En España, hubo un día en el que el golf copaba las portadas de los periódicos deportivos siendo uno de los principales motivos de alegrías del país. Las hazañas de Severiano Ballesteros elevaron la pasión por este deporte a su máxima exposición. Sergio García y José María Olazabal mantuvieron esta tendencia, pero no con tanta fama. La carrera de Jon Rahm pretende mantener viva esa llama y, por lo visto en el Open de España, el público responde.
Esta semana, esta cita del European Tour que se ha disputado en el Club de Campo Villa de Madrid ha mostrado que la pasión por este deporte ha regresado. Con cifras restringidas por la Covid-19, el público ha agotado en cada sesión las entradas. Sobre todo, todos estos aficionados se agolpaban cada vez que Rahm estaba en uno de los 'green'. Además, todos ellos vibraron con la excelente batalla final que libraron Rafa Cabrera Bello, que se erigió ganador, y Adri Arnaus.
Después de un año de pandemia donde no se pudo ver cómo estaba siendo el impacto del número uno del mundo de Rahm, entre el jueves y el domingo ha sido una auténtica locura lo vivido en uno de los laterales de la A-6. Incluso con el mal sábado que lastró el intento de lograr el tercer título consecutivo del 'León de Barrika', todo el mundo vibró con su golf. También ayuda la actitud de Jon, que se quedó a firmar autógrafos casi una hora incluso en su peor día.
Además de la labor de Rahm, los jóvenes golfistas nacionales han notado que han ganado en notoriedad en este último año gracias a estos resultados. Pero no solo ellos; tanto Cabrera Bello como Arnaus, jugadores de trayectoria, como otros nombres que han surgido durante la semana, ponen en tendencia positiva el golf nacional. La imagen vista en estos últimos días alberga un mensaje de esperanza y, sobre todo, que resalta el trabajo que se hace en el país con este deporte.
Un león
El impacto de Rahm es indudable, la gente se acerca más al golf para ver las hazañas del genio de Barrika. Desde el último torneo que ganó Seve, en 1995, el Club de Campo Villa de Madrid no se veía con el gentío que ha tenido todo este fin de semana. Tener al número uno del mundo no es algo de lo que pueda presumir mucho el país, es un hito histórico y el público lo sabe. Es por lo que esta visita de Jon a Madrid ha sido más especial.
Durante todo el fin de semana se han podido ver ordas de personas que se agolpaban en cada hoyo que disputaba el español a sabiendas de que lo suyo es histórico. Solo la mala jornada que vivió el sábado impidió que Rahm tuviera una buena actuación. Su temporada, en la que consiguió su primer grande con el US Open, es impecable. La mala fortuna, personificada en contagios de la Covid-19, ha impedido que consiguiera más éxitos.
Su número uno ha vuelto a abrir la pasión por el golf y esto se podrá ver en los próximos años en las canteras nacionales. Aunque este deporte en el país cuenta con un número importante de licencias y se cuida mucho a los más jóvenes. España está en el top10 de países con más número de campos con 437. Además, la accesibilidad de esta modalidad mueve a muchas personas: hasta 271.788 licencias existen en la actualidad después de que se haya vivido una disminución en los últimos años.
Lo que viene
Por detrás de Rahm vienen empujando jóvenes promesas como David Puig, Eugenio López-Chacarra o Eduard Rousaud. La mayoría de ellos se desarrollan en universidades estadounidenses, están ganando torneos amateur y se espera que pronto pasen al profesionalismo. Pero es que Jon solo tiene 26 años, por lo que el futuro está más que asegurado.
El golf español goza de una buena salud y ha recibido el impulso que necesitaba con los éxitos del 'León de Barrika'. Los fines de semana, las noticias de este deporte se abren hueco gracias a los éxitos de los nacionales. Esta tendencia positiva necesita continuidad y tener a Jon Rahm a este nivel va a ser una garantía.
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