Nathalie Moellhausen, de 38 años, vivió un episodio extraordinario y conmovedor en los Juegos Olímpicos de París 2024. La esgrimista italo-brasileña, reconocida por su destacada trayectoria deportiva, compitió en el torneo de espada apenas después de haber sido dada de alta del hospital.
Nathalie había sido internada de urgencia debido a un tumor benigno en el coxis que le provocaba dolores intensos. A pesar de su delicada condición, Moellhausen decidió presentarse a su primer combate en los Juegos, enfrentándose a la canadiense Ruien Xiao.
Durante el tercer asalto del combate, Nathalie sufrió mareos y temblores en las piernas, llegando a desplomarse en la pista. La competencia se suspendió temporalmente para que pudiera recibir atención médica.
La salud de Moellhausen estaba comprometida desde febrero de este año, cuando se le encontró un tumor. Este problema le causaba dolor crónico tan intenso que necesitó incluso el uso de morfina.
A pocos días del inicio de la competición de los Juegos Olímpicos, la esgrimista fue hospitalizada de emergencia, lo que puso en duda su participación en el torneo olímpico. Sin embargo, con una determinación admirable, Nathalie insistió en competir, cumpliendo su sueño de estar en la pista olímpica a pesar de las adversidades.
El anuncio de su participación se hizo público a través de su equipo pocos días antes del evento, destacando el esfuerzo titánico que había hecho para recuperarse a tiempo. "Nathalie competirá en el Grand Palais tras un curioso giro del destino que complicó su camino hacia los Juegos debido a un grave problema de salud que requirió una hospitalización de emergencia", decía el comunicado.
"La lucha por recuperarse a tiempo para la competencia ha sido enorme. Pase lo que pase, Nathalie estará en su querida pista de esgrima una vez más, como ella había soñado y contra todas las probabilidades".
Competitiva hasta el final
Durante el combate contra Ruien Xiao, Nathalie se sintió mal y tuvo que ser asistida, pero después de tres minutos de pausa, recuperó fuerzas suficientes para terminar el encuentro, aunque perdió con un honroso 15-11.
Inmediatamente después, abandonó el Grand Palais y regresó al hospital. Nathalie reside en París y cuenta con un médico personal que ya la estaba esperando para preparar la cirugía necesaria para remover el tumor benigno en la parte baja de la espalda.
A pesar de la derrota, Nathalie Moellhausen se convirtió en una heroína para Brasil y para muchos en el mundo del deporte. Su valentía y dedicación reflejan el espíritu olímpico en su forma más pura.
Esta atleta, que nació en Milán y compitió por Italia hasta 2014, ha logrado grandes éxitos a lo largo de su carrera, incluyendo una medalla de oro mundial en 2019, la primera para Brasil en un campeonato mundial de esgrima.
Este lunes ha sido llevada a cabo la cirugía, la cual había sido planeada con anticipación, independientemente de su desempeño en los Juegos. La historia de Nathalie es un testimonio del coraje y la resiliencia que caracteriza a los verdaderos atletas, aquellos que no se rinden ante las adversidades y siguen luchando por sus sueños.