El Toyota TS050 Hybrid de Fernando Alonso afrontará desde el segundo puesto de parrilla las 24 Horas de Le Mans, la última prueba del Mundial de Resistencia (WEC), que se disputará en el circuito francés de La Sarthe y cuya 'pole' ocupará el otro coche de la escudería nipona, el del argentino 'Pechito' López.
Al doble campeón mundial asturiano, que lidera el WEC junto al suizo Sebastien Buemi y al japonés Kazuki Nakajima, le bastaría, para asegurarse el título, acabar séptimo la carrera de un día más importante del mundo; que ya ganó junto a sus compañeros el año pasado; y en la que, sobre el papel, parten de nuevo como favoritos ambos Toyota, con el de Alonso saliendo desde la segunda plaza.
Kobayashi, antiguo compañero del mexicano Sergio Pérez en F1, cuando coincidieron en Sauber; y que en enero ganó en el equipo de Alonso, con un Cadillac, las 24 Horas de Daytona (Florida, EEUU) -una prueba perteneciente a otro campeonato, el IMSA-, volvió a ser el más rápido este jueves, tras haberlo sido el miércoles.
Kamui, que se alterna al volante del Toyota número 7 con 'Pechito' y con el inglés Mike Conway, cubrió, por la tarde, en su vuelta rápida, los 13.626 metros del circuito de La Sarthe en tres minutos, 15 segundos y 497 milésimas, 411 menos que lo que invirtió en su mejor giro su compatriota Nakajima.
Lo hizo en la segunda de las tres sesiones de una calificación que tanto Alonso, que ya lo había apuntado el miércoles, como el piloto de Río Tercero (Córdoba), que lo hizo este jueves, consideraban intrascendente; ya que "la carrera es muy larga" y el punto extra que otorga no influiría en el desenlace del campeonato.
Un certamen que ahora lideran -en el coche número 8- Fernando y sus compañeros con 30 puntos de ventaja sobre el otro Toyota; uno menos que antes de la calificación. Lo que, efectivamente, no cambia nada; y al súper-campeón español le valdrá ser séptimo en Le Mans para hacerse con el Mundial de Resistencia.