El etíope Tola se proclama nuevo rey del maratón olímpico en el fin de la leyenda de Kipchoge

Tamirat Tola (Etiopía, 1991), con récord olímpico incluido (2:06:26), se colgó el oro en el maratón masculino de los Juegos de París. El corredor africano se convirtió en el cuarto campeón olímpico de su país, aumentando la supremacía etíope en una de las pruebas reinas de los JJOO. No pudo ganar su tercer oro Eliud Kipchoge, el atleta de 39 años que tuvo este viernes su último baile en las Olimpiadas.

Kipchoge, por nombre, partía como favorito a la victoria y era el hombre que se robaba los focos antes de la prueba. Pronto se pudo ver que el keniano no estaba en sus mejores condiciones físicas, con problemas lumbares que le hicieron sufrir muchísimo durante el duro recorrido. Oro en 2016 y 2020, claudicó en una prueba que había llegado a París marcada por la tragedia.

Hablamos del triste fallecimiento en un accidente de tráfico del también keniano Kelvin Kiptum. A sus 24 años, era el heredero natural de Kipchoge después de ser la persona que le arrebató el récord del mundo (2:00:35). Iba a ser una de las estrellas en los JJOO de París, en los que seguramente se iba proclamar como el nuevo rey del maratón, pero el destino fatal se cruzó en su vida el pasado 11 de febrero.

Con un tiempo de 2:06:26, Tola logró el nuevo récord olímpico. Fue tremenda su carrera, dadas las condiciones tan duras del circuito que parecían alejar cualquier posibilidad de 'cazar' la mejor marca en estos JJOO -de 2:06:32, que pertenecía a Samuel Wanjiru (2008)-.

Tola, ganador del maratón de Nueva York en 2023, se colgó su segunda medalla olímpica tras el bronce que consiguió en los 10.000m en Río 2016. La plata en el maratón de París fue para el belga de origen somalí Bashir Abdi, que cruzó la meta a 21 segundos del campeón, y el podio lo completó un keniano, Benson Kipruto, con una diferencia de 34 segundos.

Fue el maratón más duro de los últimos Juegos, quedando patente en la retirada de Kipchoge a cinco kilómetros del final de la prueba. Sí pudo terminar otra leyenda, Kenenisa Bekele, triple oro olímpico (dos veces en los 10.000 y una en los 5.000) y poseedor de otra plata (5.000), que terminó 39º con un tiempo de 2:12:24. 

El papel de los españoles fue muy meritorio. El primero en acabar fue Ibrahim Chakir, en 34º lugar con una marca de 2:11:44. Un minuto después cruzó la meta Yago Rojo, veinte segundos por detrás de Bekele. Tariku Novales, con más dificultades y derrumbado, acabó en la posición 68.

Tola, Kipchoge y Bekele

Tola se impuso en París, en un maratón duro por su perfil altímetro, con rampas de incluso el 13%, pero con un recorrido muy atractivo pasando por todos los lugares más turísticos de la capital francesa. El etíope se escapó pasado el kilómetro 25 y, desde entonces, fue en solitario abriendo brecha con el grupo perseguidor, aguantando incluso el momento crítico del recorrido, antes del 30, con una cuesta a la que de antemano temían gran parte de los participantes.

Su victoria quedó eclipsada, en parte, por el foco mediático del duelo que iban a lidiar Kipchoge y Bekele y que al final no fue. De hecho, Kipchoge protagonizó una de las imágenes icónicas de los Juegos, y que probablemente pasarán a la historia, cuando en el kilómetro 28 se paró, se puso a hablar con un policía y siguió su trayecto a pie por el carril de seguridad ante la mirada atónita de los aficionados, que lo vieron caminar hasta el 31. Al final se retiró, no sin esperar a ser adelantado por el último atleta en carrera.

En ese instante, Bekele, de 42 años, ya había pasado hace tiempo ese punto kilométrico. El etíope afrontó los JJOO tras el resurgir que protagonizó en el último maratón de Londres el pasado 21 de abril, cuando fue segundo y paró el crono en 2:04:15. Ese tiempo, similar a los 2:04:19 registrados en Valencia el 3 de diciembre de 2023, siendo cuarto en la ciudad española, le valieron para volver a vivir el sueño olímpico doce años después de hacerlo por última vez. En esa última ocasión, en Londres 2012, fue cuarto en los 10.000 metros en pista.

En París no le fue bien. Muy pronto se vio sin fuerzas para permanecer en el grupo de cabeza y, al paso por el medio maratón, ya se notó que no iba a ser candidato a pelear el triunfo. Sufrió más de lo esperado en un recorrido poco acorde a sus características y terminó a 5:58 del ganador con un tiempo de 2:12:24.