierto es que sí ha dejado algunas pistas de hacia dónde podrían ir encaminados sus pasos. Está estudiando varias ofertas sin prisas, ya que su primer objetivo ahora es centrarse en su futura paternidad, algo que tal y como le han dicho, "le cambiará la vida".
Rossi no tiene ninguna urgencia ahora que no tiene un gran calendario de carreras y test esperándole, que es por otro lado la primera diferencia que ha encontrado con su nueva vida. Por eso, no tiene ningún impedimento para reconocer cuál es sueño: firmar con la escudería de Ferrari. No será en Fórmula 1, pero Valentino sigue teniendo la ambición y el deseo de formar parte de la familia de Maranello, la más grande de la historia del motor.
Il Dottore ha reconocido recientemente que está en negociaciones con ellos para formar parte de un nuevo proyecto que vaya encaminado hacia esas pruebas de resistencia que le llevarían a catedrales del motor como Le Mans o Spa. Sin embargo, todavía no hay nada cerrado y por eso no se cierra a otras puertas o a que su llegada a Ferrari sea en un futuro donde tenga todavía más experiencia y rodaje.
Mientras tanto, le ha surgido por el camino otro proyecto que empezó como una broma y que podría estar dentro de su abanico de oportunidades. Se trata de un paso previo por McLaren, cuya puerta fue abierta en Brasil por parte de Lando Norris. La carrera de Interlagos coincidió con el adiós de Valentino a MotoGP y allí, el británico, gran admirador del campeón italiano, le sugirió que si se pasaba a los coches, sería un privilegio poder hacer una competición junto a él.
Para ello, lógicamente, Rossi tendría que terminar vistiendo los colores papaya de la familia de Woking. Ahora, preguntado por esa opción, Valentino no ha rehuido la oportunidad y ha recogido el guante asegurando que está abierto a esa posibilidad y que para él sería divertido, ya que admira a Lando, con quien mantiene una estrecha relación después de conocer que era un gran aficionado a su trayectoria a pesar de su juventud. Rossi no descarta hacer un carrera juntos y por eso, no le cierra la puerta a McLaren, lo que sería un reto para él, a pesar de que sueño siempre será el rojo de Ferrari.
Vuelta a MotoGP
El año 2022 se presenta de lo más apasionante para un Valentino Rossi que experimentará nuevas sensaciones. La primera de ellas es la de sentirse fuera de MotoGP, pero del cualquier forma, solo de la pista, ya que el italiano seguirá vinculado campeonato a través de su equipo, del que es director y para el que deberá sacar tiempo para estudiar su evolución en la élite.
Este es el gran proyecto del Valentino Rossi dirigente y directivo, llevar a su escudería a lo más alto posible de la parrilla y seguir cultivando la salida de grandes talentos. El VR46 Racing Team es la culminación de su vida dedicada al motociclismo y una de las joyas de su corona. Por ello, le pondrá todo su amor y toda su dedicación para llevarlo a buen puerto.
Sin embargo, no será su único reto, ya que por delante tiene esa comentada paternidad y su posible salto a los coches, donde podría continuar su exitosa carrera. A Valentino, con sus 42 años, todavía le quedan más libros por escribir en una historia que no tiene parangón en la historia del motor.
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