Kylian Mbappé (París, Francia; 1998) tendrá que esperar para su segunda corona mundial. El delantero francés quedará para siempre como el jugador al que hacer un hat-trick en una final no le valió para dar el título a su país. Se colgó la plata con la mayor de las resignaciones. Sin consuelo, ni siquiera el de Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, y Tamim ben Hamad Al Thani, emir de Qatar.
Hace tiempo que la política se metió de lleno en la carrera de Mbappé. Las mismas autoridades que acabaron dando la vuelta a su fichaje cantado por el Real Madrid fueron a por él tras la final. Pusieron su cabeza sobre sus hombros, le agarraron del brazo, le dijeron palabras al oído... Trataron de ser su consuelo, sin que el jugador buscara que lo fueran.
Es lo mismo que ocurrió cuando Mbappé dudó de su futuro, aunque aquello, entre bambalinas, jamás se vio a ojos del público. Francia y Qatar se unieron para presionar hasta el extremo a un chaval de 23 años y arruinar su sueño de jugar en el Real Madrid. Los intereses políticos han pesado tanto hasta hacer sentir incómodo al proclamado por la crítica mejor futbolista de la próxima década.
Macron se sació a decir antes de verano que había que "luchar" para que Mbappé se quedara en el PSG. En privado descolgaba su teléfono para hacerle entender lo importante que era para su país su continuidad. Lo nunca visto hacia un futbolista. En Lusail, tras la tanda de penaltis que condenó a Francia, el presidente bajó a pie de campo y dejó otra escena igual de insólita con el '10' de la selección.
Mientras el 'Dibu' tendía su mano a Mbappé, Macron apareció y quitó de la escena al meta argentino. Se arrodilló para hablar un rato con la estrella francesa. La respuesta de Kylian no era más que su mirada al infinito.
Luego contó en la televisión francesa qué fue lo que le dijo a Mbappé: "Es un gran jugador y es muy joven, le he dicho que solo tiene 24 años (en realidad los cumple el martes) y que tiene tiempo. Ya ha sido mejor goleador de un Mundial, ha ganado otro y ha llegado a una final. Yo estaba tan triste como él", señaló el presidente.
"Le he dicho que nos ha hecho sentir muy orgullosos y que hemos perdido en el último aliento, que hemos estado cerca. El deporte es así", agregó. Tras un rato sentado en el suelo, Mbappé se levantó y Macron le llevó del brazo hasta que pasó a saludar a Didier Deschamps y a otros jugadores franceses.
El siguiente encuentro fue en el escenario. El presidente francés participó en la ceremonia de entrega de trofeos, junto con el emir de Qatar, Tamim ben Hamad Al Thani, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Mbappé, también como máximo goleador del Mundial, le tocó pasar dos veces por la pasarela.
Macron abrazó y habló las dos veces con Mbappé, también al recibir la medalla de subcampeón. La estrella francesa seguía inconsolable, a pesar de los arrumacos de su presidente. En la segunda de ellas, el emir de Qatar le frenó en su caminata. El máximo responsable de que no pudiera salir del PSG le dijo algo al oído al jugador, que tampoco dio gran respuesta. Ni verbal ni corporal.
Discurso en el vestuario
Macron, que en el palco celebró los goles de Francia sin chaqueta y arremangado, estuvo demasiado presente en todos los momentos del equipo tras perder la final. También se metería en el vestuario, donde con todos los jugadores sentados dio un discurso: "Hicieron soñar a millones de franceses que hasta ahora, y todavía hoy, han vibrado. Porque han jugado un gran fútbol y un gran deporte".
"Hay dos cosas por las que no deberían sentir remordimiento. Escúchenme con atención… Son un gran equipo porque no creo que ningún otro equipo hubiera podido remontar dos veces y estar tan cerca de ganarlo… Ustedes tuvieron el corazón, el hambre, las ganas y el talento para ir a por ello", agregó Macron.
"Gracias a los que quizás dejen de llevar la camiseta después de este partido, hay muchos que son muy jóvenes y que van a hacer mucho, más de lo que yo como presidente, pero van a ganar porque tienen una enorme experiencia a bordo", aseguró y concluyó: "Estoy orgulloso de ustedes, viva la República y viva Francia".
Los internacionales franceses respondieron con aplausos. No se vio en el vídeo publicado la reacción de Kylian. El '10' de Francia acabó saliendo del estadio por zona mixta sin decir palabra, totalmente frustrado. El peor día en la carrera de Mbappé. Ni siquiera en ese la política se apartó de su lado.