El saltador de trampolín Tom Daley y la remera Helen Glover rindieron homenaje a la película "Titanic" durante el desfile de las delegaciones en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024.
La lluvia deslució el evento, obligando a muchos atletas a usar chubasqueros y ocultando sus uniformes oficiales mientras desfilaban por el río Sena. A pesar de esto, Daley y Glover destacaron por su simpatía: él adoptó la postura de Rose en la proa del barco de la delegación británica, mientras ella lo sostenía como Jack en la famosa escena de la película de James Cameron.
La delegación británica fue una de las más grandes entre las 205 que participaron en el desfile, en el que no estuvo presente Rusia. Grecia, como es tradición, abrió el desfile, seguida por la delegación de los refugiados, que recibió uno de los aplausos más fuertes antes de que comenzara a llover intensamente.
El público, que sumaba 600.000 espectadores entre las gradas pagadas, gratuitas y balcones, inicialmente aclamó a las diferentes embarcaciones. Sin embargo, la lluvia fue desanimando a los asistentes, y muchos se retiraron antes de tiempo. Los barcos también aceleraron su paso debido al mal tiempo, rompiendo el protocolo de navegar a 9 kilómetros por hora.
Las delegaciones variaron en tamaño, con algunas compartiendo barcos y otras yendo en solitario. Bután, por ejemplo, con solo cinco miembros, utilizó una pequeña lancha, mientras que delegaciones más grandes como la británica y la china ocuparon barcazas completas. España compartió su barco con Estonia, abordo del "Pierre Bellon", una embarcación de 2013.
En el barco español viajaron 235 de los 382 componentes de la delegación, aunque el tenista Rafael Nadal no estuvo presente en la embarcación, sino que observó la ceremonia desde un balcón en el Sena junto a su familia.
La delegación israelí fue recibida con tibios abucheos y gritos de "Free Palestina" en algunas partes del recorrido, mientras que la de Ucrania fue una de las más aclamadas. La delegación francesa, que cerró el desfile, también recibió una calurosa acogida.
La delegación de Argelia arrojó flores al río Sena, un gesto que algunos interpretaron como una reivindicación de su independencia de Francia.
La lluvia se convirtió en el protagonista principal de la noche, afectando la visibilidad de uniformes como el de Mongolia, que había generado mucha expectación previamente. Tras desembarcar en el Trocadero, la mayoría de los deportistas optaron por regresar a la Villa Olímpica en lugar de asistir al juramento olímpico, la apertura oficial de los Juegos y el encendido del pebetero.