Soñar si quiera con acercarse a la sombra de Severiano Ballesteros y José María Olazábal son palabras mayores. Pensar que, quizás, tal vez, algún día, alguien pueda igualar sus registros como pareja en la Ryder Cup es casi una falta de respeto. Y sin embargo, este viernes, durante un instante, un momento completamente fugaz, Sergio García y Rafa Cabrera-Bello fueron la reencarnación de la pareja cantabro-vasca para tirar del carro europeo y arreglar en los fourballs de la tarde el desastre del Viejo Continente en el arranque de la Ryder Cup.

Lejos está Cabrera-Bello, canario, rookie en Hazeltine, de imaginarse a esos niveles. También García, castellonense y, en cualquier caso, uno de los mitos del torneo con sólo 36 años. De hecho, es fácil convenir que la altura de Seve y Txema es casi inalcanzable.

Entre ambos compitieron en 15 ediciones de la Ryder Cup y compartieron partido en 15 ocasiones, más que nadie en Europa (Peter Alliss y Christy O'Connor Senior son los siguientes de la lista con 12 partidos juntos) o en el equipo de Estados Unidos (Larry Nelson y Lanny Wadkins apenas jugaron juntos 6 veces). Aunque la gran diferencia fueron los resultados que les convirtieron en la mejor pareja de la historia del torneo: 11 victorias, 2 empates y sólo dos derrotas.

Sergio García y Rafa Cabrera-Bello sólo han jugado juntos una vez. Pero qué partido. Quizás porque el canario la dejó dada en el 1 y firmó el birdie para adelantarse ya desde el principio ante JB Holmes y Ryan Moore. Quizás por los tres birdies consecutivos del castellonense del hoyo 9 al 11 para abortar cualquier intento de remontada yanqui y olvidar esas estadísticas de putt que tanto le han penalizado en el circuito.

No, quizás no sean -ni ahora ni nunca- Seve y Txema, pero la tarde del viernes se calentó en Hazeltine gracias a los dos españoles. Ellos fueron los primeros en tirar del carro, ellos fueron quienes contagiaron a un equipo europeo apocado, encogido de hombros, noqueado en los foursomes de por la mañana. Porque en Hazeltine los tópicos se cumplieron.

Davis Love III segó bien el rough para beneficiar a los suyos y volvió a colocar los foursomes a primera hora. Dos decisiones que unidas a la fragilidad de las parejas del Viejo Continente dieron a Estados Unidos un 4-0 matinal que no se había producido desde 1975 -algo tendría que ver Arnold Palmer con esto desde el cielo porque el equipo de 1975 era el suyo-. Un soberano repaso que hundió la moral de Justin Rose, que dejó tocados a los novatos Pieters y Sullivan y que puso el objetivo sobre Rory McIlroy y Henrik Stenson, fundamentalmente.

Y si los foursomes son territorio yanqui, los fourballs son cosa de europeos. Con García y Cabrera-Bello ejerciendo de potro desbocado, Stenson se cargó a su pareja (Rose) sobre los hombros para arrasar a los mismos que por la mañana les habían barrido (Patrick Reed/Jordan Spieth) y a McIlroy le sirvió el cambio de rookie (por la mañana cayó junto a Andy Sullivan, por la tarde mejoró considerablemente con Thomas Pieters) para recuperar sensaciones.

Un 5-3 para el equipo estadounidense que deja a los de Darren Clarke en posición delicada, aunque con muchos menos daños de los que anticipaba una mañana negra bajo el sol de Minnesota, con Stenson y McIlroy ejerciendo de líderes y, quién sabe, quizás con la próxima pareja de éxito, tal vez un dúo español una vez más.

PRIMERA JORNADA: USA 5 - EUROPA 3

Foursomes (USA 4-Europa 0)

Jordan Spieth/Patrick Reed ganan 3&2 a Henrik Stenson/Justin Rose

Phil Mickelson/Rickie Fowler ganan 1UP a Rory McIlroy/Andy Sullivan

Jimmy Walker/Zach Johnson ganan 4&2 a Sergio García/Martin Kaymer

Dustin Johnson/Matt Kuchar ganan 5&4 a Lee Westwood/Thomas Pieters

Fourballs (USA 1-Europa 3)

Jordan Spieth/Patrick Reed pierden 5&4 con Henrik Stenson/Justin Rose

JB Holmes/Ryan Moore pierden 3&2 con Sergio García/Rafa Cabrera-Bello

Brandt Snedeker/Brooks Koepka ganan 5&4 a Martin Kaymer/Danny Willet

Dustin Johnson/Matt Kuchar pierden 3&2 con Rory McIlroy/Thomas Pieters

Noticias relacionadas