Simone Biles volvió. Y volvió luciendo como siempre ha sabido hacer: ganando un metal. La gimnasta estadounidense se había convertido en la gran protagonista de estos Juegos por renunciar a varias finales. La razón no era otra que preservar su salud mental. Los críticos aprovecharon mientras compañeros olímpicos salieron en su defensa y apoyo. Mientras, Biles reflexionó y decidió en dónde reaparecer. La final de barra de equilibrio fue el escenario y la medalla de bronce el resultado final.
El oro fue para la china Guan con un 14.633 de puntuación y la plata para su compatriota Tang, con una puntuación de 14.233. El podio lo cerró la norteamericana. La compañera de Simone Biles, Sunisa Lee, cometió un error que casi le cuesta la caída y tuvo que conformarse con un 13.866 tras unos JJOO donde ha dejado muy buen sabor de boca.
La gimnasta de 24 años no llegaba como favorita a la final de barra de equilibrio y toda la atención estaba puesta en su actuación tras los últimos problemas de ansiedad. La estadounidense, cabe recordar, desmintió la explicación que dio su equipo en un primer momento. Mientras oficialmente hablaban de una lesión física, en Tokio ya se empezaba a barajar otra razón. Y tuvo que ser la propia Biles la que confirmara que eran problemas de salud mental, y concretamente ansiedad.
"No fue un día fácil ni el mejor, pero lo superé. Realmente siento que a veces tengo el peso del mundo sobre mis hombros. Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero, maldita sea, ¡a veces es difícil!", advertía horas antes de su gran decisión. Poco después, confirmaría lo sucedido: "Debo proteger mi salud mental".
Por el camino, Biles se ha dejado varias opciones de medalla, pero ella tenía claro cuál debía ser su destino. Salió seria, consciente de la presión que podía tener en una cita como la de este martes. Cumplió con creces. Biles se posionó segunda durante gran parte de la prueba gracias a su 14.000, pero el último ejercicio de la china Guan le arrebató la segunda posición.
Una medallista histórica
Así, Simone Biles se marcha de los Juegos Olímpicos de Tokio con dos medallas en su cuenta particular. Una de ellas en el ejercicio por equipos y que supuso el inicio de todo su caso. Biles se retiró en plena final y el equipo ruso se llevó el oro. La segunda medalla ha sido esta última en el ejercicio de barra, cuya participación se confirmó hace apenas 24 horas después de muchas especulaciones.
"Estamos muy contentos de confirmar que mañana verán a dos atletas estadounidenses en la final de la barra de equilibrio: ¡Suni Lee y Simone Biles! ¡No podemos esperar a verlas a las dos!", explicaron desde el equipo olímpico de Estados Unidos, que ha celebrado con igual intensidad el metal logrado.
Esta es la séptima medalla olímpica cosechada por Simone Biles en toda su carrera. Se estrenó en Rio 2016 y logró situarse como una estrella mundial de la gimnasia, no solo en Estados Unidos. Su objetivo estaba en seguir aumentando su figura de leyenda, pero esos problemas de ansiedad han frenado su medallero. Tras los cuatro oros y el bronce en los últimos Juegos Olímpicos, Biles se queda en siete metales olímpicos gracias a los dos en Tokio.
Sin embargo, esta participación en territorio nipón quedará marcada por la reivindicación de la importancia de la salud mental. Simone Biles ha logrado recuperar el debate sobre cómo afecta a la sociedad, y a los deportistas en particular, con un gesto muy complicado de llevar a cabo como es renunciar a múltiples medallas.
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