La velocidad ya conoce el nombre de su reina en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Era una de las grandes favoritas para llevarse el oro en la prueba de los 100 metros lisos y Elaine Thompson hizo buenas las quinielas que la colocaban como vencedora gracias a su tiempo de 10:61. [Así vivimos la jornada en directo de los JJOO de Tokio 2020]
Elaine Thompson se llevó la prueba reina del atletismo, pero en un cómputo global, los 100 metros lisos hablan jamaicano y tienen sabor caribeño. Si la atleta paró el crono en 10.61 con viento ligero en contra y una brisa de 0,6 metros por segundo; en segundo lugar, acabó su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce, con un tiempo de 10.74; y el bronce fue para la también jamaicana Shericka Jackson (10.76).
Se quedó fuera del podio la costamarfileña Marie Josee Ta Lou, que durante las series y las semifinales corrió más rápida que ninguna, con una marca de 10.18 en ambas carreras. Sin embargo, en la final se quedó con 10.91 y así el trío de velocistas jamaicanas se repartió las medallas y firmaron el podio más rápido de la historia en los 100 metros lisos femeninos.
Todo estaba preparado. Si hay una prueba que es seguida en cada nueva edición de los Juegos Olímpicos, esa es la de los 100 metros lisos. La primera en celebrarse en Tokio 2020 era la femenina. Se apagaron las luces del estadio. La recta se iluminó en tonos rosas y se proyectó en el suelo a cada una de las finalistas. Había llegado la hora de la verdad.
Fraser-Pryce llegó a la cita olímpica como favorita. Muchos son los que esperaban que ganase, incluso los titulares estaban preparados como la madre más rápida del mundo. Un golpe hacia la igualdad. Y ella salió mejor, con un tiempo de reacción de 0.139 por el 0.150 de Thompson. Las dos junto a su compatriota Jackson brindaron a los aficionados la mejor carera que recuerda desde Atlanta 1996.
Ni los 30 grados con un 85 por ciento de humedad ensombrecieron la prueba reina. Como reina acabó siendo Elaine Thompson ante una Shelly-Ann Fraser-Pryce que buscaba igualar los tres oros de Usain Bolt. Pero la gloria estaba predestinada para la que un día fue su compañero de entrenamientos. Thompson, más alta y con una zancada más larga, fue sacando ventaja y en el metro 60 ya se esperaba su triunfo.
Así cruzó la meta primero Thompson. Gritando, exaltada. Era oro olímpico, superando la histórica marca conseguida por Florence Griffith allá por Seúl 1988. En los últimos 20 metros, Elaine echó el resto. Por el rabillo del ojo miraba a su gran rival. Con quien además no se lleva del todo bien. Muchos hablan de enemistad y lo cierto es que lo que se vio tras la carrera podría confirmarlo.
Lo que podía haber sido una fiesta de Jamaica se convirtió en la prueba de la rivalidad entre las caribeñas. Por un lado parecían ir Shelly-Ann Fraser-Pryce y Shericka Jackson, por otro la campeona Elaine Thompson. Se fotografiaron juntas, sí; como manda la tradición, pero entre ellas no hubo cruce de sonrisas, ni siquiera de miradas. Frialdad total en el Estadio Nacional de Tokio.
Elaine Thompson paseó la bandera de Jamaica por toda la pista. Más tiempo sola que con sus compatriotas. Solo se juntaron para las fotos. ¿La nota positiva? Que pese a esta particular guerra interna que se vive en el equipo jamaicano, sus tres atletas ocuparon el podio y firmaron la mejor final en lo que va de JJOO. Además de la final más rápida de todos los tiempos en los 100 metros femeninos.
La hija del viento
En el atletismo llevan tiempo buscando al heredero de Usain Bolt. Pero no se habían dado cuenta los especialistas que no había que hallar al sucesor entre ellos, sino entre ellas. Elaine Thompson ya es catalogada como la 'nueva Bolt' y aunque esto puede parecer demasiado para cualquiera, la ilusión está ahí y las pruebas también. Ya ganó la medalla de oro en Río 2016 y la ha revalidado en Tokio 2020.
Todavía puede hacer doblete, como hizo en los últimos Juegos Olímpicos. En Río de Janeiro no solo se subió a lo más alto del podio en los 100 metros lisos, sino también en los 200. Se podía poner bajo sospecha su triunfo en Japón por las famosas zapatillas que reducen los tiempos, pero tanto Thompson como Fraser-Pryce y Jackson llevaban el mismo modelo de Nike MaxFly.
"Me queda un oro más", aseguraba Elaine Thompson tras su triunfo en los 100 metros lisos. Una ambición que también tenía Usain Bolt, quien fue antes que ella el rey de la velocidad y que como la doble campeona olímpica de la distancia, también tiene sus orígenes en Kingston.
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