Imágenes con las que es imposible no empatizar. Niko Shera ha caído derrotado en la primera repesca que le podía dar acceso a la lucha por la medalla de bronce en Tokio 2020. Los Juegos Olímpicos se han acabado para el judoca español después de que llegara como el favorito para convertirse en campeón. Tras una decisión un tanto polémica, caía derrotado ante el uzbeco Davlat Bononov y el de Brunete no se lo podía creer. Caía al tatami llorando como un niño por la opción que se le acababa de marchar.
No era capaz de levantarse del escenario principal en el que se había desarrollado su pelea. El judoca de origen georgiano se lamentaba porque había tenido en sus manos el primer triunfo, que le habría permitido seguir vivo en la pelea por el bronce. Una vez se levantó, se fue hacia su entrenador a pedirle explicaciones por lo que acababa de suceder. La desolación le abrumaba. Volvía a caer al suelo y su llanto se podía escuchar en toda la sala.
En la grada había varios españoles animándole, pero ni ellos consiguieron animarle. La decepción era clara. Él mismo también se veía con más que opciones en Tokio 2020. Estos JJOO parecían los suyos, aunque en principio debería de llegar en buena forma también a Paris 2024. Era el número uno del mundo, el rey del judo en el camino previo a esta cita, pero lo que cuenta es su actuación en esta semana y Shera no ha podido brillar.
El español ya comenzó con problemas en los octavos de final ante el sueco Marcus Nyman. Sin embargo, finalmente logró llevarse el triunfo con un punto de oro. Su ippon le permitió obtener el billete cuartos de final y dejó a un lado las dudas iniciales en un combate que casi duro ocho minutos. En los cuartos de final no habría tanta suerte y Shera caería ante su bestia negra, el ruso Mikhail Igolnikov. El rival logró agarrarle del cuello y sacó un ippon que mandaba al español a la repesca.
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