Mireia Belmonte (Badalona, Barcelona, 1990) no pudo lograr su quinta medalla olímpica tras las dos logradas en Río de Janeiro y las dos en Londres. La española se tuvo que conformar con la cuarta plaza en la final de los 400 estilos (4:35.13) que ganó la japonesa Ohashi (4:32.08). [Así vivimos la jornada en directo de los JJOO de Tokio 2020]
Esta no será la última opción de medalla de Mireia, ya que la española todavía tiene por delante las pruebas de 800 y 1500 a pesar de haber renunciado a otras como los 200 mariposa, en la que es actual campeona olímpica, por los problemas físicos que ha arrastrado durante los últimos tiempos.
Solo 23 centésimas separaron a Belmonte del bronce. La española, que fue de menos a más, se quedó a punto de remontar a la estadounidense Flickinger (4:34.90). Ohashi venció a la otra estadounidense, Weyant (4:32.76), en la lucha por el oro.
Mireia fue de menos a más, como acostumbra en esta prueba (1:03.10, 2:14.85, 3:33.27 y 4:35.13). Pasó quinta la mariposa y bajó hasta la sexta plaza en el tramo de espalda. Su remontada comenzó con la braza y la culminó con el estilo libre, aunque le faltó la referencia visual, estaba en la calle 6 y su rival por la 2, para haber podido rascar esas centésimas que le hubieran llevado al podio.
Certeza sí, incógnita no
La española llegó a Tokio siendo una incógnita, pero en la primera prueba ha demostrado que mantiene intacto su carácter ganador y su competitividad. Quizá físicamente no esté como en Río de Janeiro, pero siempre es una garantía.
La tendinitis de un hombro que ha sufrido y sus escasas competiciones convertían a la abanderada española en una gran duda, sin embargo Mireia ha vuelto a demostrar que no falla en las grandes citas y el diploma olímpico es un gran resultado por sensaciones y antecedentes. La experiencia es un grado y a sus 30 años, y tras cuatro medallas olímpicas, sigue siendo una garantía.
"La verdad es que estuve desde enero hasta mayo sin poder entrenar, pero al final he podido avanzar más rápidamente. Llegué aquí con incertidumbre. No sabía la forma en que estábamos. Al final ha salido bien", afirmó Mireia Belmonte tras rozar el bronce.
A por la quinta
Esos problemas físicos han provocado que renunciara a los 200 mariposa, la prueba de la que es todavía actual campeona olímpica. Belmonte tenía que dosificar esfuerzos y evitar el mayor número de series. Por lo visto en los 400 estilos ha sido un acierto y la próxima semana buscará la medalla en los 800 y 1500.
La propia Mireia afirmó estar sorprendida por lo bien que se había encontrado en esta prueba: "Me he quedado cerca, pero lo he dado todo y no he podido más. Ahora mismo el sentimiento es un poco extraño porque soy competitiva, pero después de este año no me esperaba este resultado".
La prueba fue dominada por Ohashi a partir de la braza, a los 250 metros, y ya no abandonó la primera posición. Weyant, la más rápida en semifinales, lo intentó sin éxito ya que la japonesa aguantó bien el empuje de la estadounidense en los últimos metros.
La que se hundió hasta la quinta plaza fue la húngara Hosszu. La veterana y campeona olímpica en Río de Janeiro pasó segunda el tramo de mariposa (1:02.17), pero demostró que está lejos de su mejor momento y acabó con 4:35.98.
El ritmo bajo de los primeros 200 provocó que se soñará con el podio de Mireia, pero, finalmente, esta vez tocó la medalla de chocolate. A pesar de ello, queda mucho Tokio todavía para Belmonte. La reina de las aguas quiere la quinta.
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