En Francia ven casi imposible contar esta tarde contra Marruecos (20:00 horas) con el centrocampista Adrien Rabiot y el central Dayot Upamecano, ambos titulares para Didier Deschamps. Ambos están enfermos y se perdieron el entrenamiento del martes previo al partido de semifinales del Mundial.

Tras saltar la noticia ayer, cuando ninguno de ellos participó en una sesión de ejercicios que estuvo parcialmente abierta a la prensa, Francia debe decidir a lo largo del día sobre la disponibilidad de sus dos jugadores. Rabiot y Upamecano, en este punto, tienen muchas opciones de quedarse sin jugar.

En el caso de Upamecano se trató del segundo día consecutivo que no pudo participar con el resto de sus compañeros en el entrenamiento. La causa de la ausencia del central fue un dolor en la garganta ligado a la climatización, el mismo motivo que provocó la baja de Rabiot.

En caso de que se confirme su baja para el partido, todo apunta a que el puesto en el eje de la defensa será ocupado por Ibrahima Konaté, mientras que en el centro del campo saltaría Youssouf Fofana en lugar de Rabiot.

Junto a él estará Tchouaméni. El jugador del Madrid se entrenó con normalidad, tras haber estado ausente el lunes por un golpe sufrido durante el partido de cuartos de final contra Inglaterra. El centrocampista es el único jugador que ha comenzado todos los partidos en el once francés.

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La potencia del aire acondicionado tanto en los estadios, salas de conferencias de prensa y en las habitaciones de los hoteles han causado estragos en casi todas las concentraciones durante el Mundial.

En la selección gala hay preocupación ante la posibilidad de que más jugadores caigan enfermos. De ganar el partido contra Marruecos, en cuatro días afrontaría la final del Mundial con el objetivo de retener la corona que se puso en 2018. La selección africana, la primer de su continente en alcanzar las semis del torneo, sueña con dar otra vez la campanada como ante España y Portugal.