La evolución de la Fórmula 1 es constante, pero es una competición siempre criticada por los sectores ecologistas y que protegen el medioambiente. En un mundo en el que existen compromisos como la Agenda 2030 o los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el deporte automovilístico más importante no podía mantenerse al margen. Por eso, en esta década que está comenzando el 'Gran Circo' va a hacer un cambio trascendental.
Después de que la Fórmula E se haya desarrollado en estos últimos años, la categoría reina de la FIA sigue intentando adaptar su capacidad competitiva a las innovaciones en el mundo del automóvil para comprometerse con esos objetivos de desarrollo sostenible que también se ha fijado la F1: reducir las emisiones, los costes de fabricación de los coches y ser un reflejo más fiel de los automóviles que se pueden ver en la calle.
Si el cambio en la última década ha sido más que evidente con motores híbridos y limitaciones en la utilización de componentes, la intención es que al final de esta década actual sea aún más evidente que la F1 se preocupa por el medioambiente. Los coches suenan menos por esta razón, la parte eléctrica es más importante cada año y también se ven más patrocinadores que apuestan por la sostenibilidad y que son acordes a este objetivo que tiene la competición.
Esta última semana, el 'Gran Circo' ha dado más detalles de esos objetivos que se ha marcado para 2030, justo antes del cambio radical que dará la competición en 2022. Según ha explicado el organismo, los planes de sostenibilidad pasan por una nueva generación de motores para 2025 y pretenden que el motor sea impulsado por un combustible directo 100% sostenible diseñado para conseguir su objetivo de ser 'Net Zero Carbon' al final de la década.
Cero emisiones
La cuestión de la gasolina es la más trascendental, ya que las emisiones de carbono radican de este componente. El gran cambio está previsto para 2030, pero será un proceso progresivo. Ya para 2022, la F1 pasará al combustible E10, una mezcla de 90% combustible fósil y un 10% de etanol. Después se irá reforzando esta apuesta con el lanzamiento de las nuevas unidades de potencia quieren desarrollar un combustible 100% sostenible.
Resulta curioso que se tome un cambio de rumbo hasta el punto de asegurar que el próximo carburante que usen estos coches será bajo el compromiso de cero emisiones y completamente sostenible cuando la F1 ha hecho un acuerdo con la petrolera más importante de Arabia Saudí, ARAMCO. Eso sí, es solo para el patrocinio, ya que Liberty Media se encuentra en conversaciones con los diferentes proveedores de combustible para elaborar las cantidades necesarias para el campeonato y posteriormente aumentar la producción para un uso social más amplio.
En cualquier caso, este es el epicentro para hacer una Fórmula 1 que respete más el medioambiente y es que la FIA ha cogido este rumbo con otras competiciones como la Extreme-E que se ha estrenado en 2021. Según detalló la organización, el combustible será creado en el laboratorio empleando residuos, biomasa no alimentaria o desechos municipales. Esto, junto a la reducción de emisión de gases de efecto invernadero por no usar gasolina de origen fósil, hará que se reduzcan estas emisiones contaminantes en un 65%.
Motores en 2025
También habrá cambios en los motores, una parte de los coches donde se viene prometiendo una gran modificación desde hace tiempo y tendrá en 2025 la fecha definitiva. La idea es reducir a la mitad los costes de las unidades de potencia con opciones técnicas que favorezcan la introducción de estos combustibles ecológicos, eso sí, manteniendo la eficiencia que se ve en la Fórmula 1 actual. Es decir, coches igual de rápidos, pero que no contaminen.
La unidad de potencia híbrida actual seguirá vigente cuatro años más, aunque congelada y sin ningún tipo de desarrollo. Todos los esfuerzos se enfocarán para que estos nuevos modelos salgan cuanto antes. Hay unas siglas que captarán todos los focos: MGU-K. Este sistema eléctrico hace que los coches, durante toda la vuelta, puedan usar 160 CV extra. El objetivo es que en 2026 pueda entregar 470 CV al bólido, es decir, que sea la principal fuente de energía.
Todo se centra en eliminar el sistema MGU-H, pasar a un bloque V6, incrementar la potencia eléctrica y eliminar la limitación del flujo del combustible. Con estas novedades también habrá un nuevo sonido de los coches para la Fórmula 1, evidentemente, alejado de los motores V8 y V10. Lo más importante es que la competición reina del automovilismo será un fiel reflejo para tener una sociedad más ecológica y comprometida con el medioambiente.
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