Pepu Hernández (Madrid, 1958) logró como seleccionador el Mundial de Basket 2006 y al año siguiente el subcampeonato de Europa: fue el técnico que logró los primeros éxitos con la memorable generación de 1980, que todavía hoy asombra al mundo. Desplazado a Río como comentarista de RTVE y alejado de los banquillos desde 2012, disecciona en esta larga conversación con EL ESPAÑOL la realidad y los anhelos de la `ÑBA’, que este viernes buscará la final olímpica en un duelo apasionante contra la mejor selección del planeta. [En vivo, a las 20,30 horas]
¿Imaginó que España daría semejante repaso a Francia?
Después de un comienzo con tantas dudas es muy difícil esperar esa reacción... Es posible, lo hemos visto otras veces, pero el cambio ha sido radical. La selección, cuando encuentra el camino, da miedo: es tremendamente competitiva. Pero cada año hay que construir el equipo de nuevo, aunque los nombres no cambien. Lo saben los entrenadores y lo saben los jugadores... Y siempre acaban encontrando el camino.
Pero el bloque es el mismo (o parecido)…
Sí, pero hay que construirlo cada verano de todas manera. Pueden cambiar cosas, no se puede dar nada por supuesto. Rentabilidades pasadas no garantizan las futuras: la gente llega en circunstancias distintas (personales, físicas o de encaje en el reparto de misiones del equipo). Esta transformación se ha logrado precisamente por algo difícil de explicar: para mí, el paso atrás de Pau ha sido un paso adelante para todo el resto del equipo. La carga ofensiva que llevaba Pau la ha cedido a otros... Sigue recibiendo el balón, porque lo tiene que recibir, hay una atención muy especial sobre él. Pero no está siendo el hombre resolutivo de otras ocasiones. En los primeros partidos sí buscó ese papel, para probarse y ver cómo estaba, pero no estamos necesitando los puntos de Pau. Eso nos abre las oportunidades y el enganche de otros muchos jugadores en el equipo: Mirotic, Rudy, Hernangómez, los bases, Navarro... Pau ha abierto la puerta al resto de los jugadores. Y cuando no dependemos de nadie y todos son importantes, el equipo es muy, muy difícil de vencer.
Contra Argentina y Francia España dio una sensación de estar engrasada, parecía funcionar como una máquina.
Completamente de acuerdo. Fue una demostración defensiva extraordinaria... Cuando eso ocurre, las diferencias de puntos son abultadas. Porque no es solamente lo que estás aportando en la ofensiva, sino lo que restas a un equipo con tanta calidad e inteligencia como Francia. Es como si doblaras la ventaja, además del respeto que te ganas. Ahora mismo España es el único equipo que puede disputarle los Juegos Olímpicos a Estados Unidos.
O sea, tenemos derecho a soñar...
Vamos a ver… Estados Unidos se ha puesto en modo 'playoff'. Al ponerse en modo 'playoff', cada vez es más difícil meterles mano: se han podido dejar llevar en la primera fase, parecía que hacían sólo lo suficiente. Ahora hacen lo suficiente y bastante más: defensas mucho más agresivas, mejor ajustadas, independientemente de sus dibujos tácticos. Creo que están un paso por encima. Ahora bien, es un partido y España está jugando muy bien. Hay posibilidades de ganar, aunque sea muy difícil. Eso nos lleva a pensar en la lástima de “haber sido un poco tontos” (como dijo uno de los jugadores): Croacia fue primera de grupo y quedó eliminada después por Serbia, el cuarto del grupo contrario. Si hubiésemos hecho las cosas mínimamente bien al principio, hubiésemos sido primeros y tendríamos un camino mucho más sencillo a la final.
Después de la derrota contra Brasil volvieron las críticas a la selección, algunas muy fuertes. ¿Qué reflexión le merece esta volatilidad en las opiniones?
Me parece completamente injusto que un equipo con esta tradición, con lo que lleva haciendo durante diez años seguidos, pierda el crédito tan rápidamente. Vivimos en una sociedad en la que eres tan bueno o malo como lo hayas hecho la semana anterior. Cuando España perdió el primer partido contra Croacia no me preocupó nada; me pareció que estaban mejor de lo que yo pensaba en términos físicos y de preparación (por el poco tiempo que habían tenido y las dificultades tremendas). Y por cierto, ojalá que no vuelva a salir a relucir, porque eso no se acaba en una semana o dos. Están trabajando muchísimo mentalmente para suplir las deficiencias de la preparación. Un esfuerzo tremendo que merece como mínimo el reconocimiento de todos. Están supliendo las carencias con una mentalidad extraordinaria, una experiencia y una memoria extraordinarias sobre cómo salir de situaciones de dificultad.
Estos jugadores no se están despidiendo de nada, tienen muchísimo crédito todavía. No por una mala actuación de un día van a perderlo por parte de toda la sociedad. Alguien lo dijo hace mucho tiempo: hay un contrato de esta sociedad con el baloncesto y la selección, ese contrato debe mantenerse. Nos gusta verles jugar todos los veranos, nos divierte mucho, es un momento muy especial y entretenido, independientemente de que ganen o pierdan. Ellos deben demostrar que son fieles al estilo de la selección y tratar de imponerlo. Lo que no puede pasar es que se pierda el crédito por dos partidos. Pero es consustancial a nuestro baloncesto o a nuestro periodismo deportivo, no se puede arreglar.
Suponemos que el equipo está acostumbrado a esos vaivenes.
En Pekín también parecía que había problemas con algunos jugadores… Que si jugaban más o menos, que si Rudy o Ricky quitaban minutos a otros, etc. Y llegó un jugador ya retirado, Carlos Jiménez, y paró el tema. Dijo: “Como si yo no juego un solo minuto más… Esto es un equipo y cada uno tiene que hacer su parte, juegues 30 minutos o 5”. Ese toque de atención hizo que el equipo entrase en una dinámica que le terminó llevando hasta la final. No es una cuestión sólo del seleccionador, sino también de los jugadores: un proceso con participación del grupo. Aquí nadie funciona por su cuenta, los jugadores deben aceptar las normas y no tomar decisiones por su cuenta.
Scariolo, después de la derrota contra Brasil, dedicó una hora a la prensa para explicar con calma el problema de la preparación y explicar que necesitaban más entrenamientos para ajustar procedimientos ofensivos y cerrar el rebote. Lo sucedido esta semana le ha dado la razón. ¿Tanta importancia tienen dos o tres entrenamientos más?
Esa derrota sí me preocupó, pero no por la derrota, sino por cómo se produjo. Se pudo ganar, pero me hubiese parecido igual: la sensación era mala, de que no estaban del todo preparados y había complicaciones extra que podían llegar en cualquier partido. Yo creo que el esfuerzo mental que ha hecho el equipo, de absoluta concentración, de arreglar esas cuestiones tácticas que había que arreglar, de hacer esa puesta en común, sí se puede arreglar en dos o tres entrenamientos. Este equipo ha demostrado también que sabe crecer en la competición: y eso significa crecimiento táctico, no solo anímico. Me ha encantado ese progreso, ese reparto de responsabilidades. Eso ha sido realmente importante. No sólo lo de Pau.
¿Cómo surge ese cambio de rol? ¿Es una decisión de Scariolo, una petición de Pau (que quizá no se ve a tope), una mezcla de factores?
Es una puesta en común… Se forja a base de mucha comunicación... Ya había pasado en otras ocasiones: el Europeo del año pasado, por ejemplo. En la primera fase el equipo no se encontraba cómodo en la coordinación del trabajo de Sergio Rodríguez con Pau Gasol. Había dificultades en la dirección, algunos desencuentros entre Rodríguez y Scariolo... Faltaba comprensión. Pero se arregló y funcionó de maravilla. Esas cosas se van hablando, la puesta en común para que todo el mundo sepa (y acepte, ojo) lo que tiene que hacer. Esa es la dificultad mayor, y en este caso creo que han aceptado unas nuevas reglas, por así decirlo, y el equipo está funcionando muy bien.
¿Cuáles son esas nuevas reglas?
Que se vea desde fuera, no depender tanto de Pau para los puntos. Pero quiero dejar una cosa clara: Pau aparecerá... Sin duda alguna. Cuando se sienta martillo, golpeará... Cuando no, será yunque.
Él dijo el primer día que esperaba llegar a su mejor versión en la fase final, y ya hemos llegado.
Pau recibe, pero no se la juega... Pero puede ser engañoso, porque da opciones a muchos jugadores. Mirotic anota más y está jugando mejor, Hernangómez metió 16 puntos en cuartos. Hay tanta vigilancia sobre Pau que otros jugadores extras pueden aparecer para marcar una cierta diferencia. Y lo están aprovechando bien. Los aleros tiraron mucho mejor y el '4' exterior ha anotado con gran facilidad de 3 puntos, por la vigilancia especial a Pau.
Esta generación comenzó con usted y sigue acumulando éxitos. ¿Qué virtudes comparte este equipo de Scariolo con el suyo y qué virtudes han aprendido después?
Cuando ganamos el Mundial, todo el equipo era muy joven (salvo Garbajosa y Carlos Jiménez). Cogieron una experiencia extraordinaria, jugadores como Rudy, Sergio Rodríguez o Marc tuvieron papeles muy destacados en momentos importantes. Esa experiencia la han ido trasladando a cada verano. Y luego el equipo con Scariolo ha dado un paso adelante en cuestiones tácticas. Nosotros teníamos un buen bajaje táctico, sobre todo defensivo, con bastante continuidad, y en ataque dábamos cierta libertad. Lo difícil, cuando tienes poco tiempo para entrenar, es cómo resolver el puzzle de jugadores que vienen de jugar en posiciones y sistemas diferentes, tanto NBA como ACB. Poner eso en común no es fácil.
Se suele decir que somos físicamente inferiores a casi todos los equipos... Y a Estados Unidos un poco más aún. ¿Nuestra principal arma será mover el balón rápido?
En algunos casos no somos tan inferiores físicamente... Pero sin duda la NBA es mucho más veloz y físicamente está por encima del resto. En algunos capítulos (juego interior, por ejemplo) es superior. Pero hay otros componentes, como las decisiones tácticas… Ojalá podamos mover el balón rápido. En algún momento Argentina intentó una buena circulación y no lo consiguió. Luego cambiaron de idea, volvieron al dos contra dos-bloqueo-continuación, y tampoco lo consiguió. Hay que hacerlo realmente rápido y con una perfecta coordinación, interpretando muy bien lo que esté pasando en ese medio segundo que tienes para dar el pase adecuado.
¿Ricky seguirá siguiendo el base titular?
Pienso que sí... El trabajo de él, Rudy y Sergio de salida es también de buena vigilancia sobre los que manejan el balón en los equipos. Aquí tenemos un problema: los aleros van a estar a veces descompensados. Durant rara vez postea, suele jugar de cara y tiene una tremenda habilidad para fabricarse su propios tiros y ganar por altura a sus defensores.
¿Qué reflexión hace sobre el problema de Ricky con el tiro? ¿No se puede mejorar entrenando?
Claro que se puede entrenar... Pero tiene un componente físico y otro mental. Tiene un problema de tiro con el balón en las manos, con su tiro sobre el bote. No estoy de acuerdo en que tenga un problema cuando recibe con los pies parados en la línea de triple. La dificultad es cuando tiene que salir del bloqueo para lanzar o le flotan mucho para que lance. El estilo de EEUU no es de especular con eso, se va a sentir más cómodo; no le van a flotar, van a estar encima de él para que no pueda penetrar ni circular el balón con comodidad.
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