El mundo del golf sigue atrapado en una guerra civil en la que los distintos golfistas han tenido que elegir bando, o quedarse en los circuitos tradicionales, como el PGA Tour, o decantarse por las ofertas millonarias del LIV Golf, la nueva Superliga impulsada y financiada por Arabia Saudí.
Ahora, once golfistas que se sumaron este año al LIV, demandaron este miércoles a la PGA por violar las normas antimonopolio, después de que este organismo les suspendiera por aceptar la millonaria oferta saudí. Entre los golfistas que se sumaron a la demanda están los mexicanos Carlos Ortiz y Abraham Ancer, además de Phil Mickelson y Bryson De Chambeau.
La demanda antimonopolio fue presentada ante la corte de California del Norte y, entre sus objetivos, quiere conseguir el permiso para que Taylor Gooch, Hudson Swafford y Matt Jones participen en la FedEx Cup, una competición al estilo 'playoffs' formada por tres torneos, que comenzará la próxima semana.
La PGA suspendió el pasado junio a los golfistas que participaron en el evento inaugural del LIV en Londres, entre los cuales el español Sergio García, Dustin Johnson y Phil Mickelson. En un comunicado publicado entonces, informó de que los participantes en el LIV no podrán participar en los eventos organizados por la PGA por ir esta en contra de sus regulaciones.
"Estos jugadores han tomado sus propias decisiones basándose en cuestiones puramente económicas, pero no pueden pedir ahora los mismos privilegios que el resto de participantes del circuito", dijo Jay Monahan, comisionado de la PGA.
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Si los jugadores deciden participar en el evento de LIV Golf a pesar de las restricciones, la PGA tendrá que determinar qué sanciones impone. Lo que es evidente es que las multas no preocupan a los jugadores porque Arabia Saudí indemnizaría a esos jugadores.
Sergio García, afectado
"Quiero jugar donde me quieren. Me gusta sentirme querido y en el tour europeo no me siento querido en estos momentos", comentó Sergio García, que reveló unas palabras que le dedicó en un torneo reciente el golfista danés Thomas Bjorn en el que le afeaba dejar los torneos de siempre para optar por el LIV.
La medida de la PGA no ha frenado a jugadores de largo recorrido como Sergio García, Dustin Johnson, Phil Mickelson, Ian Poulter, Lee Westwood, Brooks Koepka, Abraham Ancer o Louis Oosthuizen, que se sumaron al LIV. El último en sumarse al LIV fue el estadounidense Bubba Watson, ganador de dos grandes, que anunció su incorporación la semana pasada.
Por el otro lado, la última novedad ha sido que Tiger Woods ha rechazado una oferta de entre 700 y 800 millones de dólares del LIV y ha decidido quedarse finalmente del lado del PGA Tour.
Pero la demanda de los jugadores del LIV esta semana no ha sido el primer 'lío' con los juzgados que ha tenido el mundo del golf a tenor de esta guerra entre las dos facciones. El Departamento de Justicia de Estados Unidos también está investigando al PGA Tour para averiguar si incurrió en prácticas contra la competencia en su lucha contra el LIV Golf.
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Tras semanas de rumores y suspicacias, el PGA Tour dio un paso al frente a mediados de mayo al negar el permiso para que los jugadores de su tour pudieran competir en el LIV Golf Invitational Series de Londres, la primera cita del LIV Golf.
Una postura inamovible
"Los miembros del PGA Tour no están autorizados a participar en el evento de la liga saudí en Londres (el primer torneo del LIV Golf) bajo nuestras reglas. Como organización de membresía, creemos que esta decisión va en el mejor interés del tour y de sus jugadores", defendió en mayo el presidente del PGA Tour, Tyler Dennis.
Para contrarrestar el músculo financiero y las suculentas recompensas del circuito saudí, el PGA Tour anunció a finales de junio un incremento de sus premios a partir de 2023.
Las tensiones han llegado a tal punto que el golfista sueco Henrik Stenson fue despojado la semana pasada de la capitanía del equipo europeo de la Ryder Cup. El motivo no fue otro que su participación en el LIV Golf.
Por su parte, el mejor golfista español de la actualidad, Jon Rahm, se puso hace un mes del lado del PGA Tour a pesar de una mareante oferta del torneo saudí:
"Considero que el PGA Tour ha hecho un trabajo increíble brindándonos la mejor plataforma para que podamos jugar. Veo algunos de los, lo diré con delicadeza, puntos o argumentos que pueden hacer que algunos profesionales prefieran el LIV Golf pero, parte del formato no me atrae mucho. Tres días para mí no es un torneo de golf, y sin corte. Es así de simple. Quiero jugar contra los mejores del mundo en un formato que ha existido durante cientos de años".
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"Podría retirarme ahora mismo con lo que he hecho y vivir una vida muy feliz y no volver a jugar al golf. En realidad, nunca he jugado por razones económicas. Lo hago por amor a este deporte y quiero que sea contra los mejores del mundo. Siempre me ha interesado la historia y el legado, y en este momento el PGA Tour posee todo esto. Hay un significado cuando ganas ciertos torneos y eso me importa mucho", sentenció Rahm.
Queda por ver en este conflicto el papel que jugarán los 'majors'. El único en pronunciarse por ahora ha sido el US Open, que comienza el próximo jueves 16 de junio y que ha dado luz verde a que los participantes de la Superliga jueguen el tercer 'grande' de la temporada. Todavía está por determinar si estos jugadores pueden regresar algún día de nuevo al PGA Tour.