El 5 de junio de 2018, el piloto español de motociclismo Dani Pedrosa y la mítica escudería Repsol Honda HRC hicieron el anuncio oficial de que corredor y equipo rompían su histórica relación. Se trataba de un paso importantísimo para Dani, ya que era terminar, de mutuo acuerdo, con la casa en la que había permanecido toda su vida, desde su llegada al Campeonato del Mundo de 125cc en el año 2001.
Unas semanas más tarde, el 12 de julio, Dani Pedrosa hacía otro importantísimo anuncio oficial. Tras desvincularse del equipo Honda, confirmaba su retirada definitiva del Mundial de MotoGP. Dejaba la élite del motociclismo después de 12 temporadas rindiendo y compitiendo al máximo nivel entre los mejores del mundo, pero sin haber completado el reto de salir campeón.
Sin embargo, no se terminaban ahí las grandes sorpresas. Unos meses más tarde, el 26 de octubre de ese mismo año, Dani Pedrosa y Red Bull KTM Factory Racing hacían oficial su unión y la contratación del piloto español como probador de la nueva KTM RC16 con la que los austriacos pretendían dar un salto en el mundial e iniciar un proyecto a largo plazo que pudiera llegar en algún momento a ser ganador.
De esta forma, comenzó su nueva vida, esa que ahora ha vuelto a la primera plana después de los grandes éxitos que están consiguiendo casi tres años después de su llegada. En KTM están encantados con el trabajo que ha realizado Dani desde entonces y le consideran una parte fundamental tanto de las mejoras como de los logros, los podios y las victorias que están consiguiendo tras muchas horas de esfuerzo y dedicación en la fábrica del equipo y en los circuitos.
En la factoría austriaca saben que la mano de Dani, uno de los mejores pilotos de la historia de MotoGP en cuanto a número de carreras, podios y victorias, ha sido fundamental para evolucionar esa primera KTM en la que se subió el catalán de Castellar del Vallés. Han podido comprobar, temporada tras temporada, como los datos que obtenía en todas las sesiones de test en las que ha participado han ido siendo mejores y han ido evidenciando que el camino era el correcto para seguir creciendo. Además, ha sido Dani Pedrosa el encargado de ir probando los avances para el futuro de una KTM que ahora ya es una de las más temidas del campeonato.
Dos años de triunfos
Lo que más enorgullece ahora mismo a todo el equipo de KTM es que ese crecimiento no solo ha sido en sensaciones, sino que ha sido también en resultados palpables y que han podido llegar de la mano de grandes triunfos, de títulos que sumar a sus vitrinas y que mirar cuando las cosas no salen bien para saber donde está la referencia que les obliga a seguir peleando.
Desde la llegada de Dani Pedrosa en el año 2018, el crecimiento de KTM ha sido exponencial y, además, ha coincidido también con el salto de Miguel Oliveira a MotoGP. El piloto portugués está en su tercera temporada en la élite, pero ya ha tenido la oportunidad de tocar el cielo en los últimos meses, sabiendo lo que es batirse el cobre contra los mejores y pelear por saborear las mieles del éxito.
Aunque esos éxitos todavía han llegado en pequeñas dosis, han servido para hacer grande la confianza de un equipo 'modesto' en el que nadie tenía muchas esperanzas. Oliveira tuvo una primera temporada de adaptación a la categoría reina, pero en cuanto sintió ese respaldo de su equipo, no ha parado de sacar a relucir su talento hasta convertirse en una de las grandes revelaciones del campeonato y en un piloto capaz de sorprender a los grandes en casi cualquier circuito.
Ya el año pasado consiguió dos victorias y pudo terminar dentro del Top10 del campeonato, lo que suponía un logro enorme para él. Las cosas este año han empezado todavía mejor ya que ha sumado un podio más y su tercera victoria, ambos resultados de manera consecutiva, y se ha colado entre los ocho mejores pilotos del Mundial. Unos resultados casi inimaginables hace unos años y que dan buena muestra del crecimiento que han registrado en KTM en muy poco tiempo.
Sin embargo, los éxitos de Oliveira no son aislados ya que su antiguo compañero, Pol Espargaró, ya pudo comprobar en sus propias carnes que el proyecto de KTM iba en crecimiento. En sus tres primeras temporadas en el equipo de Red Bull, solo pudo rascar un podio en Valencia 2018. En cambio, en la temporada pasada, logró subirse hasta en cinco ocasiones al cajón y terminó quinto en la clasificación de pilotos, su mejor resultado hasta la fecha. A pesar de todo, este verano decidió afrontar el reto de irse a Honda para ser compañero de Marc Márquez y, de momento, las cosas no le están saliendo nada bien.
El valor de Dani
Cuando a Dani Pedrosa le ofrecieron ir a KTM, muchos aficionados y expertos del mundial lo interpretaron como un claro paso atrás en su carrera. Pasar del equipo Honda, una de las marcas más importantes y exitosas, para irse a KTM, un proyecto casi sin iniciarse y con muchas dudas era sin duda una apuesta muy arriesgada. Además, con el 'regreso' de Pedrosa al mundial, muchos creyeron que sería para en algún momento volver a competir.
Sin embargo, Dani tenía claro que iba a afrontar un nuevo camino, el de la soledad del trabajo diario que no se ve, el de seguir dando el máximo alejado de los focos para impulsar a un equipo que por ilusión y ganas merecía estar más arriba. Y con esa determinación afrontó el reto de ser piloto probador, algo que para él no era un paso atrás.
Aceptar ese puesto y no habérselo tomado en serio, ser una comparsa que no ofrece ningún beneficio al equipo como hacen otros muchos pilotos, sí hubiera sido dar un paso atrás. Pero esos no eran los planes de Pedrosa, que se había tomado muy en serio lo de llevar a KTM a ser una escudería competitiva.
Hasta el momento, su trabajo ha sido una revolución y una referencia incluso para otras marcas que ya quieren copiar su modelo con otros pilotos. Pedrosa ha sido capaz de crear una moto que se adapta muy bien a su pilotaje, sacando sus mayores virtudes. La nueva montura de KTM se adapta perfectamente a una conducción limpia, técnica y fina que es capaz de alargar la vida de los neumáticos para no desfallecer en mitad de la carrera y perder un ritmo que puede dar muchos puntos.
Así lo demostró sin ir más lejos Oliveira en Barcelona cuando cazó al inalcanzable Quartararo y abrió un hueco ya insalvable para todos en la parte final de la prueba. Las tandas largas de este tipo, en determinados circuitos, son uno de sus puntos fuertes y Miguel Oliveira parece estar aprovechándolo al máximo.
Siempre a la sombra
Estos nuevos triunfos de KTM llevan el nombre oficial de Oliveira, pero detrás tienen la esencia de muchos trabajadores e ingenieros de la marca, pero también de Pedrosa, ese héroe silencioso, que trabaja en la sombra y que gracias a su amor por el motociclismo ha vuelto a reencontrarse con el éxito a los 35 años, cuando seguramente no lo esperaba y de una forma que pocas veces habría imaginado.
Pero ahí está, renaciendo casi tres años después de haber dejado la competición de forma oficial, manteniendo toda su esencia y su humildad. El pasado domingo se le podía ver en el box del circuito de Barcelona con una sonrisa de oreja a oreja, con la serenidad y la felicidad del que se sabe con el deber cumplido y con el trabajo bien hecho, tranquilo sin la vida de la competición, pero sintiendo el éxito como suyo.
Dani, tras haber ganado tres campeonatos del mundo en 125cc y en 250cc, llegó a MotoGP con la ambición y el talento de romper todos los récords en el motociclismo. Sin embargo, las lesiones y sus características físicas le impidieron en muchos momentos llegar a tocar el cielo de haber conquistado al menos un Mundial en la categoría reina.
Con tres subcampeonatos y otros tres terceros puestos, Dani se encuentra entre los 10 pilotos de la historia que más carreras han ganado en MotoGP con un total de 31, es el tercero con más podios por detrás de Valentino Rossi y Jorge Lorenzo con 112 y el sexto con más poles de siempre. Además de ser historia viva de Honda, posee récords como ser el único piloto de la historia capaz de ganar al menos una carrera en 16 temporadas consecutivas. Solo falló en su primer año, 2001, y en la temporada de su adiós, en 2018.
A pesar de haber sido tan grande, Dani siempre ha tenido que vivir a la sombra de otros grandes campeones como Rossi, Lorenzo o Marc Márquez. Por ello, esta posibilidad de reencontrarse con el éxito y con las victorias formando parte del equipo KTM es un premio muy merecido a un piloto infravalorado, trabajador y talentoso. Además, vive esta historia de superación de la mano de un equipo que tampoco está acostumbrado a ganar, pero que se ha propuesto dar mucha guerra a marcas históricas como Honda, Yamaha, Ducati o Suzuki.
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