Laia Sanz sigue rompiendo la historia. La pionera del motociclismo español, habitual en las pruebas más extremas del mundo, ha sumado este fin de semana una nueva gesta para su impresionante palmarés. La de Corbera de Llobregat tiene un curioso vicio que parece no estar dispuesta a dejar.
Si un año no se lleva una gran victoria o no se proclama campeona del mundo en alguna disciplina, se siente rara y extraña. Por ello, en este 2021 ya ha sumado dos coronas mundiales para demostrar por qué es la mejor de la historia en lo suyo. Su último hito ha llegado en una de sus especialidades, el enduro.
La catalana se ha proclamado por sexta vez en su carrera campeona del mundo de esta modalidad de motociclismo que requiere de fuerza, técnica, habilidad y mucha concentración. Laia ha demostrado su poderío llegando a la cita decisiva en el Gran Premio de Francia con la tranquilidad suficiente de tener el título casi en la mano. Pero había que certificar la victoria y volver a saborear las mieles del éxito.
Con esta victoria, Laia suma un total de 20 campeonatos mundiales en su carrera, más que nadie en la historia del motociclismo femenino. Además, ya solo tiene a un piloto que ha ganado más campeonatos que ella, el también español Toni Bou y sus inalcanzables 29 entorchados.
Laia, a sus seis títulos en enduro suma un total de catorce cetros mundiales en la modalidad de trial. Números de una auténtica leyenda de las dos ruedas que lleva dos décadas dejando su sello en la historia del motor en España y en el mundo entero. La de Corbera lo ha conseguido todo, pero todavía sigue teniendo hambre para superar nuevos retos después de haber pasado también por muchas dificultades.
Imparable a los 35
Lo de la piloto de GasGas es el verdadero ejemplo de que los años no pesan. A pesar de seguir cumpliendo primaveras, Laia se muestra intratable como bien demuestra un 2021 para el recuerdo. La corredora española llevaba cuatro años de ausencia en el mundial de enduro y a su vuelta, triunfo por todo lo alto. Además, su sexta corona ha llegado solo unas semanas después de haber ganado su decimocuarto campeonato de trial, por lo que Laia ha cuajado unos últimos meses de auténtica celebración.
Con estas dos victorias, la española ha puesto fin a una sequía de cinco años en este tipo de pruebas, ya que llevaba desde 2016 sin subirse a lo más alto del podio. Y en su regreso a las batallas, dos títulos de una tacada, un hito que ya había conseguido otras dos veces en su carrera deportiva, en los años 2012 y 2013. Sin embargo, ahora llama especialmente la atención ya que lo ha conseguido después de haber estado muchos años desconectada de estos campeonatos y no en plena pelea como entonces.
Ahora, con esta tercera doble corona conseguida, la cual no repetía desde hace ocho años, Laia demuestra que no ha perdido su voracidad y que tampoco le pesan los años. A pesar de haber cumplido ya los 35 y de haber pasado por unos últimos cursos muy complicados por diferentes temas de salud, Laia sigue demostrando su capacidad de ganar y su talento.
Salto a las cuatro ruedas
Además de sus éxitos recientes, hay otras pruebas que demuestran que Laia Sanz sigue teniendo cuerda para rato. Su espíritu es insaciable y su gran talento y amor por el mundo del motor le llevan a estar siempre pensando en nuevos retos, empresas que terminan convirtiéndose en historia del deporte en España. Su próximo objetivo es triunfar en las cuatro ruedas después de haberse convertido en la mejor sobre dos.
Ese es el reto que se ha propuesto en el año 2022 y para el que se ha estado preparando durante este 2021. En un año que ha sido especialmente complicado, pero especialmente exitoso, Laia ha demostrado tener una capacidad de trabajo, esfuerzo y sacrificio como pocos deportistas en la historia de nuestro deporte.
Después de poner punto y final a su aventura en el Dakar más complicado de su carrera, comenzó a hacer pruebas para perfilar ese objetivo que todavía está por venir. Participó en la la Baja Dubái en la categoría de buggy para después formar parte del Andalucía Rally con un 4x4. Por último, su mayor aventura en esta temporada está siendo su participación en el nuevo campeonato que de rallys de coches eléctricos por los territorios más espectaculares del mundo, la Extreme E.
En esta nueva modalidad, donde forma pareja con el tres veces ganador del Rally Dakar y dos veces campeón del mundo de rallys Carlos Sainz, Laia está adquiriendo una gran experiencia para poder llevar a cabo sus próximos retos. De hecho, siempre ha reconocido y afirmado que 'el matador' le está ayudando a dar forma a su nueva aventura, enseñándole algunos trucos y dándole los mejores consejos.
Además, su participación en la Extreme E añade un nuevo capítulo a su carácter pionero, ya que se trata de un certamen que pelea por la igualdad y defiende el papel de la mujer en el mundo del motor. Por si esto fuera poco, se trata de una competición completamente volcada con el cuidado del medioambiente.
El sueño del Dakar
Todas estas pruebas no son más que la confirmación de que Laia está explorando un nuevo territorio porque tiene un sueño en mente: pasarse a los coches para terminar el Rally Dakar, su carrera preferida. Laia se ha convertido en la mejor piloto de motos de la historia de la carrera al terminar la prueba en 11 ediciones, siendo la campeona en todas ellas y consiguiendo en 2015 la mejor clasificación histórica de una mujer con el 9º puesto de la general.
La catalana conoce a la perfección la competición de motor más extrema del mundo, pero ahora quiere hacerlo sobre cuatro ruedas y afronta este reto después de conseguir terminar su edición más complicada, esa a la que llegó casi sin preparación todavía con medicación por los efectos de un problema de salud que le ha atormentado durante la recta final del año 2020: la enfermedad de Lyme.
Este mal, provocado por la picadura de una garrapata, provoca sarpullidos en la piel, dolores de cabeza, fatiga y fiebres, síntomas muy comunes en otras enfermedad y que ayudan a enmascarar un diagnóstico certero. De hecho, esta enfermedad le fue encontrada justo tras el estallido de la pandemia, por lo que por un momento se sospechó incluso que podría haber tenido relación con un contagio por coronavirus.
Con estos síntomas de cansancio constante, malestar y fiebres tuvo que llegar Laia a la prueba más dura del mundo, la cual superó tras librar una batalla diaria, sin descanso. Su objetivo, entre antibióticos, no era otro más que llegar a la salida de la prueba en Jeddah y ver que pasaba etapa tras etapa. Y así consiguió llegar, un año más, hasta la meta del último día.
Después de su aventura más complicada, Laia quiere ahora iniciar un nuevo reto, el de disfrutar de un Dakar sobre cuatro ruedas sin alejarse de los objetivos más ambiciosos. A pesar de ser su primera edición, ya tiene la vista puesta en terminar como la mejor clasificada. Su siguiente parada será competir este mismo fin de semana en el Mundial de Rallycross R2Xe en la cita de Spa-Francorchamps.
Quizás después de eso sea momento de desvelar si finalmente opta por los coches 4x4, donde la opción de Mini gana muchos enteros, o si opta por la modalidad de los buggys ligeros (SSV). En cualquier caso, la campeona de 20 títulos mundiales cumple años, gana en experiencia y madurez, pero no se baja nunca de la ola de ponerse a prueba y seguir haciendo historia.
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