España ha conseguido una victoria vital para seguir con vida en los Juegos Olímpicos. La selección de Luis De la Fuente está sufriendo mucho para encontrar el gol en esta edición del torneo de fútbol y este domingo lo han encontrado a través de Mikel Oyarzabal. El delantero de la Real Sociedad acabó con la sequía goleadora gracias a un buen centro de Marco Asensio, que fue suplente, y que remachó con un gran giro de cabeza el vasco. La Selección buscará el primer puesto del grupo ante Argentina el próximo miércoles. [Australia 0-1 España: Narración y estadísticas]
A la desesperada, con defensa de tres y varios delanteros en el campo y despejando parte de las dudas que se generaron en el estreno y que surgieron durante el de este domingo. La realidad es que la olímpica no lo está teniendo nada fácil para derribar los muros que se está encontrando cada partido. Aunque España genera, mucho más en este choque ante Australia que ante Egipto, no hay quién remate la ocasión. Finalmente fue Asensio el que encontró esa cabeza de Oyarzabal.
El de la Real está siendo la referencia que quiere De la Fuente. Ha apostado por él en los dos encuentros como titular y, conociendo al seleccionador, seguramente lo siga siendo. El de Haro suele funcionar estudiando mucho al rival, pero, ante la imperiosa necesidad de un '9', ha resultado curioso que en los dos encuentros haya salido con uno 'falso'. Los problemas con el gol se vieron ante Japón, se hicieron críticos frente a Egipto y la necesidad volvió a surgir ante Australia.
Por suerte, el equipo supo resolver y recupera una posición de honor de cara a lograr el pase a los cuartos de final del torneo. La ansiedad por el gol dio paso a una dosis de moral más que necesaria para afrontar el resto del campeonato. En el último torneo olímpico, España no fue capaz de superar el bloqueo mental de no anotar. Esta vez ya lo han hecho y el objetivo ahora está en seguir esta tendencia que se inició en el minuto 80 del partido.
Durante le resto del partido, la tónica fue similar a la del estreno. Poca fluidez, muy previsibles y falta de desborde podrían ser las palabras que mejor describían a una selección que había prescindido de Asensio, de Mikel Merino y de Juan Miranda para este encuentro. Zubimendi, Soler y Puado fueron titulares, pero no le dieron esa chispa extra que parece necesitar un equipo que juega muy bien, pero que sigue adoleciendo esa falta de mordiente que te puede costar una eliminación.
Al menos, esta vez no tuvo que ver el seleccionador un parte de guerra como el que dejó el encuentro ante Egipto. A la espera de saber lo que sucede con Ceballos y Mingueza, De la Fuente parece recuperar la moral de un equipo que estaba tocado por los últimos resultados. En un torneo tan corto como el olímpico, es de vital importancia agarrarse a cualquier clavo ardiendo. El de Oyarzabal, por ahora, lo será.