Un doblete de Marcos Alonso le dio este domingo una trabajada y necesitada victoria al Chelsea, y hundió a sus vecinos del Tottenham Hotspur (1-2) en el icónico Wembley, estadio en el que jugarán esta temporada mientras termina la construcción del nuevo White Hart Lane.





Los dos tantos de Alonso -el último en el minuto 88- revivieron al vigente campeón de la Premier, que había arrancado el curso con muchas dudas tras caer sorpresivamente en la jornada inicial ante el modesto Burnley y perder la Community Shield por penaltis a manos del Arsenal.





Wembley, la casa del fútbol inglés, demostró que sigue siendo un estadio esquivo para los 'Spurs', que sólo han ganado uno de sus últimos 10 compromisos aquí y que el curso pasado apenas sumaron un triunfo, un empate y tres derrotas en sus cinco partidos.





Todavía sin su último, y único, refuerzo, el colombiano Davinson Sánchez, el equipo de Mauricio Pochettino buscaba continuar con su buen arranque liguero y dar un golpe más a un rival directo como el Chelsea.





El técnico argentino introdujo dos modificaciones con respecto al 'once' que ganó al Newcastle a domicilio (0-2), y Walker-Peters y Sissoko dejaron su sitio a Trippier y Wanyama, respectivamente, en un 4-3-2-1 con laterales muy ofensivos.





En el Chelsea, Antonio Conte buscó reactivar el equipo e hizo cuatro cambios, uno de ellos el fichaje más caro en la historia del club, Álvaro Morata, que relegó al banquillo a Batshuayi.





El '9', autor de un gol y una asistencia en la casi remontada frente al Burnley, lideró el ataque de un equipo en el que también ingresaron Christensen y Bakayoko por los sancionados Cahill y Fàbregas y Moses en lugar de Boga.





Arrancaron muy bien los campeones, intentando aprovechar el miedo escénico del Tottenham, y Morata, en el minuto 5, estuvo a milímetros de poner por delante a los suyos con un testarazo que incomprensiblemente se marchó fuera cuando lo tenía todo a favor solo en el área pequeña.





No se amedrentaron los de casa, cada vez más cómodos en el verde, buscando una y otra vez los desmarques de Kane y Dele con un Eriksen inspirado como siempre en la mediapunta. Precisamente Kane estuvo cerca de inaugurar el electrónico, pero su disparo en el m.10 lo desbarató un seguro Courtois.





Los 'Spurs' se hicieron con la posesión (65%-35%), pero sin mordiente arriba, siempre vigilados y controlados Kane, Dele y Eriksen por la línea de tres centrales (Azpilicueta, Christensen y Rüdiger) y de tres centrocampista defensivos (David Luiz, Kanté y Bakayoko).





Pese al dominio local, fue el Chelsea el que golpeó primero gracias a una genialidad de Alonso. A los 24 minutos, el lateral español, que pide selección a gritos, agarró el balón después de que David Luiz fuera zancadilleado por Dele en el borde del área y lo puso ahí, en la escuadra izquierda de un Lloris que voló pero que no llegó.





El excelso golpeo de Alonso, que la semana pasada, en un libre directo calcado se topó con el travesaño, puso por delante al vigente campeón, que tenía el partido exactamente como quería.





Reaccionó poco después el Tottenham en busca del empate. Y a punto estuvo de lograrlo primero Eriksen y después Davies, pero el disparo del primero se marchó fuera por poco y el portentoso lanzamiento del segundo lo mandó a córner Courtois.





Más de lo mismo en los segundos 45 minutos, con dominio infructuoso de los de Pochettino (68%-32%) pero sin inquietar en ningún momento la zaga del Chelsea. Ni siquiera el ingreso de Son en el m.68 en lugar de un mediocampista defensivo (Dier) logró dar más peso al ataque local.





Sin embargo, cuando parecía que el marcador no se iba a mover más, un error flagrante de Batshuayi, quien había entrado al campo segundos antes por Morata, devolvió a la vida a los 'Spurs'. El punta belga cabeceó a su propia portería una falta botada desde el costado derecho por Eriksen y, sin querer quererlo, subió el 1-1 al marcador de Wembley, que rugió como nunca.





En ese momento apareció de nuevo Alonso, quien mató al Tottenham y demostró una eficacia superlativa de su equipo: 2 disparos y 2 goles. El español recogió un balón abierto por Pedro en la izquierda y batió por bajo a un Lloris que, todo sea dicho, pudo hacer más.





No hubo tiempo para más en Wembley, que ya semivacío vio como su equipo sufrió la primera derrota del curso y como el vigente campeón de liga olvidaba las decepciones recientes para empezar a sumar de a tres.

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