En la era del deporte en la que la inclusión es uno de los pilares del progreso, la natación había puesto trabas a una parte del atuendo de sus profesionales básico. A pesar de que no suponía ninguna ventaja como algunos trajes, el gorro especial para los nadadores de pelo rizado largo o afro sufrió un veto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Después de una nueva revisión, la Federación Internacional de Natación (FINA) ha terminado aceptándolo.
La marca británica Soul Cap, especializada en estos gorros especiales, ha recibido la homologación de parte del organismo mundial y, desde este momento, los afectados podrán recurrir a esta indumentaria. Cualquiera que haya llevado un gorro de piscina conoce las limitaciones que se presentan si tienes el pelo largo. Algunos profesionales directamente optan por raparse. La FINA había puesto como razón que no seguían "una forma natural de la cabeza" y que los nadadores no necesitan "gorros de ese tamaño". Finalmente, han cedido ante las presiones.
Los orígenes de estos gorros se encuentran en la decisión de Michael Chapman y Toks Ahmed. Comenzaron a practicar natación juntos y se encontraron a una mujer negra con cabello afro que estaba luchando con el tamaño de su gorro de natación. Esto les hizo pensar en la falta de representación afroamericana en este deporte y vieron que una de las limitaciones se encontraba en este elemento que puede parecer irrisorio, pero que recabando opiniones se dieron cuenta de lo importante que era.
Después de lanzar Soul Cap en 2017, su éxito ha llegado a un punto en el que la mayor parte de los deportistas acuáticos negros utilizan su línea de indumentaria. La nadadora británica y cofundadora de la Asociación Negra de Natación, Alice Dearing, llegó a Tokio 2020 como la primera mujer de su raza en representar en las pruebas de natación de unos Juegos Olímpicos a Gran Bretaña. Ella es una de las imágenes principales de la marca que sigue cosechando récords de ventas año tras año.
Tras anunciar esta decisión, el director ejecutivo de FINA, Brent Nowicki, explicó que "promover la diversidad y la inclusión está en el corazón del trabajo de Fina, y es muy importante que todos los atletas acuáticos tengan acceso a los trajes de baño adecuados". Cabe recordar que el cabello afro es naturalmente más seco que otros cabellos porque tiene menos capas de células. El hipoclorito de sodio, o lejía, que se encuentra en las piscinas puede provocar un gran daño en este tipo de pelo.
Ser negro y nadar
"Recuerdo a una chica negra que dijo en un entrenamiento que la razón por la que las chicas negras no nadan es por su pelo. Tenía alrededor de 12 o 13 años en ese momento y nunca había pensado en la idea de que el cabello te impidiera nadar. Ahora que soy mayor, puedo entender completamente por qué alguien renunciaría por esta cuestión", relataba Dearing a la BBC en 2019. Ella no se rindió, aunque tenía que luchar contra su pelo cada vez que se lanzaba al agua.
La Universidad de Howard en Washington DC es la única históricamente negra en el país norteamericano y cuenta con un equipo masculino y femenino de natación que se enfrentaba al problema del pelo. Aunque si hay una figura desde el otro lado del charco que es un ejemplo para los afroamericanos es Simone Manuel, la primera nadadora de esta raza en ganar una medalla de oro olímpica. Lo hizo en Rio 2016.
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No son los únicos que trabajan para que haya más nadadores negros. Tankproof, una organización sin fines de lucro que brinda instrucción de natación a comunidades desfavorecidas en lugares como Baton Rouge, Austin y San Francisco, encontraron una barrera en la cuestión del pelo: "Tras una década de trabajo, una de las barreras más grandes que hemos visto para las niñas negras es que no quieren mojarse el cabello, ya sea por el cloro que se seca el cabello o por el tiempo que se necesita para que su cabello vuelva a su estado natural".
Thurman y Torrence Thomas, los gemelos detrás de Tankproof, justificaban que el gorro de Soul Cap "no te da una ventaja, ni te hace más rápido o más aerodinámico", si no que ayuda a enfrentar el problema de la discriminación racial que existe en esta modalidad deportiva. En 2020, el estudio 'International Journal of Aquatic Research and Education' demostró incluso que "la exclusión sistemática de las piscinas públicas" provoca que los jóvenes negros tengan 2,6 veces más probabilidades de morir ahogados.
Con los nuevos gorros, habrá más afroamericanos interesados en aprender a nadar. Ahmed, se mostró "muy agradecido con todos los que mostraron su apoyo y fueron parte de este gran cambio". "Queremos que la natación se convierta en un deporte accesible, con equipos y trajes de baño que permitan a cualquiera involucrarse y alcanzar el éxito", recalcan desde Soul Cap. Es un nuevo paso para demostrar la apuesta por la inclusión en este deporte.