Andreas Perez. Marcos Garrido. Hugo Millán. Dean Berta Viñales. Todos ellos tenían un sueño en común: ser algún día campeones del mundo de motociclismo. Corrían para ello. Llevaban haciéndolo casi desde que tenían uso de la razón. Todo se esfumó cuando la tragedia se cruzó con todos del mismo modo y perdieron la vida en un circuito. Ninguno superaba los 15 años.
El pasado sábado el mundo del motociclismo se tiñó de luto por la muerte del joven Dean Berta (Palau-Saverdera, 2006). Primo de los pilotos Maverick e Isaac Viñales, el motor y la adrenalina de la competición corrían por sus venas. Su ilusión estaba puesta en ese fin de semana de carreras en Jerez de la categoría de Supersport 300 del Mundial de Superbike, pero en la primera de ellas se cayó, se quedó tirado en mitad de la pista y fue atropellado por varios pilotos, compañeros, que venían por detrás.
La historia se repetía. En las mismas condiciones falleció Andreas Pérez (Mollet del Vallés, 2003) en 2018. No había cumplido todavía los 15 y corría el Mundial Junior de Moto3. Falleció en Montmeló.
En 2019 fue Marcos Garrido (Rota, 2004), quien corría en la misma categoría que Dean Berta en el Campeonato de Andalucía. Perdió la vida también en el circuito de Jerez con solo 14 años.
El motociclismo español todavía no se había recuperado de su anterior tragedia cuando ocurrió lo del pasado sábado. Hugo Millán (Huelva, 2006) tenía también 14 años cuando en el mes de julio falleció en otro trágico accidente en Motorland Aragón. Competía en la European Talent Cup (para pilotos entre 12 y 17 años) y era amigo de Dean Berta.
Dean Berta Viñales, en Jerez
Sus cuatro muertes en solo tres años han sacudido con fuerza al motor en España. Es difícil recuperarse de tragedias así, que dejan un profundo dolor en todos los trabajadores de dichas competiciones y marcan a pilotos de sus mismas edades o mayores.
Me niego a correr por la falta de respeto por la vida humana
Michel Fabrizio, experimentado piloto que corrió en MotoGP, participaba a sus 37 años en el campeonato en el que lo hacía Dean Berta Viñales. Le doblaba la edad a él y a varias decenas de sus rivales. Tras presenciar lo de Jerez decidió que era momento de retirarse como protesta: "Me niego a correr por la falta de respeto por la vida humana", dijo en una contundente carta en la que, desacertadamente, ponía el foco de la culpa sobre el campeón Marc Márquez.
El italiano vino a decir en su carta que es un peligro la cantidad de niños, porque con 15 años todavía lo son, que compiten en categorías en las que se manejan motos de 250 o 300cc y de unos 140 kilos. Cargó contra la Federación Internacional (FIM) por permitir esto y citaba, precisamente, los campeonatos en los que perdieron la vida los pilotos antes citados: "En el motociclismo ha habido una masacre últimamente", denunciaba.
Se buscan soluciones
Algo tiene que cambiar. En declaraciones a El País, Manuel Casado, presidente de la Real Federación Motociclista de España (RFME), reconoció que se buscan soluciones junto a la FMI y Dorna como aumentar la edad mínima para competir o reducir el número de pilotos en la parrilla (en Supersport 300 son un total de 42 pilotos).
La situación se ha engravecido desde que en 2019, tras la muerte de Marcos Garrido, este periódico contactara con la RFME para tratar la peligrosidad de dejar competir a pilotos tan jóvenes: "Durante su trayectoria deportiva van progresando en cilindrada en función de sus habilidades y rango de edad. Toda la actividad motociclista está contemplada como un proceso de formación desde las categorías inferiores y que está escalonado desde la lógica hasta llegar a las motos de mayor cilindrada", explicaban hace ahora más de dos años.
Los niños tienen sueños y el de estos eran las motos. ¿Conocían el riesgo que conllevan estas disciplinas? Por supuesto que sí, son los primeros en hacerlo puesto que llevan compitiendo toda su vida. Hugo empezó con cinco años, Andreas se subió a una moto con tres y Marcos lo hizo con dos al igual que Dean Berta.
La peligrosidad siempre ha estado ahí. Lo saben ellos y lo saben sus padres. El problema es que, en favor del espectáculo, con motos y habilidades idénticas entre los competidores y números elevados de pilotos en las carreras, se asumen más riesgos y estos están dejando víctimas.
[Más información: Muere el piloto español Dean Berta Viñales, primo de Maverick, en un accidente en Jerez]