La dureza del torneo olímpico de baloncesto supone que te pueda pasar lo que le ha sucedido a España este domingo. Un palmeo de Víctor Claver o un triple de Alberto Abalde podían haber supuesto que vencieran a Eslovenia y que, por ende, Estados Unidos no se cruzara en su camino hacia la medalla en Tokio 2020. EEUU es la gran favorita, como en cada edición, y los cuartos de final han deparado este emparejamiento que podía ser perfectamente una final.
Campeón olímpico contra campeón del mundo, lucha de titanes a primeras de cambio; más allá de que España esté de por medio y que sea la peor eliminatoria que podía tocar para los intereses del país, es un auténtico partidazo. Los NBA se verán las caras con el último baile de los 'Juniors de Oro' en unos Juegos Olímpicos. Eso sí, el 'Dream Team' no es el de otras citas pasadas. Los estadounidenses llegan con Kevin Durant como gran líder y Damian Lillard, Jrue Holiday y Devin Booker como los, a priori, segundas espadas.
La retirada soñada de Pau Gasol se encuentra con este gran problema, pero también como una oportunidad. Los estadounidenses han tenido bastantes problemas en la preparación, que derivaron en el hecho de perder el primer partido en los JJOO ante Francia. La selección estadounidense se ha sentido frágil y también ha querido mandar un mensaje con sus siguientes resultados: 119 a 84 frente a República Checa y 120 a 66 ante Irán.
España, a pesar del traspié ante Eslovenia, ha completado una gran fase de grupos superando a Japón por 88 a 77 y a Argentina por 81 a 71. La mejor defensa ha parado parcialmente también este domingo a uno de los grandes favoritos como lo es el equipo que lidera Luka Doncic; venían metiendo casi 120 puntos por encuentro y se han quedado en 95, por los 87 de la selección que entrena Sergio Scariolo. El técnico tendrá que retocar algunas taras que ha mostrado el equipo, pero también sabe que tiene las armas para parar a la temida Estados Unidos.
La prueba
Hay una referencia temporal cercana entre estas dos selecciones. Las Vegas albergó una de las pruebas que realizaron ambas selecciones en la previa de los Juegos. Por momentos, España se mostró superior a este equipo al que todavía le faltaban las piezas que estaban disputando las finales de la NBA. Fue un síntoma de mejoría para los estadounidenses, ya que venían de perder ante Nigeria y Australia y encontraron una bocanada de aire con el novato Keldon Johnson como gran estrella.
España llegó al descanso por delante en el marcador, dejando al equipo estadounidense por debajo de los 40 puntos al descanso. Las referencias que se pueden sacar de esta prueba siempre son relativas, pero la cara que mostró el equipo nacional fue fundamental para coger moral para este torneo. La victoria se escapó por poco.
Ricky 'superstar'
El jugador más destacado de ese día fue Ricky Rubio, una tendencia que empezaba a confirmar el buen estado de forma del base español. El de Masnou está siendo el líder del equipo y cuando está en su mejor forma, la Selección encuentra el sinónimo del éxito en el diccionario. De hecho, a pesar de sus 18 puntos, su 7 de 23 en tiros durante el partido lastró en gran parte a España.
Si en su peor actuación fue el mejor, en sus días más lúcidos ha sido impresionante. Los 26 puntos ante Argentina y los 20 ante Japón son la principal referencia para ilusionarse con una actuación similar ante sus rivales habituales en la NBA. Precisamente, afectado por el traspaso en el que se ha visto envuelto durante los Juegos y que ha acabado con él en Cleveland, también tendrá más ganas de reivindicarse.
Sin los mejores
Son muchos los que recuerdan ese instante en el que toda España soñó con tumbar al 'Dream Team' de verdad en Londres 2012. Kobe Bryant, LeBron James, Carmelo Anthony o Chris Paul componían un equipo de leyenda. Kevin Durant ya estaba allí y vuelve a una cita olímpica con el objetivo de conseguir su tercera medalla de oro. Pero la compañía no es la misma. El alero de los Brooklyn Nets es el principal hombre de los de Gregg Popovich que compuso una selección sin demasiados grandes nombres.
Damian Lillard apunta a ser ese segundo espada que, en cualquier momento, puede tener un partido estelar. El hombre que puede meter puntos desde cualquier lugar de la pista comparte amenaza con Jayson Tatum, que está yendo de menos a más, Zach LaVine. Este tridente anotador puede acabar con cualquier esperanza, pero todos ellos tienen algo en común: la irregularidad. A pesar de ser auténticos microondas, con Estados Unidos no terminan de asentarse como líderes. Ojalá tampoco lo hagan este martes.
La venganza
España tiene más jugadores que estuvieron en esa final de Londres. Marc Gasol, Sergio Llull, Víctor Claver, Sergio Rodríguez, Rudy Fernández y, sobre todo, Pau Gasol batallaron contra una de las mejores generaciones que ha llevado Estados Unidos a unos JJOO. Nueve años después, aquí están.
El jugador del Barça se ha recuperado de una grave lesión en uno de sus pies que parecía que no le iba a permitir terminar su carrera en las canchas, pero la pandemia, en parte, le dio una oportunidad que no quiere desaprovechar. Todo el mundo quiere brindar a los 'Juniors de Oro' un final digno pueden encontrar ante esta posibilidad de doblegar a Estados Unidos.
El último baile
No solo será seguramente el último momento de Pau Gasol en el baloncesto profesional. La realidad que tendrá que asumir el aficionado español es que Marc, Llull, 'Chacho' y Rodolfo no volverán a vestir esta camiseta en unos Juegos Olímpicos. Son tres años hasta París, pero todos ellos llegarán a una edad en la que seguramente se estén planteando la retirada.
Todos ellos están demostrando un gran nivel a pesar de la edad. El cambio de ciclo se avecina, pero antes queda este torneo en el que España quiere brillar con luz propia consiguiendo la que sería la segunda victoria del país ante Estados Unidos. La primera fue en ese Mundial de Indianápolis de 2002 en el partido por el quinto puesto. 19 años después, el país volverá a vibrar con estos jugadores que han llevado el baloncesto español a otro nivel.
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