Messi es, con diferencia, el mejor jugador de esta Liga. Y no porque lo fuera otros años, es decir, por su historial, o por lo bien que juega al fútbol, ya conocido desde hace años, sino porque sus actuaciones en el torneo doméstico están siendo excesivamente relevantes. Y eso es ser el mejor, el que da puntos a su equipo cuando éste más lo necesita. [Narraciones y estadísticas: Barcelona 3-1 Leganés]
El argentino, en Liga, vive del presente, que es el que le hace ser un jugador diferencial. En otro partido regular del Barcelona, Leo Messi metió tres goles, salvó la papeleta de su equipo y acerca más al título de Liga, además de igualar el récord de imbatibilidad en la historia de la Liga (38 partidos sin perder, lo tenía la Real Sociedad desde 1980).
Tampoco es que hiciera un esfuerzo mayúsculo el propio Messi, pero con ese 'poco' marcó tres goles (uno, el último, ilegal, al anotarlo con la mano) a un Leganés notable, que en la segunda parte enfrió y calló al Camp Nou con algún que otro acercamiento peligroso. Pero el guión se cumplió y el Barça ganó con comodidad, sin sufrir, un nuevo partido de Liga. Y ya solo quedan siete jornadas (21 puntos). Tiene el torneo ganado.
Marcó el primero Messi de falta, el segundo de disparo raso y medido tras recoger el balón en la frontal del área y el tercero al amarrar un balón con la mano. La pregunta, al igual que hace una semana en Sevilla, es que sería de este Barcelona sin Messi, porque en Liga empieza a ser ya Messi y diez más. Y no es una exageración. Todo lo salva Leo. Luis Suárez, por ejemplo, estuvo otra vez fallón: erró dos ocasiones impropias de un delantero de gran nivel.
No recordarán el partido Jordi Alba y Gerard Piqué, que en el tramo final fueron los protagonistas, para mal, de dos jugadas preciosas que dejó el Leganés en el Camp Nou: una cola de vaca de El Zhar al lateral y un caño de leyenda de Pires que le hicieron al central. Son de esas jugadas con las que se deberán crear gifs con ellas. Y qué decir si los autores de estas jugadas hubieran sido otros.
Otro partido más que gana el Barcelona, que sigue invicto, y un paso más para ganar una Liga que es azulgrana, de forma justa y merecida, desde el inicio hasta el final. Y más con un Messi brillantísimo en Liga. 10 años después, y con siete ligas ya ganadas, esta puede ser en la que el argentino ha sido más decisivo.